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Críticas ordenadas por utilidad
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6.1
3,083
9
7 de noviembre de 2016
7 de noviembre de 2016
36 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Star (Sasha Lane) se encuentra atrapada en una vida que no siente como propia cuando tiene su primer encuentro con Jake (Shia LaBeouf), con quien siente una atracción inmediata, y su diverso grupo de amigos. Asfixiada por responsabilidades que le han sido delegadas, decide emprender el viaje hacia una nueva vida en busca de la anhelada libertad.
Uno de los reclamos de American Honey es la construcción del relato gracias a la magistral elección y uso de la banda sonora, que Andrea Arnold (Fish Tank, 2009) reconoce que ha sido dada por los propios personajes y que funciona como narrador de la historia. Apareciendo en la mayoría de los casos como música diegética, las letras de artistas como Rihanna, Bruce Springsteen, Big Sean o Lady Antebellum dejan de ser simples canciones y se convierten en la definición de una generación.
La supervivencia como estilo de vida se convierte en protagonista en esta road movie donde los personajes son el reflejo de una juventud salvaje y con ansias de libertad. Ganar dinero es la meta de estos jóvenes que se presentan como víctimas del mundialmente conocido sueño americano. American Honey se transforma así en un retrato de América y los Estados Unidos, del discurso de la igualdad de oportunidades y el rechazo a la libertad, de la defensa de unos valores y la contradicción de los actos. En definitiva, se trata de un reflejo repleto de contradicciones donde la realidad irrumpe con fuerza haciendo añicos todo sueño.
A través de una fotografía natural alejada de todo artificio y empleando el formato 4:3 para enfatizar los primeros planos, el objetivo de Arnold logra captar las sensaciones de Star durante el viaje, donde constantemente se persigue el registro de elementos de la naturaleza que ensalcen la vida que, según la madre de Star, proviene de estrellas muertas.
American Honey es una crítica a las falsas promesas de éxito aderezada con drogas y alcohol, un retrato de la cruda realidad que vive la juventud americana magníficamente interpretada por el reparto principal. Pero también es un canto a la esperanza, a la ilusión de encontrar aquello que deseamos donde menos lo esperamos. Porque, tal y como canta Rihanna, encontramos el amor en un lugar sin esperanza.
La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com
Uno de los reclamos de American Honey es la construcción del relato gracias a la magistral elección y uso de la banda sonora, que Andrea Arnold (Fish Tank, 2009) reconoce que ha sido dada por los propios personajes y que funciona como narrador de la historia. Apareciendo en la mayoría de los casos como música diegética, las letras de artistas como Rihanna, Bruce Springsteen, Big Sean o Lady Antebellum dejan de ser simples canciones y se convierten en la definición de una generación.
La supervivencia como estilo de vida se convierte en protagonista en esta road movie donde los personajes son el reflejo de una juventud salvaje y con ansias de libertad. Ganar dinero es la meta de estos jóvenes que se presentan como víctimas del mundialmente conocido sueño americano. American Honey se transforma así en un retrato de América y los Estados Unidos, del discurso de la igualdad de oportunidades y el rechazo a la libertad, de la defensa de unos valores y la contradicción de los actos. En definitiva, se trata de un reflejo repleto de contradicciones donde la realidad irrumpe con fuerza haciendo añicos todo sueño.
A través de una fotografía natural alejada de todo artificio y empleando el formato 4:3 para enfatizar los primeros planos, el objetivo de Arnold logra captar las sensaciones de Star durante el viaje, donde constantemente se persigue el registro de elementos de la naturaleza que ensalcen la vida que, según la madre de Star, proviene de estrellas muertas.
American Honey es una crítica a las falsas promesas de éxito aderezada con drogas y alcohol, un retrato de la cruda realidad que vive la juventud americana magníficamente interpretada por el reparto principal. Pero también es un canto a la esperanza, a la ilusión de encontrar aquello que deseamos donde menos lo esperamos. Porque, tal y como canta Rihanna, encontramos el amor en un lugar sin esperanza.
