Con Genova Witerbottom realiza una película bellísima en la que se atisba una madurez formal y estilística que muchas veces lastraba los resultados de sus películas. Con algún pequeño error de guión y una trama argumental escasa, Genova nos muestra el reinicio de la vida de una familia tras la muerte de la madre. No hay ni un sólo golpe bajo al espectador ni efectismos baratos, simplemente la cámara sigue a los miembros de la familia en su intento por retomar sus vidas en la ciudad italiana. A destacar el uso magnífico de la música y de la fotografía, marca de la casa.

Los Abrazos rotos es un magnífico ejercicio de estilo autoreferencial que si bien no es perfecto alcanza cotas deslumbrantes y de gran hondura. Más allá de los posibles altibajos, Los Abrazos rotos, contiene una de las reflexiones sobre el cine y su trascendencia, sobre su influencia en la vida que el cine español ha dado en rarísimas ocasiones. No entiendo las críticas demoledoras contra esta obra singular que por un lado parece finalizar y abrir etapa en la carrera de Almodóvar. Y de la siguiente sólo me cabe intuir lo mejor. Gracias Pedro!!!!