Ante una portada bella y bellas actrices se abre paso una película de soporíferos diálogos excesivos en longitud y tontos en esencia. Una historia artificial que se enmasacara con el desnudo de las actrices. No cuela. Un coñazo, vaya.
Lo mejor, la actuación de Yarovenko.
Lo peor todo lo demás...

Lejos de ser un documental autobiográfico de la historia de Pina, se convierte en una auténtica oda a su trabajo. Con la sensibilidad de aquellos que forman parte de la obra y de quienes la piensan, la montan y te la sirven en un conjunto de belleza inusitada.
Una banda sonora que hace justicia a la cinta.
"Genießen, genießen, sonst sind wir verloren"

La exultante Leonor Waltking se salva de la crítica ya que su papel es notable. Sin embargo, ni la trama, ni Miguel Ángel Silvestre, ni la cantidad de euros que sus patrocinadores aportan en la película hace que esta sea mejor, es más, parece un largo spot comercial de Chevrolet donde las conversaciones entre los personajes son previsibles.