La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com
25 de noviembre de 2016
25 de noviembre de 2016
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eva (Evan Rachel Wood) y Nell (Ellen Page) son dos hermanas que viven junto a su padre (Callum Keith Rennie) en una casa inteligente en mitad del bosque. Como producto del desarrollo tecnológico, todas sus funcionalidades quedan inutilizables con la ausencia de energía eléctrica. Un apagón que afecta a todo el país, obligará a la familia a recuperar un estilo de vida más primitivo e independiente de la electricidad.
Como si estuviesen experimentando un estado de fuga, las hermanas han olvidado cómo era la vida antes de la tecnología y la supervivencia les obliga a adaptarse al medio, concibiendo cada vez con mayor normalidad la situación en la que se encuentran. Sin embargo, la transformación de su modo de vida no será tan fácil cuando descubran su dependencia de la energía eléctrica, haciendo aflorar sus diferencias y sumiéndolas en un estado de pánico constante.
Mediante unos planos iniciales muy evocadores, Patricia Rozema introduce a las protagonistas y las diferencias entre ambas: Eva, caracterizada por su amor incondicional hacia la danza y una obsesión por conseguir la perfección artística muy próxima a la de Nina en Cisne Negro (Darren Aronofsky, 2010), se presenta como la hermana mayor y responsable; Nell, estudiante de medicina, destaca por su carácter sociable y rebelde. Ambas tendrán que resolver sus diferencias y mantenerse unidas para hacer frente a la escasez de suministros, incluso si esto conlleva negarse cosas que consideran vitales y esenciales para mantenerse cuerdas en un ambiente tan hostil.
En cuanto a las localizaciones, es realmente interesante el emplazamiento de la casa de las protagonistas, convirtiéndose en una crítica a la propia tecnología que nos impide ver más allá de las pantallas que nos retienen entre paredes y nos privan de disfrutar del universo natural que nos rodea. Dicha naturaleza es un elemento omnipresente en todo el filme que, a través de encuadres muy cuidados, logra hacerse un hueco en cada plano. Pero, ¿qué ocurre cuando las pantallas se apagan? El verdadero carácter sale a la luz y se inicia una lucha entre iguales que no saben cómo administrar los recursos disponibles, introduciendo la ley del más fuerte promulgada por Darwin.
Atendiendo a la banda sonora pero muy especialmente a los efectos de sonido, el personaje de Eva adquiere especial relevancia. La música es el combustible que la mantiene activa y el apagón genera en ella una agonía que necesita contrarrestar. El metrónomo se convierte en la solución a sus anhelos musicales, adoptando el papel de su propio corazón que late gracias a su razonable y justificado amor por el baile.
En el bosque es una historia sobre la humanidad y su capacidad de supervivencia a través de los ojos de dos hermanas que tienen que hacer frente al miedo, el aislamiento y la violencia. Es un relato sobre qué pasaría si lo que damos por hecho desapareciese de repente y cuáles serían las consecuencias de nuestro propio egoísmo como seres humanos. Una historia donde la capacidad de reinventarse y empezar de cero son la única solución.
La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com/
Como si estuviesen experimentando un estado de fuga, las hermanas han olvidado cómo era la vida antes de la tecnología y la supervivencia les obliga a adaptarse al medio, concibiendo cada vez con mayor normalidad la situación en la que se encuentran. Sin embargo, la transformación de su modo de vida no será tan fácil cuando descubran su dependencia de la energía eléctrica, haciendo aflorar sus diferencias y sumiéndolas en un estado de pánico constante.
Mediante unos planos iniciales muy evocadores, Patricia Rozema introduce a las protagonistas y las diferencias entre ambas: Eva, caracterizada por su amor incondicional hacia la danza y una obsesión por conseguir la perfección artística muy próxima a la de Nina en Cisne Negro (Darren Aronofsky, 2010), se presenta como la hermana mayor y responsable; Nell, estudiante de medicina, destaca por su carácter sociable y rebelde. Ambas tendrán que resolver sus diferencias y mantenerse unidas para hacer frente a la escasez de suministros, incluso si esto conlleva negarse cosas que consideran vitales y esenciales para mantenerse cuerdas en un ambiente tan hostil.
