Un duelo entre dos caballeros, por el ultraje a la honra de una mujer y al apellido de su marido, o la oportunidad de venganza de un hombre que se le ha ido arrebatando todo lo que según él por derecho le pertenece. Una película que dirige el director Ridley Scott y que reúne nueva vez a dos grandes amigos, Ben Affleck y Matt Damon, no solo en la pantalla sino también como escritores del guion junto a la directora Nicole Holofcener.

Maraguerite de Carrouges (Jodie Comer) le confiesa a su marido el caballero Jean de Carrouges (Matt Damon) que en su ausencia su antiguo amigo Jacques Le Gris (Adam Driver) la visitó y la agredió sexualmente, esto provoca que Le Gris solicite una audiencia con el “Rey” para pedirle que le permita batirse en un duelo a muerte contra Carrouges.

“El Último Duelo” está dividida en tres capítulos, contados cada uno desde el punto de vista de los tres personajes principales. Revelando que la verdad de un hecho puede variar según el criterio de cada persona.

La película destaca mucho por sus escenografías y los atuendos, que la hacen muy creíble. Eso sin hablar de las grandes actuaciones de los actores, sobre todo Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer, Harriet Walter.

Es la séptima película de la saga, y la tercera que dirige Christopher McQuarrie, después de (Nación secreta 2015, y Repercusión 2018).

Ethan Hunt (Tom Cruise), recibe la encomienda por parte de la Fuerza de Misión Imposible (FMI) de averiguar el paradero de una llave y develar cuál es su función, y mientras lo hace tendrá que luchar con nuevos y viejos enemigos que ambicionan el poder y el control del mundo.

Desde que ‘McQuarrie’, se puso al frente de la dirección de la franquicia, esta ha tenido un aire totalmente nuevo, y ‘Sentencia mortal’ no es la excepción, con cada misión diferente a las demás y escenas que superan a las anteriores. Y un Cruise que se entrega más y más a cada misión, llevando sus habilidades actorales al límite.

Los grandes colaboradores se vuelven a unir Antoine Fuqua y Denzel Washington, para darle fin al último capítulo de lo que iniciaron en el 2014, la esperada cinta de acción y drama, que trae justicia una vez más a los que no pueden defenderse y que lleva por título El Justiciero: Capítulo Final.

Robert McCall (Denzel Washington) ahora se encuentra en Italia recuperándose de una herida que le ha dejado su último trabajo, y mientras lo hace va creando nuevas amistades. Ya recuperado, Robert decide retomar su camino, pero algo lo detiene. Sus nuevos amigos están siendo aterrorizados por la mafia local, entonces este decide nuevamente utilizar sus habilidades para defenderlos.

Si bien la primera entrega de la saga sigue siendo superior a las demás, Fuqua, hizo un gran trabajo en esta, con escenas de acción tan realistas y precisas que nos hacen querer regresar la película hacia atrás para repetirlas, y eso sin hablar de la gran banda sonora que nos pone en suspenso todo el rato. Lo que no terminó de encajar bien fue la historia, y el papel de la mafia en ella, que buscaban realmente.

Pero no podemos hablar de esta película sin elogiar el trabajo de Washington, quien hizo nuevamente una gran interpretación como el justiciero.

Un biopic que nos habla del proceso de fichaje del icono del baloncesto Michael Jordan por parte de la empresa de calzados deportivos Nike en la década de los 80, cuando todavía era un novato. Esta película repleta de referencias de la época y mucha publicidad, está escrita por Alex Convery y es la quinta que dirige Ben Affleck.

Sonny Vaccaro (Matt Damon), un reclutador de Nike, se propone reclutar a Michael Jordan para que forme parte de la empresa, pero no lo tendrá nada fácil, ya que deberá luchar con grandes de la época como Adidas y Converse.

En general la película está muy bien contada y es muy agradable a la vista, donde falla un poco es en clímax, obviamente, todos saben el resultado final, con quién firmó el astro del baloncesto, y tal vez eso la hace predecible, pero cuando ellos están esperando la respuesta de los padres del joven, no se siente la tensión que debería sentirse, como si ese fuera realmente el negocio más importante para la compañía.

En cuanto a las actuaciones, todas son muy buenas, sobre todo la de Jason Bateman, que estuvo muy convincente en su papel de Rob Strasser.

Película del director de cine y televisión inglés Tim kirkby, La última mirada, una comedia de acción que se queda corta en lo que quiere conseguir.

Charlie Waldo (Charlie Hunnam), un expolicía retirado que ahora vive una vida austera, alejado de la civilización, recibe la visita de una antigua novia Lorena (Morena Baccarin). Esta le hace una propuesta para que regrese como investigador, para que saque de aprietos a una estrella de cine que ha sido acusada de asesinato.

La película, que inicia con una crítica a la explotación de los recursos naturales del planeta, tenía buen potencial para ser divertida y entretenida, pero no lo consigue, ya que la trama no es muy clara y los elementos que la componen no se acoplan muy bien. Hay muchos personajes sueltos que no se define con claridad cuál es su función en la historia o que aportan a esta realmente.