Parásitos es una película norcoreana del año 2019, dirigida por Bong Joon-Ho. Ha ganado múltiples premios de los cuales destaca el Óscar a mejor película.

Se puede clasificar en distintos géneros, pero el tema principal es la crítica a las diferencias económicas y sociales. A lo largo de la película, el director utiliza la burla para explorar la relación entre las dos familias: una rica y aparentemente perfecta, y otra que aunque es mucho más astuta y capaz de superar las adversidades, vive en la miseria. La película no solo aborda la brecha entre clases sociales, sino también la desconexión de la realidad que viven los personajes.

Uno de los aspectos que más me ha gustado de la película es el simbolismo de las escaleras, cómo representa los niveles de la sociedad mediante las mismas por las que los ricos suben y los pobres bajan. Al igual que con la localización de sus viviendas, la familia Park vive en lo alto de la ciudad mientras que la familia Kim vive en un semisótano en el bajo de la ciudad.

Por otra parte, los personajes están construidos cuidadosamente y evolucionan durante la película. Los Kim no solo son retratados como víctimas de la desigualdad, si no que también como personas astutas, desconfiadas y están dispuestos a hacer lo que sea para mejorar su situación. Sin embargo la familia Park son confiados, ingenuos y muestran una desconexión absoluta por lo que ocurre con la realidad de la pobreza.
La película está llena de simbolismos como la luz, el cambio climático, el olor… y muestra que la lucha no es solo contra los ricos sino que realmente son los pobres los que luchan entre sí para ascender socialmente.