Richard Kelly, nos adentra en la mente de un joven adolescente que sufre severos problemas mentales.
Una atmósfera surrealista, llena de simbolismos y personajes bizarros, que deja bastantes espacios y situaciones abiertas a la interpretación del espectador, lo cual siempre se agradece.
Con un soundtrack notable, y una interpretación del protagonista fabulosa, es una pelicula con un toque bastante artístico y muy original.
Definitivamente, es de aquellos largometrajes que merecen la pena de ser vistos más de una vez, para ir descubriendo e interpretando mejor los mensajes que se entregan a lo largo de él.
Altamente recomendada.
[Natalia]