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Críticas ordenadas por utilidad
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6.5
7,334
7
25 de agosto de 2018
25 de agosto de 2018
36 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la dirección de Luis Ortega, El ángel es una película Argentina que cuenta con el debut cinematográfico de Lorenzo Ferro en el protagónico. Inspirada en la historia de Carlos Robledo Puch, un joven de 17 años que en 1972 cometió múltiples asesinatos, robos y fue cómplice de violaciones. No se trata de una idealización de un criminal como muchos insinúan, se cuenta sin prejuicios la historia de un psicópata, un adolescente antisocial cuya relación con los otros es conflictiva. Su familia, sus amigos o sus victimas son solo un puente o un obstáculo para alcanzar sus objetivos. No queda claro que busca,tal vez la estima de los demas. No parece importarle el dinero aunque se percibe cierto fetiche por las motos y las armas.
Cuenta con varias escenas musicales que incluyen baile y rock nacional. Pappo sera el protagonista con grandes canciones. Ortega se muestra como un director en crecimiento que no se priva incluso de emular a Leonardo Favio. El peso de la historia recae en Lorenzo Ferro quien demuestra ser un gran actor con mucho futuro, el Chino Darin, Daniel Fanego y Mercedes Moran conforman un gran elenco.
Cuenta con varias escenas musicales que incluyen baile y rock nacional. Pappo sera el protagonista con grandes canciones. Ortega se muestra como un director en crecimiento que no se priva incluso de emular a Leonardo Favio. El peso de la historia recae en Lorenzo Ferro quien demuestra ser un gran actor con mucho futuro, el Chino Darin, Daniel Fanego y Mercedes Moran conforman un gran elenco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Destaco la escena inicial donde Carlitos entra a robar a una casa y pone un disco. Baila desinhibido El extraño de pelo largo, roba una moto y unos discos y con la música de fondo sale de paseo. Pareciera como si esa canción se hubiera escrito para el. Si no fuera por el detalle de que luego se exhibe una personalidad enferma y asesina se podría pensar que Carlitos es un chico simpático. Cuando conoce a su cómplice (Darin) y a su padre (Fanego) comienzan los “trabajos” grandes y también los asesinatos. Se puede interpretar que este joven criminal no desentona en esa sociedad de los 70s. Sus padres desconocen por completo a su hijo, sus amigos en lugar de impugnar su violencia la aprovechan y como una sombra tenue pero presente podemos percibir la violencia estatal que en poco tiempo decantaría en los campos de exterminio.
Carlitos no parece tener emociones. Tal vez cuando su madre le sirve unas milanesas con puré o tal vez cuando su amigo Ramon muere y el regresa a la joyería donde habían robado juntos pero ahora está sin él. Finalmente cuando esta acorralado suelta una lagrima. Solo una, tal vez es el lamento por la perdida de libertad, esa libertad que necesita para obtener placer.
Carlitos no parece tener emociones. Tal vez cuando su madre le sirve unas milanesas con puré o tal vez cuando su amigo Ramon muere y el regresa a la joyería donde habían robado juntos pero ahora está sin él. Finalmente cuando esta acorralado suelta una lagrima. Solo una, tal vez es el lamento por la perdida de libertad, esa libertad que necesita para obtener placer.
31 de enero de 2017
31 de enero de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Varias palabras se me cruzan por la cabeza al querer calificar este film de Damien Chazelle (Whiplash-2014), originalidad, riesgo, pasión y compromiso. Todo eso pero sobre todo amor. Y no solo amor plasmado en el clásico culebrón de la historia chico/chica, sino que debemos abrir los ojos y darnos cuenta de que esta es una declaración de amor al 7mo arte. Una declaración de principios del director y guionista Chazelle, un grito en el desierto de la chatura que hoy es Hollywood. Y fue con un homenaje a la era de oro del cine Norteamericano, con sus estrellas y sus musicales que decidió hacerlo.
Dice Sebastian hablando del Jazz: “Es nuevo cada vez. Es nuevo cada noche. Es muy emocionante. Y está muriendo. Muerte prematura. Y el mundo dice: Déjenlo morir, ya paso su tiempo. Pero no lo voy a permitir”. Ahora permítanse pensar que el cine como lo conocimos esta muriendo, en manos de la mercantilización del arte y de nuestra propia existencia, todo lo que valorábamos ya no tiene importancia como lo señala en otro momento: “Así es Los Ángeles, se venera todo y no se valora nada”. Por suerte aquí llego nuestro héroe para vender cara la derrota.
