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Críticas ordenadas por utilidad
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5.9
3,545
7
6 de mayo de 2016
6 de mayo de 2016
72 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Colonia Dignidad fue una más de las historias bizarras dentro de la historia de Chile. Bizarra en su contenido: una aldea fortificada donde un sádico violador fundó un micro-imperio de trabajo forzado y abusos de todo tipo, que además funcionaba como centro de tortura y depósito de armamento para la dictadura de Pinochet, coludido incluso con la embajada de Alemania. Centro donde fueron instruidos los dirigentes más poderosos de la derecha chilena, que todavía hoy trabajan y votan las leyes del país.
Este es el telón de fondo de la historia contada en la película Colonia. Historia que parece sencilla en su argumento: un fotógrafo alemán radicado en Chile simpatizante de la izquierda, y su pareja, una azafata inglesa, se encuentran con el golpe militar de 1973 en pleno centro de Santiago, donde son capturados. Tras ser llevados al Estadio Nacional (quizás en la escena más escalofriante de la película, no tanto por su logro cinematográfico, sino porque los chilenos sabemos todo lo que ocurrió ahí), él es enviado a Colonia Dignidad, al parecer por el simple hecho de ser alemán. El grupo de izquierda decide darlo por muerto en el mejor de los casos, pero ella decide entrar "voluntariamente" en la Colonia para ir en su rescate. Rescate que no ocurrirá hasta meses después, meses de suspenso y franco terror, de la mano de Paul Schäfer en persona.
Como es sencilla la historia, los eventos que siguen quizás sean demasiado simples en su secuencia, y se tiende a notar demasiado la intención de dramatizar una historia, que si hubiese sido contada al hueso, sin recursos literarios, hubiese llegado mucho más lejos a la hora de mostrar lo que sufrieron los personajes, y las personas reales que vivieron en la Colonia.
Comprendo la intención, de todos modos, porque esta obra no pretende ser un documental, sino que pretende llevar al público una historia mayor, una atrocidad cometida dentro de la atrocidad de la dictadura chilena, de la cual, sin embargo, pocos saben y casi nadie recuerda en el país.
La sensación de suspenso es el mejor logro de la película: estuve con los puños apretados desde el primer hasta el último minuto. Y los apreté más cuando supe cómo fue el final histórico de la Colonia Dignidad. Sigo en spoiler histórico.
Este es el telón de fondo de la historia contada en la película Colonia. Historia que parece sencilla en su argumento: un fotógrafo alemán radicado en Chile simpatizante de la izquierda, y su pareja, una azafata inglesa, se encuentran con el golpe militar de 1973 en pleno centro de Santiago, donde son capturados. Tras ser llevados al Estadio Nacional (quizás en la escena más escalofriante de la película, no tanto por su logro cinematográfico, sino porque los chilenos sabemos todo lo que ocurrió ahí), él es enviado a Colonia Dignidad, al parecer por el simple hecho de ser alemán. El grupo de izquierda decide darlo por muerto en el mejor de los casos, pero ella decide entrar "voluntariamente" en la Colonia para ir en su rescate. Rescate que no ocurrirá hasta meses después, meses de suspenso y franco terror, de la mano de Paul Schäfer en persona.
Como es sencilla la historia, los eventos que siguen quizás sean demasiado simples en su secuencia, y se tiende a notar demasiado la intención de dramatizar una historia, que si hubiese sido contada al hueso, sin recursos literarios, hubiese llegado mucho más lejos a la hora de mostrar lo que sufrieron los personajes, y las personas reales que vivieron en la Colonia.
Comprendo la intención, de todos modos, porque esta obra no pretende ser un documental, sino que pretende llevar al público una historia mayor, una atrocidad cometida dentro de la atrocidad de la dictadura chilena, de la cual, sin embargo, pocos saben y casi nadie recuerda en el país.
La sensación de suspenso es el mejor logro de la película: estuve con los puños apretados desde el primer hasta el último minuto. Y los apreté más cuando supe cómo fue el final histórico de la Colonia Dignidad. Sigo en spoiler histórico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como muchas veces en la historia universal, la justicia simplemente no llegó. La Colonia siguió operando como tal hasta mucho tiempo después del fin de la dictadura. La democracia chilena sencillamente no indagó en buscar y condenar a Paul Schäfer hasta el 2005, cuando lo atraparon en Argentina. Vivió su tardía condena solamente 5 años, y murió de anciano en una cárcel en Santiago. La misma comunidad que retomó las instalaciones de la Colonia Dignidad y la rebautizó Villa Baviera, fue la que tuvo que pedir disculpas públicas por las atrocidades que vivieron, de las cuales también formaron parte, inevitablemente.
Por eso me da vergüenza vivir en Chile. Porque sé que la justicia tarda demasiado. Porque no se puede dejar atrás el pasado, no uno como éste, no cuando no ha terminado de ser enmendado. Como dijo una inmigrante que hace unas semanas escribió una carta, a propósito de su decepción por vivir en este país, Estados Unidos parece un paraíso socialista en comparación a lo que se vivió, y todavía se vive aquí. Y debo agradecer a esta película por devolverme la indignación. Sin indignación, no hay movilización.
Por eso me da vergüenza vivir en Chile. Porque sé que la justicia tarda demasiado. Porque no se puede dejar atrás el pasado, no uno como éste, no cuando no ha terminado de ser enmendado. Como dijo una inmigrante que hace unas semanas escribió una carta, a propósito de su decepción por vivir en este país, Estados Unidos parece un paraíso socialista en comparación a lo que se vivió, y todavía se vive aquí. Y debo agradecer a esta película por devolverme la indignación. Sin indignación, no hay movilización.

6.1
938
7
24 de julio de 2024
24 de julio de 2024
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dividiré esta opinión en dos partes: la primera sobre Goyo como retrato simbólico del autismo, y la siguiente sobre "Goyo" como película.
