Presente en la memoria auditiva de varias generaciones, Bendesky nos trae un detrás de escena simple, en tono de comedia, de la historia de un personaje al que todos vimos como una persona hábil para diálogos desopilantes e irreverentes.
Una película austera, para nada ambiciosa que entretiene, nos dibuja una sonrisa casi permanente, interrumpida por alguna carcajada y alguna que otra sensible lágrima.
Si no la hubiésemos disfrutado tanto del personaje y las actuaciones, seguramente nos quedarían las dudas sobre el rigor histórico y algunos baches presentes.

Una gran historia real que sin dudas merecía un audiovisual. La serie se funda en ello y si bien no pierde el interés puede resultar un poco larga. Descriptiva y con poca referencia a las motivaciones de la estafadora para hacer lo que hizo, nos dejan con sabor a poco. Un destacado para el montaje y la edición, que es innovador, ágil y arriesgado.

Una audaz forma de reírse de lo cotidiano con cierta incorrección política. Un humor ya conocido en otras intervenciones de Korovsky que logra generar una atmósfera y universo en que la incomodidad resulta cómoda para la audiencia. Actuaciones a la altura de la repercusión y dignas, también ellas, de una segunda temporada.
A veces peca de porteñismo explícito pero se equilibra con la crítica a sí mismos.

Una brillante primera temporada, con giros inesperados en la historia que la hacen atrapante. La sucesión de problemas que parecen de muy difícil resolución la encuentran en una forzada tercera temporada que de todas maneras permite el lucimiento actoral y comediante de ambas protagonistas.

Las desopilantes situaciones que nos muestra Fiasco pueden resultar algo inverosímiles al principio pero una vez que nos establecemos en el código de este falso documental seriado se lo pasa mejor. Muy gracioso por momentos, con algunos personajes entrañables que funcionan muy bien, es cuestión de relajarse y disfrutar.
Puede que peque de extensa pero cumple el objetivo de entretener y reírse de sí mismos, de la industria y con muchos guiños para la gente propia de la industria audiovisual (¡Y sus estudiantes!)