La serie mejora a medida que avanza. Para mi gusto, los dos o tres primeros capítulos son algo confusos, cuesta un poco irse familiarizando con los personajes, seguramente debido a que no existe un claro protagonista principal si no que cuenta con varios, de modo que al principio cuesta meterse de lleno en la trama. A partir del tercer o cuarto episodio todo resulta más claro y entretenido. La serie va in crescendo, hasta que los tres o cuatro capítulos finales son realmente interesantes, en los cuales el suspense sobre como acabará la temporada hace que den ganas de ver el siguiente capítulo.
En definitiva, una serie entretenida y espectacular, en este aspecto un poco en la línea de las películas a que nos tiene acostumbrados Roland Emmerich:
para pasar buenos ratos ante la pantalla; espectáculo y entretenimiento asegurados.

Muchas veces, cuando las críticas profesionales son demasiado buenas, mal asunto. Este es un caso claro. Muchas críticas de que si es una gran película, que si tragedia griega y tal y cual... En fin, para un servidor que le gustan las películas entretenidas, esta es un aburrimiento total, y ademas da muy mal rollo. Fin.

Empecé a ver la película en Amazon Prime sin saber nada de ella. No la había escuchado mencionar jamás, ni sabía quien era su director. Eso sí, conocía a algunos actores (Halle Berry y Patrick Wilson). Así que, como me gustan las películas de ciencia-ficción / espaciales y también sus protagonistas, no me lo pensé dos veces. Sobre todo los primeros tres cuartos de la película son muy entretenidos y emocionantes, siempre esperando a ver que pasa y como los yankis piensan solucionar el cataclismo planetario que se nos viene encima a los terrícolas.

La luna ha cambiado su órbita y va directa hacia la tierra... El motivo que provoca dicho cambio de órbita es la gracia de la película, y aunque este no sea nada científico, eso no importa demasiado en una película que hay que recordar que es de ciencia FICCIÓN, donde lo que manda es la imaginación. Si el objetivo de la película es entretener y dejarnos pegados al asiento durante más de dos horas, y no atreverse a ir al water sin poner la pausa para no perderse nada, lo consigue plenamente.

Recomendada para quien quiera pasar un buen rato de puro entretenimiento. Se lo van a pasar bomba. Preparen las palomitas, acomódense en sus butacas y disfruten. Absténganse los que acostumbran a coincidir en sus opiniones con los críticos profesionales, los que critican obsesivamente cada película de Roland Emmerich y los que disfrutan con ese "cine de autor" que aburre hasta a las ovejas.

A los cinco minutos de película ya esperaba a ver si el hecho de que el protagonista fuera un gilipollas tenia alguna explicación o simplemente la explicación era que la peli es mala y punto. Enseguida aparece un segundo protagonista solitario en pleno desierto, donde se produce una conversación estúpida a mas no poder entre ambos que certifica lo que sospechaba: la peli es mala.

La insípida y extraña aparición de Mark Wahlberg en la película solo se puede explicar como que debe ser amigo del director y este le pidió por favor que apareciera en la peli para poder poner su nombre en los créditos.

Cuando miro una película lo único que le pido es que tenga un argumento y unos dialogos pasables, y que aporte alguna cosa que la haga algo diferente de cualquier otra del montón. O al menos que sea entretenida y que la trama enganche un poco. Esta no consigue nada de todo ello.

Una peli del montón, con dialogos malos no lo siguiente, y en la que el único motivo para no apagar la tele a los diez minutos es precisamente el estar esperando algún motivo para no hacerlo... Motivo que no llega nunca.

Teniendo en cuenta que hay miles de películas mucho menos malas que esta, considero un perdida de tiempo verla, cuando se podria invertir el mismo tiempo en ver cualquier otra.

Como dice el título de la reseña, si una película de más de dos horas y media no se vuelve pesada de ver, es que tiene algo. Como la he acabado de un tirón y no se me ha vuelto pesada, según mi modesto criterio, la he aprobado con buena nota.

La película se centra en los últimos años de la marca Gucci en manos de la familia Gucci, y más concretamente en Maurizio Gucci (Adam Driver) y la relación con su esposa Patrizia Reggiani (Lady Gaga), la cual provoca ganas de saltar a la pantalla para darle un par de guantazos por aprovechada, bellaca, pérfida y en definitiva, mala malísima.

Si como es el caso, uno no tiene idea de la vida de esta familia, la única referencia que tiene sobre ella es esta película. Por ello, no puedo juzgar si los actores son fieles a las personalidades de los personajes reales. Lo que sí sé es que los actores lo hacen muy bien.

Todos, con especial mención a Jared Leto, irreconocible en su interpretación de Paolo Gucci, una persona total y extravagantemente idiota según lo pintan en la peli, que también provoca ganas de saltar a la pantalla para darle un par de collejas por tonto tontísimo.

Es una película que se sigue con facilidad, con un argumento coherente y unos buenos diálogos, que es lo que se espera de una película en la que ya sabes que no encontrarás acción, locas aventuras, violencia o persecuciones con coches destrozándolo todo a su paso. En definitiva, una buena y amena película en la cual se explica la caída de la familia Gucci.