Me gustaría reflexionar sobre el mensaje de la película. Ésta lleva al límite los estereotipos del patriarcado más rancio. Sí. Y lo hace porque cuenta una historia (que, por cierto, ha sucedido de verdad). A través de una hábil sátira, nos sumergen en Barbieland, un exceso de plástico rosa … y un mundo al revés.

Permítanme recordarles, y perdonen la obviedad, que las mujeres han vivido siglos de sometimiento, sin los mismos derechos, y relegadas a tareas al servicio de un mundo de hombres. Adoptando papeles pasivos en la sociedad y siendo cosificadas.

Cuesta entender críticas que dicen que es una película con mensajes peligrosos o que induce a la misandria. Si alguno se siente ofendido porque se plantee un mundo de hombres florero o de obreros echando exabruptos al ver a una rubia guapa, debemos reflexionar. Porque la realidad ha superado esta ficción muchas veces. Hemos avanzado, y lo hemos hecho por las personas que han luchado para erradicar la desigualdad. Y existen películas que están ahí para recordarlo. Para hacernos pensar y darnos un baño de empatía. La ironía de Barbie no escuece. De hecho, si alguien se pone a la defensiva por ella, es señal de que era necesaria.