Resulta impresionante lo mucho que es capaz de transmitir esta película pese a la escasa hora y media que dura. Fascina la cantidad de personajes que tiene y como todos ellos tienen relevancia durante el metraje.

Valiente cinta que trata temas como la inmigración, el racismo, el capitalismo, la infidelidad o la homosexualidad en plena mitad de los años ‘80. Con buenos toques de humor, aunque extraña en ciertos momentos, nos narra una bonita historia sobre inmigrantes, negocios, amistad y amor, elemento que nos hace humanos y otorga sentido a esta bonita obra, pero lo que realmente hace posible esta película es lo bien que se compenetran sus dos protagonistas y como cada uno intenta sobrellevar sus propios problemas de manera individual aunque siempre apoyándose en el otro.

Destacar por último la delicia que tiene por banda sonora, la forma en la que se refleja el modo de vida del grupo protagónico pakistaní y por supuesto a un maravilloso Daniel Day-Lewis en uno de sus primerísimos papeles.

Si estás leyendo esto y aún no has tenido la desgracia de ver esta pseudopelícula (por nombrarla de alguna manera), no lo hagas.

Nada está bien en “Jeruzalem”, tiene una ciertamente original o poco usada forma de dirección (en primera persona y con unas modernas y muy avanzadas vídeo-gafas/gafas-inteligentes) la cual está ejecutada de forma pésima, los actores no son lo mejor del mundo, aunque he de decir en su defensa que poco o nada pueden hacer con el guión de la película, que es algo absolutamente dantesco.

Por último, respecto a la “trama” y el cómo va avanzando la película tengo que decir que es lo peor que he visto en mi vida, al principio nos plantean una idea basada en un pasaje de la biblia y parece que es de lo que va a tratar la película, pero no, todo en esta película sucede porque sí y de manera muy forzada, una hora y media en la que la película no termina de avanzar, una auténtica perdida de tiempo.

Esta es una de las películas que más ganas tenia de ver desde que empecé a interesarme por el cine debido a su interesante titulo en español (buscando mi destino) y la aparición del gran Jack Nicholson, tristemente me veo obligado a decir que me he llevado una decepción.

Considerada por muchos como obra de culto o incluso una de las mejores películas de todos los tiempos, “Easy Rider” resulta por momentos soporífera, incomprensible e incluso llega a dar la impresión de no tener un rumbo fijo, aunque quizás sea esa la gracia de la película. Bajo mi punto de vista lo poco salvable de la película es Jack Nicholson, sobretodo las primeras escenas en las que aparece, el resto del metraje trata dos hippies en moto y escasa cosa más.

Dicho esto me gustaría destacar la banda sonora, la forma en la que se rodaron y mostraron los bonitos paisajes en las zonas de asfalto y lo bien que Peter Fonda se hace el colocado.