Esta obra llega a nosotros en medio de un torbellino de noticias, videos, testimonios, publicaciones académicas, cursos de entrenamiento, notas en los matinales de TV y todo tipo de información, verdadera y falsa, sobre el llamado espectro autista. Existen opiniones diversas sobre qué tan fiel es el retrato del autismo en esta película: hay quienes dicen que no los representa en absoluto, que "el autismo no es así", otros que lo encuentran acertadísimo, que "así es el autismo de verdad". Como profesional que ha tratado por años con personas adultas en el espectro, voy por una opinión conciliadora: este no es "EL retrato", sino "UN retrato" del autismo. Cuando el mismo Goyo le dice a Eva que ser diferentes es algo que tienen en común, la frase aplica también para las personas autistas entre sí: todas son diferentes. Algunas trabajan, otras no: algunas se enamoran, otras no; algunas hablan, otras no. Por eso se le llamó "espectro" y más recientemente se apuesta por "neurodivergencia", que es otra forma de decir eso mismo, pero en un sentido que le quita el carácter de "trastorno". Goyo no es discapacitado, nos recuerdan sus hermanos, y el autismo no es una enfermedad. Neurodivergencia significa que su cerebro es diferente al cerebro "común" (el que encaja mejor en nuestro modelo de sociedad), y en ese "fuera de lo común" hay un universo de realidades que son imposibles de captar con exactitud en una sola película. Por eso se apuesta por UN retrato de UNA persona autista en particular.
Y es un retrato que encuentro sumamente respetuoso y elocuente, presentando las luces y sombras del autismo, sin victimizarlo ni convertirlo en un fenómeno de circo, como han hecho otras creaciones en el pasado. Notable la interpretación de Nicolás Furtado y su notoria investigación antes de ponerse en la piel de un autista como éste: un hombre, adulto, de muy alta posición económica (y por lo mismo, con más educación y más posibilidades de surgir), que no entiende algunas cosas y otras las sabe mejor que tú, y que defiende con pasión y fiereza su derecho a enamorarse, a tener sexo, a soñar y a decidir sobre su propia vida. Notables también los papeles simbólicos de ambos hermanos, representando las dos caras de lo que toda persona autista necesita: ser protegido pero también ser libre, explorar sus virtudes pero recordar sus limitaciones, abrir las alas en este mundo hermoso, pero también estar a salvo de este mundo cruel. Ninguno de los dos es un villano, y eso la obra lo deja en claro. Por caminos opuestos, ambos quieren y sólo quieren que Goyo sea feliz. Por suerte, ya que las personas autistas suelen pasarlo muchísimo peor de lo que nos muestra esta película. Pero esta es una comedia romántica, así que...
En spoiler, la segunda parte de mi crítica.
Esta obra llega a nosotros en medio de un torbellino de noticias, videos, testimonios, publicaciones académicas, cursos de entrenamiento, notas en los matinales de TV y todo tipo de información, verdadera y falsa, sobre el llamado espectro autista. Existen opiniones diversas sobre qué tan fiel es el retrato del autismo en esta película: hay quienes dicen que no los representa en absoluto, que "el autismo no es así", otros que lo encuentran acertadísimo, que "así es el autismo de verdad". Como profesional que ha tratado por años con personas adultas en el espectro, voy por una opinión conciliadora: este no es "EL retrato", sino "UN retrato" del autismo. Cuando el mismo Goyo le dice a Eva que ser diferentes es algo que tienen en común, la frase aplica también para las personas autistas entre sí: todas son diferentes. Algunas trabajan, otras no: algunas se enamoran, otras no; algunas hablan, otras no. Por eso se le llamó "espectro" y más recientemente se apuesta por "neurodivergencia", que es otra forma de decir eso mismo, pero en un sentido que le quita el carácter de "trastorno". Goyo no es discapacitado, nos recuerdan sus hermanos, y el autismo no es una enfermedad. Neurodivergencia significa que su cerebro es diferente al cerebro "común" (el que encaja mejor en nuestro modelo de sociedad), y en ese "fuera de lo común" hay un universo de realidades que son imposibles de captar con exactitud en una sola película. Por eso se apuesta por UN retrato de UNA persona autista en particular.
Y es un retrato que encuentro sumamente respetuoso y elocuente, presentando las luces y sombras del autismo, sin victimizarlo ni convertirlo en un fenómeno de circo, como han hecho otras creaciones en el pasado. Notable la interpretación de Nicolás Furtado y su notoria investigación antes de ponerse en la piel de un autista como éste: un hombre, adulto, de muy alta posición económica (y por lo mismo, con más educación y más posibilidades de surgir), que no entiende algunas cosas y otras las sabe mejor que tú, y que defiende con pasión y fiereza su derecho a enamorarse, a tener sexo, a soñar y a decidir sobre su propia vida. Notables también los papeles simbólicos de ambos hermanos, representando las dos caras de lo que toda persona autista necesita: ser protegido pero también ser libre, explorar sus virtudes pero recordar sus limitaciones, abrir las alas en este mundo hermoso, pero también estar a salvo de este mundo cruel. Ninguno de los dos es un villano, y eso la obra lo deja en claro. Por caminos opuestos, ambos quieren y sólo quieren que Goyo sea feliz. Por suerte, ya que las personas autistas suelen pasarlo muchísimo peor de lo que nos muestra esta película. Pero esta es una comedia romántica, así que...
En spoiler, la segunda parte de mi crítica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como película, creo que los dos primeros tercios son geniales. Me encanta cómo Eva se acerca a él, cómo admira su autenticidad, su aparente incapacidad de mentir o leer entre líneas (su don y su maldición, como se muestra más tarde). Me gusta que la atracción sexual no sea retratada como la insistencia de un hombre para que la mujer ceda (hola, "Diario de una pasión") ni viceversa. Después del momento bizarro y las disculpas mutuas, Eva también se siente atraída por él, de la misma forma que todas las personas nos atraemos unas a otras: inevitable e irremediablemente. En eso, la historia humaniza a dos personajes abismalmente diferentes, los pone en el mismo nivel, tendidos en la misma cama, de forma orgánica y natural, en absoluto forzada ni morbosa. Ese momento, en mi opinión, es el mejor logrado de la película.