Es que han muerto las ideas y solo nos quedan las pochocleras películas de superhéroes y explosiones? Todo indicaría que si y sin embargo “las estrellas han salido esta noche y espero que vivan para siempre” (D. Bowie)
Gracias Damien Chazelle por remar contra la corriente, por respetar el cine como un arte con un lenguaje propio que nos habla del amor y de los sueños. “Por armar un mundo propio en donde la única ley es la de la belleza” (Revista el amante)
Tal vez el dios mercado ya ha herido de muerte al cine, pero si ha de morir que sea de esta forma, con la frente en alto. Parafraseando a Buzz, si no podemos volar, al menos caigamos con estilo.
Dice Sebastian hablando del Jazz: “Es nuevo cada vez. Es nuevo cada noche. Es muy emocionante. Y está muriendo. Muerte prematura. Y el mundo dice: Déjenlo morir, ya paso su tiempo. Pero no lo voy a permitir”. Ahora permítanse pensar que el cine como lo conocimos esta muriendo, en manos de la mercantilización del arte y de nuestra propia existencia, todo lo que valorábamos ya no tiene importancia como lo señala en otro momento: “Así es Los Ángeles, se venera todo y no se valora nada”. Por suerte aquí llego nuestro héroe para vender cara la derrota.
Es que han muerto las ideas y solo nos quedan las pochocleras películas de superhéroes y explosiones? Todo indicaría que si y sin embargo “las estrellas han salido esta noche y espero que vivan para siempre” (D. Bowie)
Gracias Damien Chazelle por remar contra la corriente, por respetar el cine como un arte con un lenguaje propio que nos habla del amor y de los sueños. “Por armar un mundo propio en donde la única ley es la de la belleza” (Revista el amante)
Tal vez el dios mercado ya ha herido de muerte al cine, pero si ha de morir que sea de esta forma, con la frente en alto. Parafraseando a Buzz, si no podemos volar, al menos caigamos con estilo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La ultima escena merece un párrafo especial. Son 10 minutos en los cuales dirección, actuación y música (Justin Hurwitz) están en completa armonía. Un mensaje esperanzador aunque la realidad nos de la espalda. (Al pesimismo de la razón el optimismo de la voluntad) El desencuentro es un beso apasionado, las malas decisiones seden lugar a las buenas, un teatro vació ahora esta colmado de gente y aplausos, donde había ausencia y soledad encontramos amor y alegría, todo lo que Mia y Sebastian podrían haber vivido lo viven juntos y felices. Y sin embargo cuando termina la canción volvemos a la realidad, donde la vida fue por otro camino. Las miradas finalmente se encuentran, hay una despedida sin palabras, los ojos expresan melancolía y emoción. Y finalmente ambos sonríen, la emoción es toda nuestra. Sebastian mira el piano y la música vuelve a empezar. The End.
13 de octubre de 2019
13 de octubre de 2019
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 8 capítulos vamos conociendo como fue la vida de Tévez, su familia, sus amigos y el barrio Fuerte Apache donde se desarrolla la trama. La historia es un retrato de época que también nos interpela en el presente. En palabras del filósofo Alemán Walter Benjamin (1892-1940), el aquí y ahora aparece en un lugar específico de la historia, la obra es una declaración que busca legitimar una hipótesis. Y es de esta forma que podemos advertir el tono del director y la búsqueda de una crítica social. No hay épica en Carlitos, hay suerte, no hay meritocracia y resiliencia (tan de moda ambas hoy) para superar los obstáculos de una vida que puede ser la de cualquier vecino del conurbano. Como lo señala el propio Caetano “Tévez es la excepción y él lo sabe. Sabe que de uno que triunfa, hay cientos que se quedan en el camino”.
Las buenas intenciones del director, en ocasiones, parecen chocar con los límites de una producción deficiente, cuya realización no siempre logra acompañar la historia, la cual encuentra su fortaleza en el trabajo de los actores. Algunas escenas de violencia y sexo se notan forzadas y parecen responder más a una necesidad propia de la industria del entretenimiento que al desarrollo de la trama.
La infancia de Tévez transcurre durante la fiesta neoliberal de la cual nunca nos recuperamos. Mientras la trama y la infancia de Tévez avanzan, también avanza la reconversión del capitalismo que hasta ese momento aspiraba al estado de bienestar para pasar al “nuevo” estado neoliberal que hoy conocemos, el cual abandona su función de garante y regulador para ceder al mercado, quien con su mano invisible debe ordenar lo social y lo económico.
