Reconozco que a título personal esta nueva exploración de los pros y los contras en una relación de pareja me sedujo enormemente por dos motivos: 1) porque el guión de esta magnífica pareja de actores, maduros en sus papeles y en sus interpretaciones, entraron en mi polvoriento inglés como agua de mayo, ¡lo entendí casi todo sin necesidad de mirar los subtítulos! y 2) porque me vi reflejado en muchos de sus diálogos, y entendí que Mendes había logrado llegar a algunos de los abismos y pequeñas alegrías del ser humano (como ya hizo en American Beauty) con absoluta maestría. Está claro, no le interesa ahondar en la ironía de la mencionada, deja el humor de lado (algo que se le ha criticado injustamente), pero ahí radica la madurez de la puesta en escena (sobria aunque más que suficiente), de las interpretaciones y de la dirección en general. Más que satisfactoria.

Un guión repleto de reflexiones a nivel cinematográfico, teatral y, sobretodo, humano, magistralmente interpretado y dirigido. La fotografía y la banda sonora también van absolutamente acordes con los claroscuros y las vicisitudes experimentadas por los protagonistas. Recomendadísima, un peliculón imprescindible para los amantes del buen cine.

Lejos queda de sus ácidas e inteligentes comedias esta película, cuajada de recursos que quedan anticuados, más propios de películas de principiante. Hasta la mejor escena cómica roza el aburrimiento, como si asistiéramos a un "déjà vu", aunque hoy en día fuera ya de estilo y de época. Prefiero que Almodóvar nos retorne al drama, a la madurez de guión y ejecución que caracterizan algunas de sus anteriores películas. Echaba de menos comedia en su última filmografía, y hasta ahora se lo perdono todo, pero esta no. Malogrados actores!