Pero tuve problemas con el tercer acto de la historia, sobre el encuentro con la madre y la resolución. Entiendo que el problema de la madre también tiene la intención simbólica de representar la incomprensión, el agotamiento, las formas diversas que tienen las madres de enfrentarse a sus propios demonios, y la necesidad de decir, de una vez por todas, que una mujer no se vuelve malvada por admitir que no sabe maternar. Pero sigo sintiendo que esa trama la metieron con calzador. No encaja con la historia, es como si de pronto hubiese empezado otra película, incluso con los mismos personajes. A decir verdad no le veo demasiado propósito; encontré mucho más acertado que la madre simplemente fuese referida como una ausente que el momento en que apareció.
Sobre el final, creo que faltó hablar un poco más sobre Eva y su propio conflicto familiar, que quedó en nada. ¿Qué pasó con el esposo violento y aproblemado? ¿Fue apartado definitivamente por ella, volverá por Goyo, se habrá muerto? La golpiza fue un punto de conflicto tremendo para Goyo, fue el motivo de la negación de Eva y el causante de su crisis más grave, ¿y desaparece así nomás? ¿Qué pasó con los hijos de ella, sobre todo con el hijo mayor? Y la más importante, ¿llegó el más pequeño a ser Presidente de Argentina?
Pero tuve problemas con el tercer acto de la historia, sobre el encuentro con la madre y la resolución. Entiendo que el problema de la madre también tiene la intención simbólica de representar la incomprensión, el agotamiento, las formas diversas que tienen las madres de enfrentarse a sus propios demonios, y la necesidad de decir, de una vez por todas, que una mujer no se vuelve malvada por admitir que no sabe maternar. Pero sigo sintiendo que esa trama la metieron con calzador. No encaja con la historia, es como si de pronto hubiese empezado otra película, incluso con los mismos personajes. A decir verdad no le veo demasiado propósito; encontré mucho más acertado que la madre simplemente fuese referida como una ausente que el momento en que apareció.
Sobre el final, creo que faltó hablar un poco más sobre Eva y su propio conflicto familiar, que quedó en nada. ¿Qué pasó con el esposo violento y aproblemado? ¿Fue apartado definitivamente por ella, volverá por Goyo, se habrá muerto? La golpiza fue un punto de conflicto tremendo para Goyo, fue el motivo de la negación de Eva y el causante de su crisis más grave, ¿y desaparece así nomás? ¿Qué pasó con los hijos de ella, sobre todo con el hijo mayor? Y la más importante, ¿llegó el más pequeño a ser Presidente de Argentina?
8
27 de diciembre de 2019
27 de diciembre de 2019
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica se basa tanto en la película que anoche vi, como en las críticas que leí inmediatamente después.
Pienso que comparar esta trilogía nueva con la original, si bien es casi inevitable, es un error. Con toda la carga emocional que implica haber visto los episodios IV, V y VI cuando éramos niños y nos dejábamos sorprender con prácticamente cualquier cosa, si comparamos ésa experiencia con ésta, seguramente quedaremos insatisfechos con la actual porque "no es la verdadera Star Wars". Pero hay muchas cosas que le perdonamos a la original, que en esta trilogía nueva ocurren casi de la misma forma pero no las dejamos pasar. Quien afirme que Luke Skywalker en la saga original tuvo un camino de entrenamiento Jedi "mejor" o "más acabado" o "más humano" que el de Rey, francamente se equivoca. Luke entrenó UN DÍA con Obi Wan Kenobi en el Episodio IV y adquirió poderes en la Fuerza de inmediato; tuvo apenas un par de lecciones más de Yoda en el legendario Episodio V, y llegó convertido en Caballero Jedi en el VI sin que nadie supiera cuándo ni cómo. El entrenamiento Jedi de Rey en esta saga nueva es prácticamente igual. ¿Por qué lo miramos con tan malos ojos ahora? ¿Porque es más joven, porque es mujer? ¿O porque nos duele que "las cosas no sean igual que antes"?
Bueno, no lo son. Y esta saga lo ha dejado bastante claro, desde el planteamiento mismo de sus personajes: una mujer, un negro y un latino se enfrentan a un fascismo nostálgico de dictaduras del pasado. Tan nostálgico que no puede despegarse de sus héroes de antaño, mientras la Resistencia se ve obligada a dejar ir a los suyos para crear otros nuevos, con otras formas de organización y lucha. Conservadurismo versus progresismo, básicamente. Ojalá pudiera verse como una metáfora de lo que nos pasa hoy. Acá en Chile, creíamos que nunca se podría armar una revolución por redes sociales porque "así no es como se hacen las cosas", y hoy tenemos el estallido social más grande en los últimos 30 años, ¿y quién lo inició, y cómo? Escolares, niños que "no saben nada de política", a través de puras redes sociales. Nuestra propia Resistencia, dejando atrás sus antiguos héroes democráticos farsantes, mientras la Primera Orden sigue aferrada a los suyos. ¿Qué les parece?
