Lo que aparenta ser una historia personal de sufrimiento y reencuentro acaba siendo una excusa para advertir de las consecuencias de salirse de los estándares en el ejercicio de la fe religiosa.
El afán del director por hacer una obra moralista hace que la trama dé saltos inconexos, impidiendo que el espectador fluya con la historia y teniendo que utilizar el recurso de lo explícito para generar emoción.
Muy buena actuación de Fraser, pero película pasable.

Rohrwacher consigue condensar con maestría tantos dilemas humanos que nos atraviesan. La peli es una melodía linda, onírica, que conecta bien con los ritmos del espectador al que se le van revelando las diferentes tramas.
fAdemás de todo ello, y por no abundar en lo recogido en otras críticas, expone el debate del valor de las cosas, en la dicotomía valor afectivo-humano vs valor mercantil. Un planteamiento que lejos de ser superficial esconde una crítica voraz al tratamiento del patrimonio, el esquema museístico colonial y la teoría capitalista.