Pura alegoría de la gramática circense aderezada con unos toques de pseudo-psico-drama neonoir psicodélico. Altamente recomendable para amnésicos, son los únicos que podrán ver esta mierda sin tener que recordarla el resto de su vida.

Si esperas ver un carril lleno de tréboles, esta no es tu película. Si lo que quieres es ver una tía desafinado alguna que otra ley de la física y además estás dispuesto a perder una hora y media de tu vida, adelante, haz unas palomitas y atragántate viendo cómo una suerte de extraterrestres se comen el guión.