Volviendo a la película, da muchísimo gusto ver una obra filmada, musicalizada y manufacturada en toda la parte técnica con tanto cariño como el que le ponen JJ Abrams y compañía. Es hermoso seguir una historia que tiene las cuotas justas de humor y dramatismo, momentos de acción a raudales y momentos de abstracción precisos para tomar un respiro y seguir viajando. Sí considero que la edición de la historia final deja una sensación de "aquí falta algo" (en spoilers). Se nota más en la tremendamente acelerada primera hora de película, y en otros momentos que me pregunto más abajo. Pero en el pasado Episodio VIII, la historia se contradecía a cada rato, los personajes (en especial los secundarios) tomaban decisiones terriblemente erráticas, y toda la obra era un sabotaje de sí misma. Que en esta historia queden algunos cabos sueltos, es una gran mejora en relación a la anterior. Aquí hay un propósito claro, un sólo norte para todos los personajes, y avanzan hacia él con una energía que no te suelta en todo el camino. La Fuerza está presente en cada uno de ellos. La Fuerza vuelve como un concepto que los trasciende a todos; no es tratada tan teóricamente como en el Episodio VIII, sino que incide directamente en las decisiones, en especial en la joven Rey, que a pesar de sufrir aquí más que antes, sigue optimista a prueba de TODO, y en el tremendo, tremendo personaje de Kylo Ren, sin duda el mejor logro de esta saga.
Hay que dejar que esta experiencia progrese, que transmute, que se transforme a nuevos cánones y nuevos temas de interés que están pegando ahora. El universo Star Wars no fue creado para el gusto personal e íntimo de cada friki que lo conoce, fue creado para el entretenimiento de las masas: esto es cultura pop, y la cultura pop es así. Hay que dejarse llevar por la Fuerza; demasiadas preguntas te arruinarán el viaje. Primero, hay que disfrutar. Para eso fue hecha esta saga.
Pienso que comparar esta trilogía nueva con la original, si bien es casi inevitable, es un error. Con toda la carga emocional que implica haber visto los episodios IV, V y VI cuando éramos niños y nos dejábamos sorprender con prácticamente cualquier cosa, si comparamos ésa experiencia con ésta, seguramente quedaremos insatisfechos con la actual porque "no es la verdadera Star Wars". Pero hay muchas cosas que le perdonamos a la original, que en esta trilogía nueva ocurren casi de la misma forma pero no las dejamos pasar. Quien afirme que Luke Skywalker en la saga original tuvo un camino de entrenamiento Jedi "mejor" o "más acabado" o "más humano" que el de Rey, francamente se equivoca. Luke entrenó UN DÍA con Obi Wan Kenobi en el Episodio IV y adquirió poderes en la Fuerza de inmediato; tuvo apenas un par de lecciones más de Yoda en el legendario Episodio V, y llegó convertido en Caballero Jedi en el VI sin que nadie supiera cuándo ni cómo. El entrenamiento Jedi de Rey en esta saga nueva es prácticamente igual. ¿Por qué lo miramos con tan malos ojos ahora? ¿Porque es más joven, porque es mujer? ¿O porque nos duele que "las cosas no sean igual que antes"?
Bueno, no lo son. Y esta saga lo ha dejado bastante claro, desde el planteamiento mismo de sus personajes: una mujer, un negro y un latino se enfrentan a un fascismo nostálgico de dictaduras del pasado. Tan nostálgico que no puede despegarse de sus héroes de antaño, mientras la Resistencia se ve obligada a dejar ir a los suyos para crear otros nuevos, con otras formas de organización y lucha. Conservadurismo versus progresismo, básicamente. Ojalá pudiera verse como una metáfora de lo que nos pasa hoy. Acá en Chile, creíamos que nunca se podría armar una revolución por redes sociales porque "así no es como se hacen las cosas", y hoy tenemos el estallido social más grande en los últimos 30 años, ¿y quién lo inició, y cómo? Escolares, niños que "no saben nada de política", a través de puras redes sociales. Nuestra propia Resistencia, dejando atrás sus antiguos héroes democráticos farsantes, mientras la Primera Orden sigue aferrada a los suyos. ¿Qué les parece?
Volviendo a la película, da muchísimo gusto ver una obra filmada, musicalizada y manufacturada en toda la parte técnica con tanto cariño como el que le ponen JJ Abrams y compañía. Es hermoso seguir una historia que tiene las cuotas justas de humor y dramatismo, momentos de acción a raudales y momentos de abstracción precisos para tomar un respiro y seguir viajando. Sí considero que la edición de la historia final deja una sensación de "aquí falta algo" (en spoilers). Se nota más en la tremendamente acelerada primera hora de película, y en otros momentos que me pregunto más abajo. Pero en el pasado Episodio VIII, la historia se contradecía a cada rato, los personajes (en especial los secundarios) tomaban decisiones terriblemente erráticas, y toda la obra era un sabotaje de sí misma. Que en esta historia queden algunos cabos sueltos, es una gran mejora en relación a la anterior. Aquí hay un propósito claro, un sólo norte para todos los personajes, y avanzan hacia él con una energía que no te suelta en todo el camino. La Fuerza está presente en cada uno de ellos. La Fuerza vuelve como un concepto que los trasciende a todos; no es tratada tan teóricamente como en el Episodio VIII, sino que incide directamente en las decisiones, en especial en la joven Rey, que a pesar de sufrir aquí más que antes, sigue optimista a prueba de TODO, y en el tremendo, tremendo personaje de Kylo Ren, sin duda el mejor logro de esta saga.
Hay que dejar que esta experiencia progrese, que transmute, que se transforme a nuevos cánones y nuevos temas de interés que están pegando ahora. El universo Star Wars no fue creado para el gusto personal e íntimo de cada friki que lo conoce, fue creado para el entretenimiento de las masas: esto es cultura pop, y la cultura pop es así. Hay que dejarse llevar por la Fuerza; demasiadas preguntas te arruinarán el viaje. Primero, hay que disfrutar. Para eso fue hecha esta saga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Qué diablos sería lo que Finn tenía que decirle a Rey? Y a propósito, ¿qué le pasa a Finn, que puede "presentir" dónde y cómo está Rey a cada rato? ¿Se habrá contagiado con midiclorianas al tomar el sable láser en el Episodio VII? ¿O es "la fuerza del amor"? Espero que no sea eso... ¿Por qué Rey y Poe Dameron pelean tanto? ¿Acaso también se gustan? ¿Qué onda esos tres? ¿Se viene una relación poliamorosa en la Galaxia? Eso sí que pondría de cabeza a los fans históricos de la saga: "¡LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO HA ARRUINADO STAR WARS!". ¡Qué risa!
