Es repetitiva, absurda, estresante. Soy incapaz de disfrutarla, del mismo modo que me exasperaba con La casa de papel, hasta el punto tal que no pude terminar de verla faltándome apenas dos capítulos, creo que ésta tampoco podré terminarla. Los personajes tienen conductas absolutamente incoherentes y son, todos, sin excepción, antipáticos y desagradables, los giros argumentales nos toman por idiotas y además de todo esto, al mejor estilo norteamericano, tiene temporadas y capítulos como para llegar a la jubilación. Yo me planto y me siento a esperar alguna serie inglesa nueva(chapeau, señores)

Quisiera, de verdad, escribir mi opinión siendo seria, sabia y objetiva. Quisiera explicar adecuadamente el por qué de mi puntuación, hablar de la banda sonora, del guión, de los actores.
Pero no soy capaz.
Sólo diré que desde que empecé a ver La casa de papel me tomé la costumbre de no ponerme más el cinturón de seguridad al conducir, no quiero llegar viva y tener que ver otro capítulo.
Escuchar una y otra vez a Tokio berreando me hace desear acabar con mi sufrimiento. Y sólo vi los primeros cinco episodios. Así que, queridos amigos de Filmaffinity, sin más razón que el odio que ha hecho nacer en mi corazón esta serie, puedo decir, a modo informativo, que no la recomiendo. Absolutamente.

Me decido a hacer una reseña luego de leer otras críticas de personas enojadísimas por la supuesta falta de objetividad del documental. Vivo en Italia, fui testigo de primera mano de los programas televisivos a los que la familia Biondo concurrió. Lo peor de la tv italiana. Periodismo basura, cuyo único objetivo es aumentar la audiencia. Queriendo convertir un triste suceso privado en una suerte de guerra entre Italia y España, haciéndonos creer que la justicia española puso todo su aparato en marcha para... defender y encubrir a una presentadora de Sobrevivientes? De veras?? Ninguna pruba es suficiente para los Biondo, y, por caridad, trato de ser empática con la devastación que produce la muerte de un hijo, pero es que los Biondo hacen gala de un matonismo y una ignorancia de vergüenza ajena.
Testigos, recibos de tarjetas de crédito, análisis de sangre y pruebas forenses, nada los hace aceptar la cruda realidad de que su hijo, intoxicado de cocaína, murió tratando de hacer quién sabe qué. Que la esposa no lloró? Que presentó un celular (eso es un trabajo, verdad?) elegante y sonriendo? Estas actitudes son las que hicieron pensar a la familia que su nuera es una asesina? Que no sólo es una conspiración española, sino que, además, a esta conspiración se han unido forenses, fiscales, jueces y periodistas (serios) italianos? Un poco más y veremos la mano de la CIA, el M16 o el Mossad. Todo para encubrir el asesinato de un ignoto camarógrafo italiano a manos de una "poderosísima" presentadora española. A veces un poco de sentido común es mandatorio.
Al final escribí sobre el caso y no sobre el documental. Según mi opinión, está bien hecho, es entretenido y si está hecho para limpiar el nombre de esta señora presentadora, bueno, quizás es sólo un poco de justicia para ella, siendo que la familia ha tenido todas las oportunidades que quiso, cientos y cientos de horas televisivas y kilómetros de twiters.
Vivo en Italia y en el documental aparecen opinando nombres serios y creíbles, no puedo decir que es objetivo, pero pululan por ahi varios que muestran la otra manera de pensar sobre el caso, para quien tiene curiosidad y pensamiento crítico.
Lo recomiendo, cumple con su función, entretener.

Creo firmemente que los críticos, profesionales o amateurs, no hacemos más que opinar sobre una obra artística con una simple regla de medición: nuestro propio gusto personal. Dicho esto, puedo entender que haya gente que ha valorado con 9 "El violín de mi padre" y gente que ha valorado con 1 "La maravillosa Sra. Maisel".
Habla nuestro gusto y no importa cuánto sepamos o no sobre iluminación, vestuario, producción o movimientos de cámara, hasta un profesional como Carlos Boyero sólo opina basándose en sus gustos personales. Dicho esto debo decir que La maravillosa Sra. Maisel me ha encantado. Desde su primera temporada hasta la última. Es divertida, inteligente, bella visualmente, con una banda sonora excepcional, una reconstrucción de los años 50 en EEUU impecable y las actuaciones, en general, de buenas para arriba.
De todas, destaca brillantemente Alex Borstein.
Todos los personajes son entrañables, sin excepción, te encariñas con ellos y lo agradezco, porque estoy hasta las narices de héroes y heroínas detestables.

Primero escribiré sobre la serie en sí misma. Es excelente, como se la mire. La música, las actuaciones, los diálogos. Candela Peña y Tristán Ulloa conmueven en los paños de dos personajes de enorme fragilidad. Me ha llegado muy hondo, me ha hecho sentir desasosiego, dolor de estómago, amargura. La he visto toda de un tirón, porque es muy ágil y, al mismo tiempo, muy detallada.
No vivo en España, me enteré del caso Asunta fuera de España, porque fue famoso también en el exterior. Debo decir que, desde el inicio, los padres de la pequeña me parecían inocentes. No porque me cayeran simpáticos o porque supiera tantos detalles del caso, sino porque no lograba entender con cuáles pruebas concretas los estaban condenando. Luego de ver la serie me pregunto: en medio de semejante linchamiento mediático, a nadie le pareció que el juez tenía fuertes prejuicios (la madre pasó el día con un amante, eso, automáticamente la convierte en mala madre, el padre tenía pornografía en la computadora, automáticamente es un pervertido) y se comportaba como si fuera una cuestión personal? Nadie piensa en España que han condenado a dos inocentes?