En cuanto a las localizaciones, es realmente interesante el emplazamiento de la casa de las protagonistas, convirtiéndose en una crítica a la propia tecnología que nos impide ver más allá de las pantallas que nos retienen entre paredes y nos privan de disfrutar del universo natural que nos rodea. Dicha naturaleza es un elemento omnipresente en todo el filme que, a través de encuadres muy cuidados, logra hacerse un hueco en cada plano. Pero, ¿qué ocurre cuando las pantallas se apagan? El verdadero carácter sale a la luz y se inicia una lucha entre iguales que no saben cómo administrar los recursos disponibles, introduciendo la ley del más fuerte promulgada por Darwin.
Atendiendo a la banda sonora pero muy especialmente a los efectos de sonido, el personaje de Eva adquiere especial relevancia. La música es el combustible que la mantiene activa y el apagón genera en ella una agonía que necesita contrarrestar. El metrónomo se convierte en la solución a sus anhelos musicales, adoptando el papel de su propio corazón que late gracias a su razonable y justificado amor por el baile.
En el bosque es una historia sobre la humanidad y su capacidad de supervivencia a través de los ojos de dos hermanas que tienen que hacer frente al miedo, el aislamiento y la violencia. Es un relato sobre qué pasaría si lo que damos por hecho desapareciese de repente y cuáles serían las consecuencias de nuestro propio egoísmo como seres humanos. Una historia donde la capacidad de reinventarse y empezar de cero son la única solución.
La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com/
9
2 de octubre de 2015
2 de octubre de 2015
23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miradas y rostros del mundo comparten sus experiencias más dolorosas y reflexionan sobre temas tan transcendentales para la humanidad como la felicidad, el amor, la muerte, la pobreza, la violencia e, incluso, el sentido de la vida. Las opiniones contrastan y sacan a relucir aspectos que, generalmente, en un país desarrollado se mantienen ocultos bajo un manto de consumo y materialismo. Sin embargo, los reconocidos como países pobres no son los únicos que albergan núcleos de pobreza. Con esta premisa asistimos a imágenes donde podemos observar los rostros protagonistas de las historias que se narran, lecciones de vida que invitan a reflexionar; combinadas con magníficos planos aéreos de paisajes naturales y urbanos de todo el mundo.
¿Por qué la escasez desarrolla el optimismo y el sentido de la felicidad? El documental recoge testimonios muy diversos pero que coinciden en el hecho de que la felicidad no reside en la abundancia sino en ser consciente de aquello que tenemos y valorar nuestras posibilidades. Críticas al consumismo desmedido y exaltación de la conciencia de que menos es más. Pero, como han demostrado algunos de estos rostros, esto no implica conformismo. Saben que su situación es consecuencia de las decisiones de alguien ajeno a sus circunstancias y no dudan en dirigirse directamente a ellos, exigiendo mejoras como satisfacer las necesidades básicas de un pueblo sin el cual no estarían donde están.
Si nos conociéramos mejor, podríamos convivir mejor, afirma uno de estos rostros. Y lo dice con total certeza de que está en lo cierto. En un mundo tan diverso, preferimos centrarnos en la diferencia, olvidando que el mayor denominador común que compartimos es más importante: somos humanos. Comportémonos como tal y superemos dichas diferencias. Lo diferente no implica amenaza ni negatividad, al menos no debe hacerlo. Su función debe ser despertar el interés por conocer nuevas culturas y costumbres, porque todas forman parte de una misma raza: la raza humana. Sin embargo, existen factores como el miedo al otro que anulan la hermandad entre diferentes culturas, impidiendo el enriquecimiento mutuo, a veces, por medio de la violencia, aspecto también tratado en el documental.
