Es una miniserie que muestra los aspectos profundos de una cultura altamente retrógrada, como es el judaísmo ortodoxo, llegando a poder considerarse una secta. La protagonista actúa de forma espectacular y sinceramente, hace que me meta en la historia y empatice con ella en cada momento. A diferencia de otras series que suelen exagerar o montar algún tipo de escenario ficticio para poder hacer una mejor crítica, esta miniserie, sin embargo, tira de realismo y eso es lo que permite que empaticemos tanto, porque "podría ser cierta esta historia".

Dicho todo esto, el único problema que veo de esta miniserie es que precisamente por lo buena que es, por el clima que genera, todo acaba tan rápido (son solo 4 capítulos) que me impide realmente sumergirme en la historia. Podríamos decir que se presentan a los personajes, sucede algo, y termina. Yo creo que hubiera sido sublime haber introducido un par de capítulos más que permitieran desarrollar mejor la historia, con más detalles, y no a tal velocidad.

Cuando vemos esta película me preguntaba constantemente por qué tenían que interrumpirse tanto los personajes. ¿Realmente quieren reflejar el ahogo y el estrés de esa manera o es solo para mostrar realismo? En cualquier caso lo detesto, el desarrollo de la película constantemente muestra que algo va mal, que no se desarrollan bien los personajes, que el guion es pobre y llega incluso a aburrir. Plantea incluso una reflexión casi filosófica: ¿realmente una película debe ser tan sumamente realista? ¿Queremos escuchar conversaciones tan banales sobre la vida de unos amigos? A veces sentía como si estuviera viendo una comida familiar insulsa corriente. Han querido ser tan realistas que han caído en el aburrimiento de la realidad y por ejemplo, la película española "Perfectos desconocidos" juega muchísimo mejor estas cortas y consigue un equilibrio entre realismo y mantener el interés del espectador.

Sin embargo, sucede una cosa curiosa, es una de las pelis con una de las ideas más brillantes que he visto. Trasladar nada menos que la física cuántica y la teoría de universos paralelos (que tanto explota la serie Rick y Morty) es muy arriesgado y complejo pero la explican muy bien y se entiende perfectamente lo que está pasando. Por tanto, la pena es que esta historia no se hubiera podido ejecutar con un mejor guión y dirección.

Este tipo de temáticas permite crear un clima donde se pueden comprobar las ventajas que supone vivir alejados del mundo urbano y capitalista. Esto lo aprovecha de una manera espectacular una de mis películas favoritas ("Capitán fantástico") cuyo guión está lleno de matices y plantea muchísimas reflexiones del mundo contemporáneo, sin embargo, "No dejes rastro" no llega a profundizar tanto y se queda a medio camino, lo cual es una lástima. A cambio la relación padre-hija está muy bien desarrollada y los personajes son bastante más realistas. Por tanto, prefiero el surrealismo de "Capitán fantástico" al realismo insulso de "No dejes rastro".

Una trama trazada con muchísima genialidad y unas actuaciones bastante buenas. Es evidente que está inspirada en la novela de Stephen King y con un toque hacia "Get out" con ese toque mágico/espiritual. Esto consigue que empaticemos mucho con el protagonista (efecto que bordaba Stephen King), haciéndo que suframos junto a él cada minuto.
Otro aspecto a destacar es su lado "mágico", el cual está muy bien trabajado y es algo fundamental para mí al menos porque en el momento en que se vuelven surrealistas, incoherentes o muy vagas el "trasfondo científico" me sacan de la película, sin embargo, en Spell han logrado que sufra cada minuto como si fuera algo "factible" y eso tiene mucho mérito. Por tanto, una película muy recomendable, especialmente para los amantes del género "sufrir viendo al protagonista".