Después de la película “Alps”, Lanthimos vuelve con una película inimaginable. Los actores siguen el mismo estilo de actuar, sin expresiones en la cara, fríos y con lenguaje lento, claro y con mucho peso. Una película con muchas cosas para pensar. La película es larga pero no se hace nada pesada. Está separada en dos partes, en dos mundos. No sabemos en qué época está basada la película, pero nos imaginamos que es el futuro próximo. La idea es muy original y simple, como tiene que ser. No es una película fácil y seguro que no es una película para todo el mundo. Si te dejas fluir con ella, no te lo arrepentirás, si no te dejas, vas a salir del cine antes que el final. Por las críticas en los periódicos, se ve que el mundo de los espectadores del cine no está aún preparado para ese tipo de películas y se acomode con las de Lars von Trier, o sea con más filosofía y psicología, porque el simple, raro y bien hecho, no acaba de llegar en las explicaciones que cada uno necesita dar a su mismo. Es de las películas que cuando sales del cine, aún no sabes si te ha gustado o no. Sales confundido. Hasta que empieces pensarla más y darle los créditos que se merezca. Es como la buena salsa picante. Cuando la comes no te pica, y pasando unos segundos empieza picarte gradualmente y con mucho gusto. Eso es la “Langosta”. Una buena salsa picante.