Estas son algunas de las reflexiones que suscitan el visionado de Human, una película de, aproximadamente, cuatro horas y media que no cesa en su empeño por cuestionar cualquier aspecto de nuestra vida. Basta con escuchar las voces de sus protagonistas y la emoción con la que comparten sus historias mediante una de las formas más valientes que puede darse: frente a una cámara y sin ocultar su imagen; para sentirse, como el propio título del film indica, humano. Identificarse con las historias y empatizar con sus protagonistas es el primer paso para disfrutar de este viaje por la naturaleza humana de la mano del fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, quien nos invita a valorar nuestra posición en el mundo y a ser felices aquí y ahora porque "existen muchos tipos [de felicidad] y solo una: estás vivo, así que eres feliz".
¿Por qué la escasez desarrolla el optimismo y el sentido de la felicidad? El documental recoge testimonios muy diversos pero que coinciden en el hecho de que la felicidad no reside en la abundancia sino en ser consciente de aquello que tenemos y valorar nuestras posibilidades. Críticas al consumismo desmedido y exaltación de la conciencia de que menos es más. Pero, como han demostrado algunos de estos rostros, esto no implica conformismo. Saben que su situación es consecuencia de las decisiones de alguien ajeno a sus circunstancias y no dudan en dirigirse directamente a ellos, exigiendo mejoras como satisfacer las necesidades básicas de un pueblo sin el cual no estarían donde están.
Si nos conociéramos mejor, podríamos convivir mejor, afirma uno de estos rostros. Y lo dice con total certeza de que está en lo cierto. En un mundo tan diverso, preferimos centrarnos en la diferencia, olvidando que el mayor denominador común que compartimos es más importante: somos humanos. Comportémonos como tal y superemos dichas diferencias. Lo diferente no implica amenaza ni negatividad, al menos no debe hacerlo. Su función debe ser despertar el interés por conocer nuevas culturas y costumbres, porque todas forman parte de una misma raza: la raza humana. Sin embargo, existen factores como el miedo al otro que anulan la hermandad entre diferentes culturas, impidiendo el enriquecimiento mutuo, a veces, por medio de la violencia, aspecto también tratado en el documental.
Estas son algunas de las reflexiones que suscitan el visionado de Human, una película de, aproximadamente, cuatro horas y media que no cesa en su empeño por cuestionar cualquier aspecto de nuestra vida. Basta con escuchar las voces de sus protagonistas y la emoción con la que comparten sus historias mediante una de las formas más valientes que puede darse: frente a una cámara y sin ocultar su imagen; para sentirse, como el propio título del film indica, humano. Identificarse con las historias y empatizar con sus protagonistas es el primer paso para disfrutar de este viaje por la naturaleza humana de la mano del fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, quien nos invita a valorar nuestra posición en el mundo y a ser felices aquí y ahora porque "existen muchos tipos [de felicidad] y solo una: estás vivo, así que eres feliz".

4.6
17,172
8
18 de agosto de 2016
18 de agosto de 2016
36 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Treinta y dos años después de que los Cazafantasmas liderados por Bill Murray detuvieran la invasión fantasmal que asolaba Nueva York, la ciudad vuelve a llenarse de ectoplasmas. Y esta vez, el equipo compuesto por los doctores Venkman, Stantz y Spengler no es la solución. ¿A quién vas a llamar?
La realización de un reboot siempre es analizada con una mirada muy crítica. El caso de Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984), considerada un clásico de los 80 y una de las mejores comedias de la historia, ha generado un notable rechazo. ¿Cuál es la razón? Hay que ser muy valiente para ponerse al frente de una película heredera de un clásico de tales proporciones y más aún si pretendes hacer un remake. Sin embargo, no estamos ante una nueva versión de los Cazafantasmas que sigue al pie de la letra los pasos del guión original. El filme de Paul Feig recoge los elementos esenciales e icónicos de la película de 1984, tomándolos como punto de partida, y construye una nueva historia. Y lo que es más interesante, nuevos personajes.
Cazafantasmas surge a raíz del contacto entre dos científicas y antiguas amigas, la malhumorada Abby Yates (Melissa McCarthy) y la recatada Erin Gilbert (Kristen Wiig), que comparten su interés por lo paranormal. La adhesión al grupo de la excéntrica ingeniera Jillian Holtzmann (Kate McKinnon) será fundamental para la construcción de las armas que emplearán para salvar el mundo. La afición por el mundo paranormal se convierte en oficio cuando avistan un fantasma en la antigua Mansión Aldridge y deciden dedicarse a ello profesionalmente. Patty Tolan (Leslie Jones), trabajadora del metro que presencia una aparición, será la última en sumarse al equipo y brindará a las Cazafantasmas uno de los sellos indiscutibles de la película original, Ecto-1.
