Una maravillosa space opera artística, que nos llena con un baño de colores, emociones y sensaciones. Al más puro estilo del Solarpunk y del Hopepunk. Un mundo orgánico que nos evoca a Monje y Robot de Becky Chambers. Donde los aliens, el otro, se funde con el mundo natural, con esa inteligencia a la que solemos dar la espalda y que estamos extinguiendo.

Mi sensación al verla ha sido poder captar como el crecimiento y la evolución es hacia el mayor grado de armonía natural posible. Un mundo natural lleno de maravillas, con sus peligros, que nos imbuye del mysterium tremendum y fascinans, el sense of wonder, la biofilia... ante la inmensa complejidad y la tecnología natural fruto de miles de millones de años de evolución.

En un mundo lleno de conflictos siempre es bueno ver una serie que trata de esas mesas de negociaciones entre diversos países e intereses, y la necesidad del diálogo, algo que falta últimamente...se hace corta la 1 temporada...
Me parece un buen reparto de actores y con buenas tramas entre ellos también.

Una maravillosa tecnofábula, con momentos muy emotivos, personajes con gran profundidad y capacidad de autosuperación. Basada en una novela homónima de Peter Brown.
Con el estilo que podríamos llamar solarpunk, como la novela monje y robot, o la serie Planeta de recolectores ( aunque esta recordemos que es más para adultos)
Con esa reflexión entre la sensibilidad, y la IA, la naturaleza y la tecnología ¿puede una IA ser mas humana que un humano en el cuidado de la naturaleza? aunque la pregunta más importante podría ser, si podemos recuperar el contacto con la naturaleza.
Algunos pueden decir que es mentira porque los animales hablan, pero debemos señalar el libro animales habladores, que demuestra los recientes descubrimientos sobre comunicación animal... quizás en ese sentido no es tan fantasioso como pueda parecer...

Una oda a la esperanza, a la utopía, a la transformación, al movimiento. Una fábula que nos pone ante el espejo de la decadencia y la caída del gran imperio romano, occidental. Llena de reflexiones sobre la utopía, y la distopia, con abominables encarnaciones de la codicia, la lujuria, el populismo, la perversión que vemos en nuestro mundo. Con momentos de una delicadeza y que rozando el surealismo casi nunca nos deja en vilo, aunque tienen momentos donde el espectáculo puede detener el tiempo no solo desde lo sublime pero también desde el ennui. Muestra con gran maestría el delicado equilibro del poder y de la balanza de una justicia a veces agotada, y que debe poder mirar a los derechos de las generaciones futuras para construir imaginarios de futuros que algunos podrían llamar Solarpunk

Con el argumento de Melancolía de Lars Von Trier, reflexionando sobre el hyperobjeto como en No mires arriba, pero con un humor y una profundidad existencialista que vale la pena verla. Una reflexión de como la rutina, la ataraxia, puede ser un pilar que nos ayude a superar momentos difíciles, con melancolía, y quizás solastalgia... como en una tarde de lluvía...