Me he pasado la mayor parte de la película sintiendo asco y desprecio hacia el personaje principal. Gritándole a la pantalla "¡¡Noooooooo!! ¡¡Por favor, noooooo!! ¡¡Paraaaa!!".

Ha habido momentos en los que me he planteado tirar la toalla para evitar que me diera un infarto dejando a mi hijo huérfano.

Esta película no pasa de ser un intento fallido de humanizar a un trastornado mental grave.
Algo que en la película del Joker se logró de forma magistral, consiguiendo que los espectadores empatizaran profundamente con Arthur, se queda aquí en intento pobre y fallido.

No ayuda el que los personajes tengan menos profundidad que un charco en el desierto, que su guión les obligue a hacer cosas que no son coherentes con su personaje y que los actores no estén a la altura ni de las películas de cine de barrio.