Mi sensación cuando salí del cine fue la de pensar que se me había hecho corta. Se nota que a Nolan le gusta empaparse bien antes de hacer sus películas, llegando a los límites de la mente humana y haciendónos creer que lo creemos imposible realmente es posible, o de otra forma haciendo de un superhéroe de comic como Batman algo filosófico, y en esta cinta considerando la parte intelectual como base argumental para su desarrollo.
La parte intelectual de esta película está basada en cuestiones de la física como el espacio-tiempo, los agujeros de gusano, las leyes de la gravedad, formando parte de un tipo de cine que uno personalmente califica como de "Ciencia-ficción basado en hechos reales", en esta película en concreto basada en el libro de un reconocido físico, y que cualquiera que esté informado sobre estas cuestiones del Universo entiende que lo visual en la pantalla es ciertamente factible. Pero lo que da sentido a la trama y a los impulsos del protagonista de la historia más allá de lanzar lo que realmente se quiere mostrar a partir de que la vida en la Tierra está al borde de la desaparación, y como ya venimos viendo de forma habitual desde hace años en este tipo de grandes producciones ya sean de temario histórico o realidad, es principalmente la parte emocional, el amor. Nolan consigue perfectamente enganchar al espectador y darle un sentido completo a la historia a través de lo emocional sin llegar a hacerse ni corto ni abusón en ello.
Al ser una película tan densa conceptualmente es normal llegar a no entender a la perfección todos y cada uno de los conceptos de primeras si no se está habituado a ellos, pero eso evidentemente debe quedar en un segundo plano y no juzgarlo como si fuera algo enrevesado.
Es una película fotogénica, bien argumentada, muy bien ejecutada, atrevida, con una música de Oscar, y con unas actuaciones magistrales (si Mcconaghey no gana el Oscar probablemente sea porque ya lo ganó el año pasado), toca muy bien todos los palos que hay que tocar para hacer que una película se haga imprescindible y guste por una cosa, por otra, o por el conjunto global a la mayoría.
Pienso que Nolan ha conseguido hacer un homenaje a la altura al gran Kubrick, y es cuanto menos un director con una grandísima capacidad técnica y con una cabeza que ve más alllá de lo corriente, seguramente una de las más brillantes de la historia en su género, y con la intención de hacernos reflexionar más allá del día después, con esta película no hay duda de que lo consigue con un estilo ya identificable.
En esta película que se supone de ciencia ficción todo cobra un sentido de posibilidad real. Todo un reto.
Obra maestra sin duda.