Considero un noble intento darle a C3PO su propio rollo como robot. Aquí aparece más y mejor armado que en las entregas anteriores de ésta saga. Y nos recuerda precisamente eso: el tipo es un robot, con personalidad y todo, pero un robot, y puede tener los mismos problemas que tienen todos los robots. Yo creí que lo íbamos a perder para siempre, y hubiese sido un digno final en verdad. En cuanto a los otros robots, tenemos a R2 desaparecido de la acción (quizás ya tuvo suficiente también), BB8 igual que siempre, y el secador de pelo, ¿qué monos pintaba? Ah, tenía el mapa de Exegor. Bien, muchas gracias... Chewie, temí por tu vida en serio. Las chicas nuevas (la del casco, algo así como la ex de Poe; y la morena del ejército montado) también se volvieron entrañables en su corta presentación. Otra genialidad: un personaje no necesita una tremenda historia detrás para encajar en ésta. Star Wars hace eso todo el tiempo, y está genial.
Tenía bajas expectativas sobre el regreso del Emperador antes de ver la película. Pero verlo en pantalla fue realmente escalofriante, y fue exactamente como tenía que ser. Qué talento el de Ian McDiarmid. Y fue una gran salida ese rollo de la Orden Final: ya no más Estrellas de la Muerte únicas y fáciles de acabar, ahora toda la flota tiene el mismo poder, se acabó. Genial haber corregido ese "error del pasado", en palabras del Almirante Colegiado.
Ahora bien, yo me imaginaba otro final de ese conflicto: Rey mata al Emperador y ocurre exactamente lo que él dijo, el Lado Oscuro entra de lleno en ella, y comienza un conflicto interno "todos los Sith versus todos los Jedi" que empieza a desintegrarla física y mentalmente. Y ahí Kylo Ren llega al rescate, le devuelve su porción de Fuerza que ella le dio antes, y así él absorbe la oscuridad para finalmente sacrificarse por ella. Algo así como en El Exorcista. PD: a mí sí me gustó el beso de despedida. Rey es más poliamorosa de lo que parece.
Considero un noble intento darle a C3PO su propio rollo como robot. Aquí aparece más y mejor armado que en las entregas anteriores de ésta saga. Y nos recuerda precisamente eso: el tipo es un robot, con personalidad y todo, pero un robot, y puede tener los mismos problemas que tienen todos los robots. Yo creí que lo íbamos a perder para siempre, y hubiese sido un digno final en verdad. En cuanto a los otros robots, tenemos a R2 desaparecido de la acción (quizás ya tuvo suficiente también), BB8 igual que siempre, y el secador de pelo, ¿qué monos pintaba? Ah, tenía el mapa de Exegor. Bien, muchas gracias... Chewie, temí por tu vida en serio. Las chicas nuevas (la del casco, algo así como la ex de Poe; y la morena del ejército montado) también se volvieron entrañables en su corta presentación. Otra genialidad: un personaje no necesita una tremenda historia detrás para encajar en ésta. Star Wars hace eso todo el tiempo, y está genial.
Tenía bajas expectativas sobre el regreso del Emperador antes de ver la película. Pero verlo en pantalla fue realmente escalofriante, y fue exactamente como tenía que ser. Qué talento el de Ian McDiarmid. Y fue una gran salida ese rollo de la Orden Final: ya no más Estrellas de la Muerte únicas y fáciles de acabar, ahora toda la flota tiene el mismo poder, se acabó. Genial haber corregido ese "error del pasado", en palabras del Almirante Colegiado.
Ahora bien, yo me imaginaba otro final de ese conflicto: Rey mata al Emperador y ocurre exactamente lo que él dijo, el Lado Oscuro entra de lleno en ella, y comienza un conflicto interno "todos los Sith versus todos los Jedi" que empieza a desintegrarla física y mentalmente. Y ahí Kylo Ren llega al rescate, le devuelve su porción de Fuerza que ella le dio antes, y así él absorbe la oscuridad para finalmente sacrificarse por ella. Algo así como en El Exorcista. PD: a mí sí me gustó el beso de despedida. Rey es más poliamorosa de lo que parece.
9
9 de octubre de 2023
9 de octubre de 2023
17 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay cosas que enojan a muchos usuarios en este medio sobre las ideas del Hollywood actual. A dichos "críticos" (así, entre comillas) les enoja que:
1. exista la sola idea de los productos interconectados (películas, series, hasta videojuegos en el caso de Star Wars),
2. que algunos de esos productos sean mejores que otros (estamos de acuerdo en lo mal que salió la serie de Obi Wan), o incluso que algunos estén notablemente bien elaborados, como éste, y
3. que los productos de Hollywood, y de Disney como estandarte, sean amables con el mandato de la inclusión, que no es otra cosa que dar representación a todo lo que hasta hace 10 años, aunque existía en el mundo real, no tenía voz (a saber, que haya mujeres tomando decisiones, que no estén permanentemente sexualizadas, o que el afecto entre los personajes no siempre termine en romance). Digo amables, porque en Disney sí que tenemos productos bastante forzados en ese tema y a la fuerza no hay cariño. Pero éste no es el caso.
Si eso les molesta de antemano, aunque vean "Ahsoka" de principio a fin, tengan todas las referencias a mano y se declaren fans de Star Wars, igual no les va a gustar. Tristemente, tirar "hate" es un deporte en estos días. El deporte más tonto del mundo, hay que decir.
Dicho esto, ahora sí, hablar sobre "Ahsoka".
