Me fascina que el único asesinato que se ve es el de uno de los malhechores, entonces tú te alegras, y de repente Haneke ha jugado contigo rebobina y eres consciente de que amas la violencia (ni el asesinato del perro se ve). Tú eres uno de los jugadores, pero ¿de parte de quién estás? yo no comprendo la impasibilidad de los padres con la muerte de su hijo o lo que tardan en escapar de esa casa...Al final he de reconocer que quería que los mataran. Lo increible que resulta que te angustie más una escena violenta que no se ve y que tu te imaginas, que una explicita escena de gore.
Lo mejor: las escenas en las que tú eres otro jugador (cuando Michael Pitt se dirige a cámara o cuando rebobina), la critica hacia el morbo de la violencia, que me recuerda un poco a Tesis, de Amenábar.
Lo peor: se hace monótona, aburrida a causa de los planos secuencia y llega un momento que no empatizas ni con los secuestradores ni con la familia, al final desesearías que murieran todos, menos el perro y puede que el niño (que desde luego es el único que se enfrenta a los secuestradores).