Los debates sobre el arte y su posibilidad de reflejar la realidad para transformarla han sido amplios y aun continúan. Lo que se cuenta y lo que no, la mirada del artista y sus búsquedas pueden poner luz u oscuridad a los grandes temas. No obstante, la mirada de quien observa también opera en la realidad. Apache, puede pasar como un producto mas de una plataforma multinacional que trata de disimular el malestar de la sociedad actual. Porque si bien, hace tiempo nos han dicho que la Historia ha llegado a su fin, nosotros no podemos aceptar esa especie de destino trágico, que más que como tragedia se repite como farsa. Walter Benjamin decía que “hay arte que lejos de hacernos despertar del reino del capitalismo busca generar experiencias estéticas que profundizan el sueño”, pero nosotros podemos postular que la historia no terminó y que es posible despertar.
Las buenas intenciones del director, en ocasiones, parecen chocar con los límites de una producción deficiente, cuya realización no siempre logra acompañar la historia, la cual encuentra su fortaleza en el trabajo de los actores. Algunas escenas de violencia y sexo se notan forzadas y parecen responder más a una necesidad propia de la industria del entretenimiento que al desarrollo de la trama.
La infancia de Tévez transcurre durante la fiesta neoliberal de la cual nunca nos recuperamos. Mientras la trama y la infancia de Tévez avanzan, también avanza la reconversión del capitalismo que hasta ese momento aspiraba al estado de bienestar para pasar al “nuevo” estado neoliberal que hoy conocemos, el cual abandona su función de garante y regulador para ceder al mercado, quien con su mano invisible debe ordenar lo social y lo económico.
Los debates sobre el arte y su posibilidad de reflejar la realidad para transformarla han sido amplios y aun continúan. Lo que se cuenta y lo que no, la mirada del artista y sus búsquedas pueden poner luz u oscuridad a los grandes temas. No obstante, la mirada de quien observa también opera en la realidad. Apache, puede pasar como un producto mas de una plataforma multinacional que trata de disimular el malestar de la sociedad actual. Porque si bien, hace tiempo nos han dicho que la Historia ha llegado a su fin, nosotros no podemos aceptar esa especie de destino trágico, que más que como tragedia se repite como farsa. Walter Benjamin decía que “hay arte que lejos de hacernos despertar del reino del capitalismo busca generar experiencias estéticas que profundizan el sueño”, pero nosotros podemos postular que la historia no terminó y que es posible despertar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tévez y su familia transcurren las décadas del 80 y el 90, donde, si bien no vemos una crítica explícita de esta situación, lo que sí se puede observar es la ausencia del estado. En pocas ocasiones la familia Tévez va a interactuar con los representantes del estado: cuando Tévez era un bebé, en un hospital público donde le salvan la vida y luego en la escuela pública. En ambos casos observamos lo básico de los establecimientos, que desde esa época solo vienen perdiendo presupuesto y derivando en un deterioro aún mayor de los servicios, los cuales son en los hechos, servicios exclusivos para pobres que no tienen mas alternativa que “caer” allí.
La cara mas cruel del estado en Fuerte Apache es la de los agentes de seguridad que nunca están cuando los vecinos los necesitan. Siempre llegan tarde y solo para recoger víctimas. O, en última instancia, su presencia en el barrio solo pone de manifiesto el desprecio que la policía siente por las familias trabajadoras que allí viven. Lo que no se ve, pero sí sabemos, es que detrás de cada crímen complejo y detrás de cada zona liberada está la policía.
Y si bien, muchas de las transformaciones que por esos años se dieron en Argentina y en el mundo no se plasman de forma explícita, podemos descifrar, por la precariedad de la vida de los personajes, la consolidación de la economía de mercado a ultranza, donde el trabajo se flexibiliza junto con los derechos que deberían garantizar una vida digna. En las palabras del propio Caetano: “Apache es un retrato, un fresco de una sociedad sin ley, donde el sálvese quien pueda, donde proteger a los propios y no mucho mas, es lo que te permite el entorno. Ser marginal, es ser un sobreviviente, tanto hoy como en los 90s, donde la imágen del estado estaba en desguace permanente, donde los más débiles estaban (y están hoy) a la buena de Dios”.