Hay que hablar del ritmo de esta serie. Está lejos de la rapidez de las series animadas o de las trilogías, también está lejos de la diversión y la ternura de "The Mandalorian". De hecho se coce a fuego bastante lento, casi tan lento como "Andor" (que ya está elevada por algunos como lo mejor de Star Wars desde "El Imperio Contraataca"). Ya lo habían anunciado los creadores, esta iba a ser una serie de estilo samurai. Así fue el gran episodio donde aparecía la togruta por primera vez con el Mandaloriano, y ése no fue un episodio rápido. Digamos que cada capítulo se toma muy tranquilamente su tiempo, un poco para profundizar en los personajes, en sus lazos y sus propósitos, y un poco para dejarnos apreciar la belleza de los maquillajes y diseños de vestuario (QEPD Shawna Trpcic, se nos fue después de dejarnos un trabajo hermoso, igual que Ray Stevenson). El que quiera que todo pase rápido y haya un impacto tras otro "sin tiempo de aburrirse", que se vaya a ver el Episodio VII "El Despertar de la Fuerza".
Ya que estamos, también hay que admirar lo interesante de los personajes, tan maravillosamente bien escritos por Dave Filoni. Me declaro completamente enamorado de Shin Hati y feliz sería su prisionero. Pero el mejor de todos ya sabemos quién es: por lejos, Baylan Skol. Cada minuto de su presencia en pantalla es absoluto, llena todo el espacio con su hablar. Tremendo Ray Stevenson, sin duda recibirá algún premio póstumo y muy bien merecido lo tendría. Por otro lado, entre recuperar a los de Rebels (no vi la serie así que no lo sé con certeza, pero existe cierto consenso en que están todos bien representados) y homenajear con tanto respeto a un omnipresente de la saga original, el eterno Anakin Skywalker (notable trabajo de Hayden Christensen, con los años ha dominado toda la complejidad del personaje ¡sólo con su mirada!), sabemos que estamos ante una serie que trata no sólo de eventos fantásticos interconectados, sino de personajes en desarrollo. De cómo enfrentan sus vulnerabilidades, de cómo se atreven a lo desconocido, de cómo confían no sólo en la Fuerza, sino también y sobre todo en sus amigos, en sus aliados y en sí mismos. Y es por este último frente, el de los personajes en desarrollo, es que no podemos poner a la querida Ahsoka Tano y su aprendiz, la poco lúcida Sabine Wren, al mismo nivel de la jedi Rey Palpatine. No hay comparación, las mujeres de esta serie superan por todos lados a la Mary Sue de la trilogía secuela. Tengo un comentario sobre el tema "demasiadas mujeres", que dejaré en spoiler.
En ambos frentes, conexión de eventos y desarrollo de personajes, la actual "saga del multiverso" de Marvel ha fracasado estrepitosamente. Así que da gusto saber que esto no es una cuestión general en todo Disney y que todavía tenemos esperanza en este lado de la galaxia.
Yo también quiero una clase con Huyang, también quiero una conversación larga y tendida con Baylan, también quiero un paseo con Hera Syndulla, también quiero rendir cuentas a Mon Mothma, y sobre todo, también quiero que Ahsoka Tano me entrene en los caminos de la Fuerza. Y no me quejaría de dar un paseo en speeder con Sabine. Por todo ese fanservice y por mucho más... Gracias, maestro Filoni.
1. exista la sola idea de los productos interconectados (películas, series, hasta videojuegos en el caso de Star Wars),
2. que algunos de esos productos sean mejores que otros (estamos de acuerdo en lo mal que salió la serie de Obi Wan), o incluso que algunos estén notablemente bien elaborados, como éste, y
3. que los productos de Hollywood, y de Disney como estandarte, sean amables con el mandato de la inclusión, que no es otra cosa que dar representación a todo lo que hasta hace 10 años, aunque existía en el mundo real, no tenía voz (a saber, que haya mujeres tomando decisiones, que no estén permanentemente sexualizadas, o que el afecto entre los personajes no siempre termine en romance). Digo amables, porque en Disney sí que tenemos productos bastante forzados en ese tema y a la fuerza no hay cariño. Pero éste no es el caso.
Si eso les molesta de antemano, aunque vean "Ahsoka" de principio a fin, tengan todas las referencias a mano y se declaren fans de Star Wars, igual no les va a gustar. Tristemente, tirar "hate" es un deporte en estos días. El deporte más tonto del mundo, hay que decir.
Dicho esto, ahora sí, hablar sobre "Ahsoka".
Hay que hablar del ritmo de esta serie. Está lejos de la rapidez de las series animadas o de las trilogías, también está lejos de la diversión y la ternura de "The Mandalorian". De hecho se coce a fuego bastante lento, casi tan lento como "Andor" (que ya está elevada por algunos como lo mejor de Star Wars desde "El Imperio Contraataca"). Ya lo habían anunciado los creadores, esta iba a ser una serie de estilo samurai. Así fue el gran episodio donde aparecía la togruta por primera vez con el Mandaloriano, y ése no fue un episodio rápido. Digamos que cada capítulo se toma muy tranquilamente su tiempo, un poco para profundizar en los personajes, en sus lazos y sus propósitos, y un poco para dejarnos apreciar la belleza de los maquillajes y diseños de vestuario (QEPD Shawna Trpcic, se nos fue después de dejarnos un trabajo hermoso, igual que Ray Stevenson). El que quiera que todo pase rápido y haya un impacto tras otro "sin tiempo de aburrirse", que se vaya a ver el Episodio VII "El Despertar de la Fuerza".
