Fotografía y escenografías preciosas, como de cuadro, pero para mi ahí se queda. Hubiera preferido ver la historia narrada en 4 lienzos que en casi dos horas de película.

La película está bien tramada si lo que se busca es analizarla como una obra de arte estática, en plan academia. Tiene referencias al arte clásico, escenas preciosistas...
Sin embargo, no me ha impactado ni me ha emocionado a nivel humano.

Los personajes me han parecido fríos y un poco desubicados; no noto química entre las actrices. No percibo qué despierta el interés de la una sobre la otra, más allá de atributos superficiales o de una carga emocional que tienen cada una de ellas por si mismas.
Desde un inicio sus miradas y sus conversaciones tienen un punto "afectado", atormentado y pasional. Pero no he percibido un desarrollo natural de la relación, sino que, para mi, toda la película se desarrolla previsiblemente para llegar a tener el paquete que querían tener: historia de amor imposible y especial en época pasada.

Muchos de los sucesos y conversaciones de la trama me han parecido impostados (ejemplos en zona spoiler). En varias ocasiones he tenido la sensación de que el objetivo de ciertos planos / relatos estéticos eran los que marcaban la trama, y no el peso de la trama o de la relación en sí.

No hablaré de mi experiencia durante el visionado de la peli porque es algo que estoy intentando olvidar: deseos de aislamiento social, confusión, ataques de ira, abatimiento... síntomas de sufrimiento psíquico.
Se salvaba, como dicen otros comentaristas (bienaventurada soy de haberlos encontrado), por algunas de las bromitas entre Karra Elejalde y Dani Rovira. Clara Lago... no sé como describirlo... aburrimiento? desatino?
Asumámoslo, la carrera de Carmen Machi (que me corrijan si me equivoco), no es tanto de polifacética actriz sino de alter ego. Su carrera va de desarrollar su alter ego, que tiene uno: Aída. Y está invitada a la fiesta de los ocho apellidos vascos.

Lo que me hace sentir triste son los sentimientos de la gente hablando de "nuestro país", del "estamos juntos", de que no nos gusta odiarnos y sí reírnos juntos, de que somos de muy buen rollo... estos sentimientos son los que encuentran representación en esta película, la película es como el himno de esta España.
Me siento como si estuviera en una fiesta de cumpleaños en la que unos zombies hubieran entrado a masacrar a la gente pero todos siguieran gritando: viva! viva! que no decaiga el ánimo! qué buen rollo hay en esta fiesta! con los ojos rojos... inyectados en sangre.. oh.. no...! ellos... son zombies también!!