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Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
25 de marzo de 2019 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pareja recibe una llamada en medio de la noche,él acaba de ganar el Nobel de Literatura. Comienzan a saltar como niños en la cama, de repente ella detiene la celebración, allí nos damos cuenta que algo no encaja, algo no está del todo bien.


Así arranca The wife (La buena esposa), un film basado en el libro homónimo de Meg Wolitzer, donde vemos a una pareja, aparentemente felíz… Se apoyan el uno al otro, son amigos, confidentes y, especialmente, cómplices. Como toda buena obra de intensidad dramática, la narrativa, casi teatral de la misma, se apoya en irnos revelando poco a poco, con guiños y primerísimos planos, las grietas de esta relación.

La dirección de Runge está cuidada, muy medida, sin embargo poco imaginativa, es una pieza diseñada a medida para que todo el peso de la misma recaiga sobre los hombros de sus intérpretes. La composición de sus planos, casi siempre iguales, dice mucho sobre nuestro personaje principal, ubica a Joan (Glenn Close) en el centro del mismo, una serie de interlocutores en un extremo quienes le pasan por encima para comunicarse con su célebre esposo Joe (Jonathan Pryce), ella es una espectadora de su propia vida.

El primer acto nos da indicios de que Joan parece ser alguien que se conformó, como muchas esposas, con poner en pausa su vida y su brillante futuro para ser el motor de la vida de su esposo, un demonio encantador pero súper talentoso al que todo se le perdona, incluso sus infidelidades. Un escritor (Cristian Slater) que parece ser el stalker designado del famoso autor, insistirá en acercarse a la pareja, gradual y constantemente, con el fin de dar certeza a sus sospechas.

El film se vuelve en momentos lento, pero cuyo placer radica en las revelaciones que nos va soltando gota a gota, a través de flashbacks, gestos, miradas. Glenn Close ha llegado a un punto fantástico en su interpretación, muy comparable a aquella de Relaciones Peligrosas (1988) o Atracción Fatal (1987), indudablemente es muy fácil visualizarla con ése Oscar en su mano, su única competencia deberia ser Olivia Colman de La Favorita (2018). De igual manera su compañero, Jonathan Pryce, se luce en el papel del escritor, forman una dupla perfecta.

Lo desdeñable para mí es que, a fin de que todo gire alrededor de la historia principal, se descuidan las subtramas que orbitan en torno a ésta, esa relación de constante tirantez de Joe (Pryce) con su hijo escritor merecía más centimetraje que nos ayudase a comprender el por qué de las cosas, el director solo se limita a presentarlo como un hecho y ya.

Si no la han visto, háganlo y conviértanse en fan de Glenn Close, esta película les dará todas la razones para ello.

http://elestimulo.com/blog/detras-de-un-gran-hombre/
1 de marzo de 2019 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente uno no esperaría que el director de Loco por Mary nos ofrezca una película detallista, íntima y sensible. Pero justamente eso es lo que obtenemos de la puesta en escena de esta historia. Un relato basado en una amistad que sí sucedió.

Todos recordamos con placer aquellas aventuras en Driving Miss Daisy(1989), esto podría decirse que es similar, pero al revés, esta vez es al negro de la película al que llevan de un lado a otro, en algo que más que una road movie, es más bien un retrato en primerísimo primer plano de una relación entre dos personajes disímiles.

Recuerda esta película de Peter Farrelly a la manera clásica y hollywoodense de hacer películas, un guión bastante sencillo, sin demasiadas vueltas, en 3 actos. Green Book era el manual que se le daba a los afroamericanos como una guía para que supieran en que sitios podían comer y dormir en la región del sur de los Estados Unidos, la zona con más problemas de segregación racial en pleno 1962, donde sus derechos no eran los mismos de la gente blanca.

A pesar de ser un pilar importante para la historia, el tema racial es presentado sin desproporción, sin convertirse en un panfleto de denuncia, pero que va cobrando importancia a medida que se adentran en el territorio sureño y los problemas se hacen más graves y más obvios. Tocando en los lugares mas exclusivos y rodeados por la gente más elegante, al bajarse del escenario el artista de color es simplemente igual que el otro afroamericano que limpia el piso.

Viggo Mortensen demuestra que se mete en la piel de lo que sea que le pongan al frente, su transformación en Tony Lip, un italo-americano con un saludable apetito y unos cuantos kilos demás es total, gestos y ademanes bien logrados, además de lograr impecablemente el acento propio de la comunidad de inmigrantes italianos en el Bronx, podría haberle enseñado unos cuantos trucos al cast de The Assassination of Gianni Versace.

De manera similar ocurre con Mahershala Ali, se apodera de Don Shirley, un tipo culto, refinado, políglota y un prodigio musical a tal es su nivel, que en la secuencia inicial, cuando lo presentan tocando Chopin, la manera como digita el piano con tal precisión hace preguntarse si en realidad esto es obra de efectos especiales, yo quedé con la duda, su ejecución es impresionante.

http://elestimulo.com/blog/green-book-de-vuelta-al-cine-clasico/
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