Ya que estamos, también hay que admirar lo interesante de los personajes, tan maravillosamente bien escritos por Dave Filoni. Me declaro completamente enamorado de Shin Hati y feliz sería su prisionero. Pero el mejor de todos ya sabemos quién es: por lejos, Baylan Skol. Cada minuto de su presencia en pantalla es absoluto, llena todo el espacio con su hablar. Tremendo Ray Stevenson, sin duda recibirá algún premio póstumo y muy bien merecido lo tendría. Por otro lado, entre recuperar a los de Rebels (no vi la serie así que no lo sé con certeza, pero existe cierto consenso en que están todos bien representados) y homenajear con tanto respeto a un omnipresente de la saga original, el eterno Anakin Skywalker (notable trabajo de Hayden Christensen, con los años ha dominado toda la complejidad del personaje ¡sólo con su mirada!), sabemos que estamos ante una serie que trata no sólo de eventos fantásticos interconectados, sino de personajes en desarrollo. De cómo enfrentan sus vulnerabilidades, de cómo se atreven a lo desconocido, de cómo confían no sólo en la Fuerza, sino también y sobre todo en sus amigos, en sus aliados y en sí mismos. Y es por este último frente, el de los personajes en desarrollo, es que no podemos poner a la querida Ahsoka Tano y su aprendiz, la poco lúcida Sabine Wren, al mismo nivel de la jedi Rey Palpatine. No hay comparación, las mujeres de esta serie superan por todos lados a la Mary Sue de la trilogía secuela. Tengo un comentario sobre el tema "demasiadas mujeres", que dejaré en spoiler.
En ambos frentes, conexión de eventos y desarrollo de personajes, la actual "saga del multiverso" de Marvel ha fracasado estrepitosamente. Así que da gusto saber que esto no es una cuestión general en todo Disney y que todavía tenemos esperanza en este lado de la galaxia.
Yo también quiero una clase con Huyang, también quiero una conversación larga y tendida con Baylan, también quiero un paseo con Hera Syndulla, también quiero rendir cuentas a Mon Mothma, y sobre todo, también quiero que Ahsoka Tano me entrene en los caminos de la Fuerza. Y no me quejaría de dar un paseo en speeder con Sabine. Por todo ese fanservice y por mucho más... Gracias, maestro Filoni.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sobre el tema "demasiadas mujeres" o "demasiado progresismo" o "demasiada agenda woke ONU 2030" y estupideces varias: hace mucho tiempo se creó una especie de prueba de equidad de género para las películas de Hollywood, el famoso Test de Bechdel, que se aprueba si:
1. existe más de una sola mujer en el relato, o sea hay dos mujeres o más,
2. las mujeres interactúan entre sí, y
3. ellas interactúan por cualquier motivo, que no sea un hombre.
Si nos ponemos a pensarlo, "Ahsoka" cumple sólo 2 de 3. Sí hay varias mujeres, sí interactúan entre sí, pero todo el tiempo es en torno a dos hombres. A uno quieren traerlo de vuelta, al otro quieren impedirle el retorno. De hecho la serie termina cuando Ezra vuelve a casa y Thrawn escapa: se acaba la trama de los hombres y se acaba la serie. Así que ni hay demasiadas mujeres ni es demasiado rupturista esta serie. Nada más que agregar señoría.
1. existe más de una sola mujer en el relato, o sea hay dos mujeres o más,
2. las mujeres interactúan entre sí, y
3. ellas interactúan por cualquier motivo, que no sea un hombre.
Si nos ponemos a pensarlo, "Ahsoka" cumple sólo 2 de 3. Sí hay varias mujeres, sí interactúan entre sí, pero todo el tiempo es en torno a dos hombres. A uno quieren traerlo de vuelta, al otro quieren impedirle el retorno. De hecho la serie termina cuando Ezra vuelve a casa y Thrawn escapa: se acaba la trama de los hombres y se acaba la serie. Así que ni hay demasiadas mujeres ni es demasiado rupturista esta serie. Nada más que agregar señoría.

6.9
38,013
9
17 de marzo de 2017
17 de marzo de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wolverine es un personaje que atraviesa y supera su propia saga, en comics, series animadas y en el cine. Su misión, básicamente, fue darles un puñetazo en el costado a los siempre correctos X-Men desde su aparición. Incluso habiendo tomado el protagonismo en la saga cinematográfica desde su inicio, allá en el año 2000, igual desbordó la trilogía y requirió una para sí mismo, que viene a terminar ahora, y de la única forma posible.
¿Por qué el hombre de las garras causó siempre tanta fascinación? Simple respuesta: todos amamos a un antihéroe. El voto ético inquebrantable de Charles Xavier y sus alumnos sirvió más bien como telón de fondo, todo este tiempo, para los medios ambiguos y el carácter enigmático de Wolverine. En la saga del cine, desde "X-Men" (2000) pasa sin ningún problema por encima de Cíclope, el héroe de la historia original, y a pesar del infortunio que éste sufrió al ser llevado a la pantalla grande. Pero pensándolo bien, Cíclope no tiene mucho que ofrecer, sólo sus rayos y su nobleza estilo Capitán América. Wolverine no sólo tiene garras, expresión animal pura, también se regenera, o sea es prácticamente invencible, y tiene un carácter endemoniado que lo hace mucho más humano, justo lo que buscaba Bryan Singer para la saga. Animal, divinidad y hombre en un mismo personaje. Su ausencia en "Primera Generación" (2011) es cubierta fácilmente por Magneto: él es el gran antihéroe en esa historia, con un pasado oscuro, unos medios cuestionables, y una actitud que se balancea entre el sarcasmo y el franco desacuerdo con el estandarte del bien, representado por el Profesor. Es que la saga necesita un personaje ambiguo que venga a contrastar con la nobleza siempre alta de los X-Men, así es como funciona. A propóstio, pienso que aquí es donde fracasó "Apocalipsis" (2016), la última de la saga: no hay personaje ambiguo en ella, sólo una lucha polarizada entre el bien y el mal, el blanco y el negro... ninguna novedad.