El arte no es solo forma, sino también contenido y Caetano lo sabe. En esa búsqueda de contenido se puede observar uno de los grandes aciertos de la serie, el personaje de Danilo, el amigo inseparable de Carlitos. A través de Danilo el director puede diferenciarse de esas historias difusoras de la idea del sueño americano hollywoodense. El paralelismo de las historias refleja el ascenso de uno y descenso del otro. Es llamativo y decepcionante en el último episodio la intención de cortar ese paralelismo en búsqueda de un final felíz, que será tal vez producto de las presiones de una maquinaria cultural que mas que historias de fuerte crítica a las condiciones de vida de las mayorías, está mucho mas dispuesta a vendernos la idea del progreso.
A pesar de lo que busquen vender, las estadísticas reflejan una dura realidad que da por tierra con la ilusión del progreso. En Argentina, según el último informe de la UCA, mas de la mitad de los niños y adolescentes son pobres, mientras que mas del 10% ha pasado hambre . En el conurbano, donde vivía Carlitos, las cifras son aún peores, ya que el 63% de niños y adolescentes son pobres y para sobrevivir deben alimentarse en comedores, estos comedores hoy sobrepasados están exigiendo la inmediata aplicación de la ley de emergencia alimentaria . Los problemas de alimentación, salud, hábitat, subsistencia (pobreza), crianza y socialización, educación y trabajo infantil que Tévez y Danilo vivieron en su infancia, se han profundizado y no parecen haber alcanzado su techo.
La cara mas cruel del estado en Fuerte Apache es la de los agentes de seguridad que nunca están cuando los vecinos los necesitan. Siempre llegan tarde y solo para recoger víctimas. O, en última instancia, su presencia en el barrio solo pone de manifiesto el desprecio que la policía siente por las familias trabajadoras que allí viven. Lo que no se ve, pero sí sabemos, es que detrás de cada crímen complejo y detrás de cada zona liberada está la policía.
Y si bien, muchas de las transformaciones que por esos años se dieron en Argentina y en el mundo no se plasman de forma explícita, podemos descifrar, por la precariedad de la vida de los personajes, la consolidación de la economía de mercado a ultranza, donde el trabajo se flexibiliza junto con los derechos que deberían garantizar una vida digna. En las palabras del propio Caetano: “Apache es un retrato, un fresco de una sociedad sin ley, donde el sálvese quien pueda, donde proteger a los propios y no mucho mas, es lo que te permite el entorno. Ser marginal, es ser un sobreviviente, tanto hoy como en los 90s, donde la imágen del estado estaba en desguace permanente, donde los más débiles estaban (y están hoy) a la buena de Dios”.
El arte no es solo forma, sino también contenido y Caetano lo sabe. En esa búsqueda de contenido se puede observar uno de los grandes aciertos de la serie, el personaje de Danilo, el amigo inseparable de Carlitos. A través de Danilo el director puede diferenciarse de esas historias difusoras de la idea del sueño americano hollywoodense. El paralelismo de las historias refleja el ascenso de uno y descenso del otro. Es llamativo y decepcionante en el último episodio la intención de cortar ese paralelismo en búsqueda de un final felíz, que será tal vez producto de las presiones de una maquinaria cultural que mas que historias de fuerte crítica a las condiciones de vida de las mayorías, está mucho mas dispuesta a vendernos la idea del progreso.
A pesar de lo que busquen vender, las estadísticas reflejan una dura realidad que da por tierra con la ilusión del progreso. En Argentina, según el último informe de la UCA, mas de la mitad de los niños y adolescentes son pobres, mientras que mas del 10% ha pasado hambre . En el conurbano, donde vivía Carlitos, las cifras son aún peores, ya que el 63% de niños y adolescentes son pobres y para sobrevivir deben alimentarse en comedores, estos comedores hoy sobrepasados están exigiendo la inmediata aplicación de la ley de emergencia alimentaria . Los problemas de alimentación, salud, hábitat, subsistencia (pobreza), crianza y socialización, educación y trabajo infantil que Tévez y Danilo vivieron en su infancia, se han profundizado y no parecen haber alcanzado su techo.