Mejores efectos especiales, nuevo reparto. Pero, ¿cuál es la principal diferencia respecto a la original? La película de Feig está protagonizada por mujeres. ¿Por qué mujeres? La intención de director y guionista era reclutar a los mejores cómicos del momento, que resulta que son mujeres. No obstante, lo que desconocían era la repercusión de su decisión y la polémica que desataría. Cazafantasmas, a pesar de ser una película cuya principal pretensión es divertir y entretener, se ha convertido en uno de los largometrajes más criticados, incluso antes de su estreno. Feig dirige a cuatro mujeres que han llegado a situarse en el punto de mira por cuestiones de género. Sin embargo, más allá de moderarse, el filme exalta la fuerza y el poder femenino, exprimiendo el carisma de las actrices protagonistas y volviendo del revés los estereotipos de género. A este respecto, Kevin (Chris Hemsworth) se convierte en víctima del odioso y tradicionalmente vinculado a la mujer rol de, en este caso, hombre florero. Se trata de un secretario atractivo pero cuyo intelecto brilla por su ausencia, rasgos que permiten a Hemsworth desarrollar un papel cómico muy diferente al del Dios del Trueno.
Ante dicho panorama, la mujer es la principal beneficiaria. Ya no queda relegada a un segundo plano, sino que se convierte en protagonista de la historia (importante la ausencia de componente romántico como elemento central). El rol de secretaria deja de ser una opción y se alza como heroína ante la inminente amenaza sobrenatural. El uniforme de trabajo es funcional y cómodo, nada de atuendos sugerentes e imposibles que conviertan a las protagonistas en simples fetiches. Todo ello sumado a personalidades dispares, reflejadas originalmente a través del vestuario de cada una de ellas, y físicos realistas, que en lugar de impresionar buscan un acercamiento a la realidad. Por tanto, Abby, Erin, Holtzmann y Patty representan a mujeres reales con defectos y virtudes que las proclaman como las Cazafantasmas de una nueva generación. Generación que huye del tradicional heteropatriarcado y necesita nuevos modelos a seguir, y qué mejor ejemplo que mujeres independientes capaces de luchar contra el mal y que no necesitan más que el apoyo mutuo para acometer satisfactoriamente la misión.
En definitiva, Cazafantasmas es una película que alcanza con éxito su objetivo de hacer reír y divertir gracias al tono cómico que domina las situaciones a las que se enfrentan las protagonistas, que incluye a parte del reparto original a través de cameos, que propone como heroínas a mujeres reales sin superpoderes y que no ignora la polémica suscitada y la critica en sus diálogos. Si Cazafantasmas es considerada una película feminista se debe a los logros que ha conseguido respecto a la representación de la mujer en Hollywood y que, tal y como se adelanta en la escena final tras los créditos, podría ser solo el comienzo de esta nueva generación de mujeres armadas con protones.
La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com
La realización de un reboot siempre es analizada con una mirada muy crítica. El caso de Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984), considerada un clásico de los 80 y una de las mejores comedias de la historia, ha generado un notable rechazo. ¿Cuál es la razón? Hay que ser muy valiente para ponerse al frente de una película heredera de un clásico de tales proporciones y más aún si pretendes hacer un remake. Sin embargo, no estamos ante una nueva versión de los Cazafantasmas que sigue al pie de la letra los pasos del guión original. El filme de Paul Feig recoge los elementos esenciales e icónicos de la película de 1984, tomándolos como punto de partida, y construye una nueva historia. Y lo que es más interesante, nuevos personajes.