Pero así como un equipo noble necesita un héroe ambiguo y algo maldito, ese desdichado antihéroe también necesita una familia buena, una que lo guíe y lo sostenga cuando las cosas se desvíen del rumbo, si es que le importa mantener un mínimo de dignidad. Sin embargo, nada dura para siempre... nada, excepto él. ¿Qué pasa con ese personaje maldito cuando esa familia ya no está? En pocas palabras, está jodido.
De eso, básicamente, se trata "Logan". De lo que pasa con el antihéroe cuando se queda solo.
Pareciera que los superhéroes están definitivamente destinados al exilio, al ostracismo, a ser leyendas vivientes mientras se mueren. Algo así como: "El gobierno de este país les agradece su labor, pero en estos nuevos tiempos ya no necesitamos de sus superpoderes, existen instituciones que hay que respetar, y si no están dispuestos a hacerlo, bueno... lo sentimos mucho". La misma historia en "Watchmen" (2009), en "Capitán América: Civil War" (2016), en el fracaso de "El Hombre de Acero" (2013) y la todavía peor "Batman vs Superman" (2016), incluso en "Los Increíbles" (2004) de Pixar. Un superhéroe no puede descansar en paz. Ése es el verdadero precio de la gran responsabilidad que viene con un gran poder.
¿Por qué se quedó solo Logan? ¿Por qué Charles Xavier está tan triste? ¿Qué pasó con los demás? No se sabe, la historia es una sombra. Una historia no asumida que los tiene agarrados del cuello, sin permitirles vivir ni morir tranquilos. No importa tanto saber qué pasó, lo que se cuenta aquí es qué pasa después de aquello. Y lo que pasa después, es que todavía queda una última pelea que dar: la pelea por el futuro de una niña. Una niña que viene de ninguna parte, destinada a ser protegida por ellos; después de todo, ellos juraron proteger a sus hermanos mutantes. Y ese juramento, aún después de todo lo sufrido, no se ha roto completamente.
¿Por qué el hombre de las garras causó siempre tanta fascinación? Simple respuesta: todos amamos a un antihéroe. El voto ético inquebrantable de Charles Xavier y sus alumnos sirvió más bien como telón de fondo, todo este tiempo, para los medios ambiguos y el carácter enigmático de Wolverine. En la saga del cine, desde "X-Men" (2000) pasa sin ningún problema por encima de Cíclope, el héroe de la historia original, y a pesar del infortunio que éste sufrió al ser llevado a la pantalla grande. Pero pensándolo bien, Cíclope no tiene mucho que ofrecer, sólo sus rayos y su nobleza estilo Capitán América. Wolverine no sólo tiene garras, expresión animal pura, también se regenera, o sea es prácticamente invencible, y tiene un carácter endemoniado que lo hace mucho más humano, justo lo que buscaba Bryan Singer para la saga. Animal, divinidad y hombre en un mismo personaje. Su ausencia en "Primera Generación" (2011) es cubierta fácilmente por Magneto: él es el gran antihéroe en esa historia, con un pasado oscuro, unos medios cuestionables, y una actitud que se balancea entre el sarcasmo y el franco desacuerdo con el estandarte del bien, representado por el Profesor. Es que la saga necesita un personaje ambiguo que venga a contrastar con la nobleza siempre alta de los X-Men, así es como funciona. A propóstio, pienso que aquí es donde fracasó "Apocalipsis" (2016), la última de la saga: no hay personaje ambiguo en ella, sólo una lucha polarizada entre el bien y el mal, el blanco y el negro... ninguna novedad.
Pero así como un equipo noble necesita un héroe ambiguo y algo maldito, ese desdichado antihéroe también necesita una familia buena, una que lo guíe y lo sostenga cuando las cosas se desvíen del rumbo, si es que le importa mantener un mínimo de dignidad. Sin embargo, nada dura para siempre... nada, excepto él. ¿Qué pasa con ese personaje maldito cuando esa familia ya no está? En pocas palabras, está jodido.
De eso, básicamente, se trata "Logan". De lo que pasa con el antihéroe cuando se queda solo.
Pareciera que los superhéroes están definitivamente destinados al exilio, al ostracismo, a ser leyendas vivientes mientras se mueren. Algo así como: "El gobierno de este país les agradece su labor, pero en estos nuevos tiempos ya no necesitamos de sus superpoderes, existen instituciones que hay que respetar, y si no están dispuestos a hacerlo, bueno... lo sentimos mucho". La misma historia en "Watchmen" (2009), en "Capitán América: Civil War" (2016), en el fracaso de "El Hombre de Acero" (2013) y la todavía peor "Batman vs Superman" (2016), incluso en "Los Increíbles" (2004) de Pixar. Un superhéroe no puede descansar en paz. Ése es el verdadero precio de la gran responsabilidad que viene con un gran poder.
¿Por qué se quedó solo Logan? ¿Por qué Charles Xavier está tan triste? ¿Qué pasó con los demás? No se sabe, la historia es una sombra. Una historia no asumida que los tiene agarrados del cuello, sin permitirles vivir ni morir tranquilos. No importa tanto saber qué pasó, lo que se cuenta aquí es qué pasa después de aquello. Y lo que pasa después, es que todavía queda una última pelea que dar: la pelea por el futuro de una niña. Una niña que viene de ninguna parte, destinada a ser protegida por ellos; después de todo, ellos juraron proteger a sus hermanos mutantes. Y ese juramento, aún después de todo lo sufrido, no se ha roto completamente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ahí reside la esperanza, fuente de vida, y de muerte. Después de tanto perseguirlos, la muerte finalmente los alcanza. Llama la atención cómo muere Charles, cómo muere Logan, incluso cómo mueren sus persecutores. Simplemente desaparecen. No hay una reflexión demasiado profunda durante la agonía, apenas hay algunas palabras de desesperación. Una breve despedida entre Logan y su "hija" Laura, totalmente destrozada. Luego, el vacío. La Nada.
Así es como se siente.
Así es como se siente.
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