Confieso que solo soy un simple aficionado al cine. No soy un sesudo analista de planos, encuadres y otros aspectos técnicos. Yo funciono más bien por sensaciones. Desde pequeñito fui al cine para disfrutar, para sorprenderme, para que me hiciera sentir esas emociones que mi rutinaria vida se empeñaba en negarme. Y ayer, cuando me levanté de mi asiento tras ver Alien:Rómulus, me sentí estafado. Había leído más de una crítica de esos profesionales que siempre se esfuerzan en ofrecernos sus floreadas opiniones buscando la palabra más rebuscada, el giro más brillante y la frase más ingeniosa, y tonto de mí, me ilusioné pensando que esta vez todo sería distinto, Pero me equivoqué. Alíen es una saga que debió morir en paz mucho tiempo atrás, con el estreno de nuevas secuelas solo se pretende exprimir y sacar rendimiento económico a una obra de arte perfecta que, por mucho que se empeñen, nunca podrán mejorar. Lo que vi ayer fue una auténtica ofensa, un refrito infumable y aburrido, lleno de guiños absurdos a las películas que la precedieron. Los actores tienen menos gancho que una pared de gotelé, y da la impresión de que tuvieron que recurrir a la inteligencia artificial para resucitar a uno de los tripulantes del Nostromo e intentar dar condimento a un reparto soso y anodino sin que el presupuesto se les fuera de las manos. El guión, de risa: sustos inexistentes, aliens bobalicones que no asustan a nadie, cero tensión, cero diálogos… En fin, siempre me quedará mi vieja y querida videoteca para calmar estos berrinches que, por cierto, cada vez son más frecuentes. Este es el nivel del cine de hoy, por más que nos pese.

Con "Very bad things" me pasó como con "The game", que parecían películas de segunda fila y sin embargo tienen unos de los mejores guiones e interpretaciones de los últimos años. He de decir que salí del cine con una sensación plena de haber visto cine del bueno, una comedia brillante, macabra, ingeniosa, brutal... Yo viendo cine funciono por sensaciones. Posteriormente me pongo a efectuar otros análisis si la obra lo merece, pero las emociones son las que mandan en mí, y las que sentí en esta película en concreto fueron extraordinarias. La recomiendo cien por cien, es una delicia verla.

Cuando los medios informaron que Ridley Scott iba a hacer una "precuela" de Alien, sinceramente me alegré, pero inmediatamente pensé cómo este hombre iba a poder mejorar una obra de arte como aquella, así es que "me puse en guardia" y fui muy escéptico con todo el material que con cuenta gotas iban facilitando. Pero la ilusión de ver una buena película de ciencia ficción era cada vez mayor. Sin ninguna idea preconcebida fui al estreno de "Prometheus" y, sinceramente, salí muy aturdido: la película me gustó, pero tuve la sensación de que no la entendí bien por haberme perdido muchas cosas, como si hubiera tenido microsueños involuntarios que me hubieran hecho perder el hilo. Después de un par de semanas volví a verla, y la cosa cambió por completo. Yo aconsejaría a quien desee verla por primera vez que antes de hacerlo intente borrar totalmente cualquier nexo de unión con "Alien". No tienen nada que ver: ni la historia es una precuela directa ni los ambientes ni los personajes se asemejan ni tienen porqué hacerlo. Muchas de las críticas que leo tienen como base esa falsa premisa.
He de decir, finalmente, que en mi opinión es una buena película de ciencia ficción, espectacular a veces, fantásticamente rodada, con interpretaciones correctas (otras mejorables) y un guión que refleja el sempiterno afán del ser humano por conocer sus orígenes pero con un planteamiento curioso y valiente. No es una obra de arte como Alien o Blade Runner, pero visualmente es tremendamente espectacular. De lo mejorcito. Así es que anímense y no intenten buscarle tres pies al gato, que solo es una buena película de cine.