Cazafantasmas surge a raíz del contacto entre dos científicas y antiguas amigas, la malhumorada Abby Yates (Melissa McCarthy) y la recatada Erin Gilbert (Kristen Wiig), que comparten su interés por lo paranormal. La adhesión al grupo de la excéntrica ingeniera Jillian Holtzmann (Kate McKinnon) será fundamental para la construcción de las armas que emplearán para salvar el mundo. La afición por el mundo paranormal se convierte en oficio cuando avistan un fantasma en la antigua Mansión Aldridge y deciden dedicarse a ello profesionalmente. Patty Tolan (Leslie Jones), trabajadora del metro que presencia una aparición, será la última en sumarse al equipo y brindará a las Cazafantasmas uno de los sellos indiscutibles de la película original, Ecto-1.
Mejores efectos especiales, nuevo reparto. Pero, ¿cuál es la principal diferencia respecto a la original? La película de Feig está protagonizada por mujeres. ¿Por qué mujeres? La intención de director y guionista era reclutar a los mejores cómicos del momento, que resulta que son mujeres. No obstante, lo que desconocían era la repercusión de su decisión y la polémica que desataría. Cazafantasmas, a pesar de ser una película cuya principal pretensión es divertir y entretener, se ha convertido en uno de los largometrajes más criticados, incluso antes de su estreno. Feig dirige a cuatro mujeres que han llegado a situarse en el punto de mira por cuestiones de género. Sin embargo, más allá de moderarse, el filme exalta la fuerza y el poder femenino, exprimiendo el carisma de las actrices protagonistas y volviendo del revés los estereotipos de género. A este respecto, Kevin (Chris Hemsworth) se convierte en víctima del odioso y tradicionalmente vinculado a la mujer rol de, en este caso, hombre florero. Se trata de un secretario atractivo pero cuyo intelecto brilla por su ausencia, rasgos que permiten a Hemsworth desarrollar un papel cómico muy diferente al del Dios del Trueno.
Ante dicho panorama, la mujer es la principal beneficiaria. Ya no queda relegada a un segundo plano, sino que se convierte en protagonista de la historia (importante la ausencia de componente romántico como elemento central). El rol de secretaria deja de ser una opción y se alza como heroína ante la inminente amenaza sobrenatural. El uniforme de trabajo es funcional y cómodo, nada de atuendos sugerentes e imposibles que conviertan a las protagonistas en simples fetiches. Todo ello sumado a personalidades dispares, reflejadas originalmente a través del vestuario de cada una de ellas, y físicos realistas, que en lugar de impresionar buscan un acercamiento a la realidad. Por tanto, Abby, Erin, Holtzmann y Patty representan a mujeres reales con defectos y virtudes que las proclaman como las Cazafantasmas de una nueva generación. Generación que huye del tradicional heteropatriarcado y necesita nuevos modelos a seguir, y qué mejor ejemplo que mujeres independientes capaces de luchar contra el mal y que no necesitan más que el apoyo mutuo para acometer satisfactoriamente la misión.
En definitiva, Cazafantasmas es una película que alcanza con éxito su objetivo de hacer reír y divertir gracias al tono cómico que domina las situaciones a las que se enfrentan las protagonistas, que incluye a parte del reparto original a través de cameos, que propone como heroínas a mujeres reales sin superpoderes y que no ignora la polémica suscitada y la critica en sus diálogos. Si Cazafantasmas es considerada una película feminista se debe a los logros que ha conseguido respecto a la representación de la mujer en Hollywood y que, tal y como se adelanta en la escena final tras los créditos, podría ser solo el comienzo de esta nueva generación de mujeres armadas con protones.
La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com

4.7
38,495
7
6 de agosto de 2016
6 de agosto de 2016
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué ocurre cuando el mundo se ve amenazado por un poder más oscuro que el de los villanos conocidos hasta el momento? Escuadrón Suicida, bautizado oficialmente como Fuerza Especial X, es la solución. Quién mejor para combatir el mal que aquellos que profesan el crimen como estilo de vida.
