Cuando fui a ver esta película al cine, hace ya 4 años, estaba un poco escéptico. No sabía si la película iba a saber transmitir las mismas sensaciones que el cómic, ya que se trata de una novela gráfica densa y profunda, con bastantes tramas paralelas.

Pues bien, no puedo negar que la película es una adaptación cuya fidelidad al cómic es extrema, salvo en ciertos detalles que no desvelaré para no spoilear, aunque acaban de forma similar. Y creo que ese es el principal problema de la película: es una adaptación prácticamente literal, tan literal que han copiado textualmente muchos de los diálogos de los personajes (parece que han hecho un "copia-pega" de los bocadillos al guión de la película).

Aunque algunos puristas puedan echárseme a la cabeza, en mi opinión esta película es bastante pasable. Literalidad en su máxima expresión.

Película correcta y entretenida, sin mayores pretensiones, que para nada debe compararse con joyas como Pulp Fiction, Reservoir Dogs o Django. Tarantino supo aprovechar la "Tarantinomanía" existente en el momento, y esta película parece más fruto de esa "moda" que de otra cosa.

Indudablemente hay aspectos muy destacables: el papel de Hans Landa (interpretado por Christopher Waltz) es sin duda el punto culminante de la película, y es el principal motivo por el que esta película merece la pena su visionado. La tensión creada en la escena en la que habla con un campesino judío para sonsacarle la ubicación de refugiados es memorable, al igual que el momento en el que el campesino saca una pipa para fumar en ella, una pipa muy modesta, y su tabaco (probablemente un mal tabaco), mientras que Hans Landa saca una formidable pipa calabash (un tipo de pipa muy valiosa) para disponerse a fumar también. Esa escena, en mi opinión, es la mejor de la película.

En resumen, una película decente, pero pretenciosa en el sentido de que pretende ser "más papista que el papa" en cuanto a "Tarantinismo".