6.0
761
7
9 de enero de 2017
9 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si digo que vamos a ver una película Canadiense y que ademas es un drama seguramente mucha gente pensara no verla. La verdad es que vale la pena tomarse el tiempo y dejarse llevar por esta historia. En un fin de semana especial Walt, va a cuidar a su hijo Anthony mientras su ex esposa sale de paseo con su nuevo marido. Lamentablemente para el niño, su padre no es precisamente lo que se podría llamar un padre perfecto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tal vez la película peca de un poco de sensiblera, ya que a pesar de todos los errores del protagonista, siempre al borde de la ilegalidad, la historia nos deja una sonrisa. Pero no podemos culpar a Bob Nelson (Nebraska) responsable de la dirección y el guion de tener una mirada optimista respecto a las relaciones padre/hijo. Definitivamente no profundiza en los temas que toca, como el alcoholismo, la pobreza y la soledad. Tal vez porque si bien ronda esas temáticas lo hace desde la comedia y no desde el drama. Es este padre quien mas allá de sus problemas se sostiene como persona y ejemplo para su hijo desde ciertos valores que el considera importantes, como el trabajo, la empatía hacia el prójimo y una forma diferente de ver la vida, en contraposición de su madre que parece llevar una vida mas encasillada en los cánones de la vida moderna. Sera el niño quien en base al sabio consejo de su padre tendrá que descubrir por si mismo que es esto de vivir y que esta bien y que esta mal. Una comedia familiar con pequeños toques de dramatismo, con la solida actuación de Clive Owen y la encantadora interpretación de jaeden Lieberher.

8.3
24,453
8
18 de noviembre de 2018
18 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las viñas de la ira o The Grapes of Wrath es una película de 1940 dirigida por John Ford. Protagonizada por Henry Fonda, Jane Darwell, John Carradine. Basada en la novela de John Steinbeck publicada en 1939, aclamada como una obra maestra y ganadora del Premio Pulitzer.
La película ganó el Oscar al mejor director y la mejor actriz (Jane Darwell como Ma Joad) y fue nominada para otros cinco, incluyendo al mejor actor ( Henry Fonda ) y la mejor película (pero perdió ante "Rebecca" de Hitchcock).
Ambientada en la década del 30 en el contexto de la gran depresión, los protagonistas descubrirán con dolor que las crisis tienen ganadores y perdedores, y que ellos han perdido. La banca se apropia de las tierras y las familias son despojadas. Uno de los despojados y perseguidos por la autoridad dice con tristeza: “nunca pensé que iba a ser intruso en mi propia tierra”, Tom le dice a su madre: "Un hombre con un millón de acres y cien mil granjeros con hambre", cualquier coincidencia con la situación actual de acumulación de riquezas en muy pocas manos no es mera casualidad.
Un volante, cual medio digital que difunde fakes news vende una ilusión a la cual miles se aferran. Descubrir la verdad será un camino doloroso. La película es el viaje simbólico y concreto en el cual el protagonista Tom Joad pasara de ser un joven que ignora muchas cosas a finalmente descubrir que la realidad de miles debe cambiar y que para concretar ese cambio hay que pensar. Al inicio descubrimos que Tom cometió un crimen, llegando al final comete el mismo crimen pero su contenido ideológico ha cambiado.
John Ford y Gregg Toland (fotografía) forman una dupla en el apogeo de su creatividad. Cine que hoy se estudia en escuelas de Cine del mundo, Fotografía que se fija en la memoria de los cinéfilos desde el primer fotograma. Iluminación empleada con maestría y escenas llenas de técnica, belleza y simbolismo.
Un film de fuerte denuncia social y con un claro perfil ideológico que simpatiza con la causa de los trabajadores. No obstante de su lectura política jamas cae en ser una obra panfletaria por lo cual lo estético y lo político funcionan en perfecta armonía.
La película ganó el Oscar al mejor director y la mejor actriz (Jane Darwell como Ma Joad) y fue nominada para otros cinco, incluyendo al mejor actor ( Henry Fonda ) y la mejor película (pero perdió ante "Rebecca" de Hitchcock).
Ambientada en la década del 30 en el contexto de la gran depresión, los protagonistas descubrirán con dolor que las crisis tienen ganadores y perdedores, y que ellos han perdido. La banca se apropia de las tierras y las familias son despojadas. Uno de los despojados y perseguidos por la autoridad dice con tristeza: “nunca pensé que iba a ser intruso en mi propia tierra”, Tom le dice a su madre: "Un hombre con un millón de acres y cien mil granjeros con hambre", cualquier coincidencia con la situación actual de acumulación de riquezas en muy pocas manos no es mera casualidad.
