La película parece no tener un hilo conductor, como su protagonista, es imprevisible.
Podemos percibir a lo largo de la película la mentalidad de un psicópata que no siente remordimiento ni percibe la realidad ni la consecuencia de sus actos.
Un adolescente de clase media en la década de los '70 con rostro angelical y rizos dorados que se conviertió en un asesino serial búrlandose de la teoría Lombrosiana.
Las actuacione son brutales, el Chino Darín es hipnótico y la química con Ferro es espectacular.
Hay mucho muchisimo deseo sexual en toda la película. Un amor reprimido/posesivo. Una madre sobreprotectora, un trastorno esquizoide de la personalidad y una gran dosis de humor negro.
No hay acción, no hay sangre por todos lados y no hay que guiarse por el trailer.