Intentaré ser constructiva, pero me va a costar. En primer lugar, porque pocas veces he salido del cine con tal mosqueo y tal sentimiento de estafa. Y en segundo lugar, porque la película es tan absolutamente caótica que resulta difícil hasta ordenar sus... "errores". Errores, por llamarlo de alguna manera.
Los actores, de verdad, patéticos. De ellos, destaca con ganas Norma Ruiz. Sobreactuación se le queda corto. Personajes simples, absolutamente vacíos, superficiales. Eso sí, hay que reconocer que transmiten maravillosamente ganas de que se los carguen a todos, o algo peor, con tal de dejar de verles. Los diálogos son de chiste, el montaje, penoso, los doblajes, de risa (coincido en que el momento reportera del final es lo más).
El argumento no es descabalado, es lo siguiente. La película consiste en una amalgama difícil de masticar. Un buen resumen sería una panda de compañeros de trabajo estúpidos, una tía con un vestido rojo en taconazos por el bosque, un gollum-Voldemort, pero a lo cutre, un Cthultu que en realidad es como un pulpo, túnicas por allí, ahora les cogen, túnicas por allá, luego les sueltan, y lo del final no se merece ni un comentario, un final a la altura del resto de la película. Creo que hubo algún momento en que no bostecé cuando salía el psicótico con sus muñecos. El resto del tiempo, me lo pasé de risas (por no llorar, oiga).
En definitiva, recomiendo la película a quién le sobre el dinero y no le importe tirarlo, y/o a quienes tengan muchísimo sentido del humor.
El cine es un placer. Con independencia del estilo, del género, de los actores, y al margen de los gustos, lo menos que se puede pedir a una producción cinematográfica es verosimilitud. Y esta película, ni eso. Creo que para hacer algo así sólo se necesita una cosa: mucho morro.
Desde aquí, mis más sentidas disculpas, Lovecraft.