Sencillo y al grano. Sleepaway Camp es un clásico y genérico slasher prácticamente calcado de Viernes 13, aunque peor ejecutada. Nada nuevo bajo el sol. Ni siquiera tenemos el gusto de ver a los famosos jóvenes rezumantes de deseo sexual que ponen el picante y el morbo antes de un asesinato protocolar, ya que en este caso la gran mayoría de los protagonistas son púberes (aunque las "malas" de la película son claramente jovencitas algo mayores y sumamente atractivas, lo cual es necesario para que la trama funcione) y no pasan de inocentes intenciones. En fin, un slasher como tantos otros, amenizado por los risibles vestuarios (de una época risible, claro), y los bigotes falsos del policía, que son de antología.
Ahora, si uno es un habitual consumidor de cine de terror, y está acostumbrado a este tipo de cuestiones, no encontrará difícil entrar en el juego del género y seguir el film. Si lo logra, usted estará ante uno de los finales más espeluznantes y aterradores de la historia del cine. Truculento, sí. Retorcido, seguramente. Ya visto, probablemente. Pero ejecutado con una maestría capaz de poner los pelos de punta.
Es un minuto que justifica una hora y media. Les aseguro que nunca olvidarán esta película.

No me voy a detener en comentar la magnífica ambientación de época y la acertada elección de reparto de Ti West, estos aspectos se cubren correctamente en otras críticas. Sólo agregaré en este sentido que tales aciertos ya de por sí justifican una mirada a este film.

Las más salvajes críticas que "The House of the Devil" ha recibido se refieren a su débil guión. Hay que decirlo, si hubo una novela previa, no hay necesidad de leerla. Pero parece que los adeptos al cine de horror hemos perdido la capacidad de apreciar el "cómo" de forma tan importante como el "qué" (tal como parece indicar una crítica en esta página). La dirección de West y su elección de planos, sumada a la ya elogiada ambientación, crean un clima muy interesante de observar, y de disfrutar. Personalmente, en ningún momento perdí el interés en lo que sucedía (aunque fuera nada) y el manejo de la luz y el zoom me parecieron deliciosos (oh, y la música!). El final es, sí, apresurado y un poquillo desentonante por su convencionalismo (ver spoiler), pero aún así suficientemente aceptable para no arruinar el producto.

En resumen, si bien no es una cinta apta para el espectador de género convencional a la espera de un guión ágil y golpes de efecto, Ti West ha logrado un trabajo muy interesante para aquél cinéfilo de horror que también puede disfrutar de una historia bien chiquita con una cinematografía distinta y no carente de belleza.