El argumento a grandes rasgos:
En la URSS pre-perestroika, Vadik, un chaval de 12 años va a la ciudad a comprar pan. Haciendo cola en la calle, se desencadenan unos disturbios y la policía efectúa decenas de detenciones indiscriminadas. Vadik es uno de los detenidos. En una carcel infrahumana, Vadik se ve forzado a madurar para sobrevivir.

Una película imprescindible, que pasó casi desapercibida en Occidente y acabó siendo olvidada por su productora, Mosfilm. Aun hoy todavía no se le ha hecho justicia poniéndola en el lugar que le corresponde, el de una de las mejores películas producidas en la URSS.

Una historia ñoña, previsible y no muy bien llevada. La joven protagonista y sus dos amigas son unos personajes absolutamente estúpidos y odiosos. A pesar de eso, se pasa un buen rato viendola y hasta te ries.

El experimento es interesante y vale la pena verlo. El problema es que meten demasiadas entrevistas absurdas e historias paralelas inconexas de relleno. Le sobra una hora de duración.

Me habían comentado que tras ver el documental no podría volver a comer en un McDonalds. Lo cierto es que al acabar tenía unas ganas animales de comerme un Big Mac.

Si quisiera ver una obra de videoarte, diría que es una gran película. Una banda sonora impecable y fotografía muy cuidada e ingeniosa.

Pero el caso es que quiero ver una película, y esta es un tostón con un guión absolutamente vacío. Probablemente la peor película de Tarantino.

Puede que la película sea reveladora en EEUU. Creo que para el europeo medio que pueda estar interesado en ver un documental sobre corporaciones... no cuenta nada nuevo. Tiene unas cuantas anecdotas graciosas y algún punto de vista interesante.

Algo decepcionante en contenidos viniendo de Noam Chomsky, y aburrida para venir de Michael Moore.