Me parece que estamos ante una heroína que intenta rehacer su vida. Un ser maltratado, y marcado por la violencia de su infancia; un ser que ha tomado un camino: el de la dignidad. Que aprende con todas sus limitaciones y sus secuelas emocionales a relacionarse en mundo cruel que no hace más que perseguir sus recuerdos.
Verhoven solo permite un referente, un alma digna y pura, representado por la costurera, que es cruelmente maltratada en este mundo cruel y demente que representa la metáfora de las Vegas, en la que no hay espacio para el amor o la amistad.
En el fondo Verhoven, entre erotismo y desnudos; bailes e hipocresía no deja de hacer un film poético y esperanzador en el que la protagonista renuncia a su paraíso materialista por una coherencia personal y una tranquilidad emocional interior, sin importarle volver a bajar a los infiernos y la soledad, del que ha partido.
Gran película, poética y moderna a la vez. Me encantaron los bailes y con una excelente dirección de actores. Para nada se le nota sus 20 años, creo que puede que sea más actual que cuando se hizo...señal que nuestra sociedad ha acentuado grado de decadencia.