Un volante, cual medio digital que difunde fakes news vende una ilusión a la cual miles se aferran. Descubrir la verdad será un camino doloroso. La película es el viaje simbólico y concreto en el cual el protagonista Tom Joad pasara de ser un joven que ignora muchas cosas a finalmente descubrir que la realidad de miles debe cambiar y que para concretar ese cambio hay que pensar. Al inicio descubrimos que Tom cometió un crimen, llegando al final comete el mismo crimen pero su contenido ideológico ha cambiado.
John Ford y Gregg Toland (fotografía) forman una dupla en el apogeo de su creatividad. Cine que hoy se estudia en escuelas de Cine del mundo, Fotografía que se fija en la memoria de los cinéfilos desde el primer fotograma. Iluminación empleada con maestría y escenas llenas de técnica, belleza y simbolismo.
Un film de fuerte denuncia social y con un claro perfil ideológico que simpatiza con la causa de los trabajadores. No obstante de su lectura política jamas cae en ser una obra panfletaria por lo cual lo estético y lo político funcionan en perfecta armonía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena de la entrada al campamento difícilmente se pueda olvidar. Llegan llenos de esperanzas y al ingresar los rostros reflejan el futuro próximo de los protagonistas. Y al caer la ilusión los rostros de los hambrientos se confunden con los de los protagonistas y nos cuesta distinguir quien es quien.
Para finalizar reproduzco el dialogo entre Tom Joad y su madre. Creo que es el mejor dialogo de la película.
-Vivimos como cerdos, mientras hay tierras fértiles sin explotar. Hay gente con medio millón de hectáreas mientras granjeros se mueren de hambre. Estuve pensando en que si nos uniéramos todos y reclamáramos.
-No, Tommy. Te matarían.
-Tendré que irme de todos modos. Pero tarde o temprano, por una u otra cosa, me atraparán. Mientras sea un forajido, tal vez, pueda hacer algo. Tal vez, pueda descubrir algo. Me escurriré entre la gente y tal vez descubra qué está mal. Entonces, veré qué se puede hacer para cambiar las cosas. Todavía no lo tengo muy claro, amá. No puedo. No sé lo suficiente.
-¿Cómo sabré de ti, Tommy? Podrían matarte y yo nunca me enteraría. Podrían lastimarte. ¿Cómo sabré de ti?
-Los hombres no tienen un alma propia, sino pedazos de un alma grande. Un alma grande y única que nos pertenece a todos. Vagaré por las sombras. Estaré en todas partes dondequiera que mires. Estaré dondequiera que haya una lucha para que los hambrientos puedan comer. Estaré dondequiera que un policía golpee con brutalidad a un hombre. Estaré en los gritos de los que enloquecen de ira. Estaré en las risas de los niños cuando sientan hambre y la cena esté lista. Y cuando la gente coma de la tierra que haya trabajado y viva en la casa que haya levantado también estaré allí.
-No entiendo.
-Yo tampoco, pero es algo en lo que estuve pensando.
Para finalizar reproduzco el dialogo entre Tom Joad y su madre. Creo que es el mejor dialogo de la película.
-Vivimos como cerdos, mientras hay tierras fértiles sin explotar. Hay gente con medio millón de hectáreas mientras granjeros se mueren de hambre. Estuve pensando en que si nos uniéramos todos y reclamáramos.
-No, Tommy. Te matarían.
-Tendré que irme de todos modos. Pero tarde o temprano, por una u otra cosa, me atraparán. Mientras sea un forajido, tal vez, pueda hacer algo. Tal vez, pueda descubrir algo. Me escurriré entre la gente y tal vez descubra qué está mal. Entonces, veré qué se puede hacer para cambiar las cosas. Todavía no lo tengo muy claro, amá. No puedo. No sé lo suficiente.
-¿Cómo sabré de ti, Tommy? Podrían matarte y yo nunca me enteraría. Podrían lastimarte. ¿Cómo sabré de ti?
-Los hombres no tienen un alma propia, sino pedazos de un alma grande. Un alma grande y única que nos pertenece a todos. Vagaré por las sombras. Estaré en todas partes dondequiera que mires. Estaré dondequiera que haya una lucha para que los hambrientos puedan comer. Estaré dondequiera que un policía golpee con brutalidad a un hombre. Estaré en los gritos de los que enloquecen de ira. Estaré en las risas de los niños cuando sientan hambre y la cena esté lista. Y cuando la gente coma de la tierra que haya trabajado y viva en la casa que haya levantado también estaré allí.
-No entiendo.
-Yo tampoco, pero es algo en lo que estuve pensando.
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