Pan y circo que se suele decir, vamos. En esta ocasión, antena 3 repite de nuevo con una fórmula más que explotada que ya pudimos ver en "El Internado". Tan solo tenemos que meter a un grupo de jóvenes guapetes chorreantes de hormonas en un espacio cerrado y escoger un argumento sin pies ni cabeza que a fin de cuentas, y según parece, es lo que menos importa a los productores de este absurdo "pseudorreálity"

¿Dónde se ha visto que un grupo de supervivientes hacinados en un pequeño barco tengan un aspecto físico tan perfecto (bien maquillados, peinados, y atención a Blanca Suárez más preocupada por pintarse los labios que por otra cosa)?, cuando en realidad tendrían que estar demacrados, delgaduchos y con las ropas raídas,y más preocupados por la supervivencia que por saber si pillan cacho o muestran un abdominal de menos.

Culebrón adolescente disfrazado de tragedia post-apocalíptica pero a la española, muy cutre y con unos efectos especiales capaces de hacerlos un mono manco con el paint.
Por último añadir la gracia que me hace ver a estos "supervivientes" comiendo ensaladas Isabel, bebiendo zumo Minute-Maid y leche Puleva, por no hablar de cuando beben sus Coca Colas en botella de cristal, enseñando bien la etiqueta, sí señor!, todo "muy real". En definitiva, es una serie que seguramente entretiene, pero que si te paras a pensar es una amalgama de circunstancias incapaces de casar, lo que la convierte en un producto absolutamente carente de credibilidad.

Bastante descafeinada en todos los sentidos.