Un vibrante drama judicial que pone de manifiesto las múltiples cuestiones y matices sujetos a distintas interpretaciones de todas las partes involucradas en el proceso ( fiscales, abogados, acusado, denunciante, jurado...).

Para ello Yvan Attal utilizar una brillante narrativa fragmentada que nos muestra cómo vive la situación la denunciante, el acusado y sus respectivos entornos, intercalando en pequeñas dosis información de lo que realmente había sucedido.

Una película brillante que incita a la a reflexionar, a ver la trama desde distintas perspectivas. Tema de gran actualidad: El debate está servido.

Gran drama judicial inspirado en hechos reales muy del estilo del cine de juicios clásicos de Hollywood. Son dos horas y veinte minutos en donde en ningún momento se aparta la vista de la pantalla. Fantástico reparto donde un excepcional Ricardo Darín lo da todo. La sagacidad con que Santiago Mitre aligera en ciertos momentos de la trama con algunos toque de humor hace que ésta no sea tan cruda y dura.
Por poner una pega, la película se centra excesivamente en la parte emocional en detrimento de la parte jurídica, de ahí mi calificación.

Excelente película. Refleja muy bien el conflicto entre dos maneras de entender la vida en un ambiente rural progresivamente despoblado y dejado de la mano de Dios. Valiéndose de un ritmo pausado que en todo momento refleja una tensión que va "in crescendo", Sorogoyen logra mantenernos en vilo durante todo el metraje. Para ello se apoya en un reparto excepcional. Manteniendo y respetando los diálogos en cada lengua materna de los personajes, lo cual aporta un plus de maestría y credibilidad.
Gran película, grandes actores. No se puede pedir más porque es redonda. Total y absolutamente recomendable.