Esta película, llena de ingredientes comunes, sabe como mezclarlos inteligentemente; y deja en el camino varias enseñanzas. Destaca Jake Johnson como el irónico y divertido Jeff. Aunque la actuación del paranoico Mark Dupplas resulte a veces algo floja, la película quiere divertir y cumple, pero no esperen mucho más de ella.

Downton Abbey dista mucho de ser un dramón barato, pese a tener todos los elementos necesarios para serlo: sirvientes susurrantes, amores prohibidos, conspiraciones, matrimonios por conveniencia, etc.; lo que hace que sea una serie para no olvidar es la sólida presencia de sus actores, profesionales en todo sentido de la palabra, con poderosas actuaciones que atraen y configurar una historia impecable en todo sentido.
No puedo esperar a ver latercera temporada.

Recuerdo cuando vi esta película, sería en 1992, pasada la medianoche en algún canal local, lo que puedo decir es que se quedó grabada en mi retina y nunca más pude verla, tampoco la he encontrado en otro lugar. Jennifer Jason Leigh se caracterizó por elegir roles con contenido, esta no fue la excepción, como la chica oprimida por su hermana, ciertamente desvalida y cargando un trauma emocional cumple, por su parte el papel de la hermana realizado por Judith Ivey, siempre acechando al personaje de Leigh desde las sombras, controlando y vigilando hace que la película sea digna de ver; la gran falencia de la película, sin mencionar spoiler alguno, es el giro final el cual si bien puede verse como anunciado a lo largo de la trama, no resulta como un final adecuado ante la historia de las hermanas. si la encontrara la vería otra vez.

Esa es mi premisa; obviamente la obra de V.C. Andrews no puede plasmarse en hora y media de película, más aún siendo una versión para televisión. La adaptación captura el espíritu de la novela, sin embargo, Heather Graham tiene una pobre actuación, a millas de distancia de Ellen Burstyn quien esta nuevamente soberbia. Los debutantes Rose McIver y Wyatt Nash convencen, especialmente la primera quien lleva la mayoría del peso de la historia sobre sus hombros. En resumen es un buen homenaje para viejos fans de la Andrews, pero solo para fans.

Lo dicho, si eres una de aquellas personas que mira la homosexualidad con resquemores ni siquiera comprenderás esta película, cuyo tema principal es lisa y llanamente el amor. Muy bien lograda, con actuaciones notables, buena ambientación y una historia sólida, tiene todo para convertirse en un clásico del cine coreano.