La prisión Belle Reve abre sus puertas para presentar a los componentes del Escuadrón que Amanda Waller (Viola Davis) reúne bajo la dirección del militar especializado Rick Flag (Joel Kinnaman) a cambio de una reducción de sus condenas. De esta forma y empleando recursos que recuerdan a la presentación de personajes de videojuego, Ayer introduce a cada uno de los miembros del grupo, destacando datos relevantes de su historial delictivo, así como sus virtudes y debilidades. Este último aspecto dota de humanidad y comicidad a los personajes, como en el caso del Capitán Boomerang (Jai Courtney) y su debilidad por los unicornios. Pero, por qué elegir solo a uno de ellos cuando puedes tenerlos a todos. Así, Deadshot (Will Smith), Harley Quinn (Margot Robbie), Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje), El Diablo (Jay Hernández), Katana (Karen Fukuhara), Capitán Boomerang y Slipknot (Adam Beach) dejan de ser los malos y se convierten en los héroes.
Sin embargo, la amenaza que tienen que combatir se duplica cuando entra en escena uno de los personajes más esperados, Joker (Jared Leto) y su versión más bling-bling, que, junto a Encantadora (Cara Delevingne), se gana el título de villano de la película.
La presentación de personajes abarca prácticamente la mitad del metraje, ya que, además de la introducción inicial, se van añadiendo datos a través de flashbacks que explican las razones de su confinamiento en Belle Rave. Por tanto, a pesar de que Suicide Squad es una película dirigida principalmente a los amantes del Universo DC y del cómic en general, cualquiera que no sea fiel seguidor de ellos y que, por tanto, no disponga de suficiente background, no se sentirá perdido en la historia.
No obstante, aunque inicialmente presenta un protagonismo coral, los verdaderos protagonistas del Escuadrón son Deadshot y Harley Quinn. Esta última, encargada de dotar de color y humor al grupo, es un indiscutible reclamo para el público. Atrás queda su disfraz bicolor de arlequín y mazo característicos, sustituidos por un vestuario minimalista y un bate de béisbol que luce un poema a su amado bichito, el Joker. Quizá el anuncio de un spin-off del Escuadrón centrado en su personaje sea la razón de su protagonismo y, con ello, de su violenta y tortuosa historia de amor con el payaso que un día fue paciente suyo. El atractivo de Harley Quinn como heroína de acción capaz de tomar decisiones por sí misma se ve mermado por la fetichización del personaje y la sumisión de la mujer a un demente, principal razón de su inestabilidad.
Por último, es interesante la elección de la banda sonora que, con notas de míticas canciones como Bohemian Rhapsody y Sympathy for the Devil, acompaña a los villanos en su misión contra el mal, donde superhéroes como Batman y Flash disfrutan de unos segundos en pantalla.
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La prisión Belle Reve abre sus puertas para presentar a los componentes del Escuadrón que Amanda Waller (Viola Davis) reúne bajo la dirección del militar especializado Rick Flag (Joel Kinnaman) a cambio de una reducción de sus condenas. De esta forma y empleando recursos que recuerdan a la presentación de personajes de videojuego, Ayer introduce a cada uno de los miembros del grupo, destacando datos relevantes de su historial delictivo, así como sus virtudes y debilidades. Este último aspecto dota de humanidad y comicidad a los personajes, como en el caso del Capitán Boomerang (Jai Courtney) y su debilidad por los unicornios. Pero, por qué elegir solo a uno de ellos cuando puedes tenerlos a todos. Así, Deadshot (Will Smith), Harley Quinn (Margot Robbie), Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje), El Diablo (Jay Hernández), Katana (Karen Fukuhara), Capitán Boomerang y Slipknot (Adam Beach) dejan de ser los malos y se convierten en los héroes.
Sin embargo, la amenaza que tienen que combatir se duplica cuando entra en escena uno de los personajes más esperados, Joker (Jared Leto) y su versión más bling-bling, que, junto a Encantadora (Cara Delevingne), se gana el título de villano de la película.
La presentación de personajes abarca prácticamente la mitad del metraje, ya que, además de la introducción inicial, se van añadiendo datos a través de flashbacks que explican las razones de su confinamiento en Belle Rave. Por tanto, a pesar de que Suicide Squad es una película dirigida principalmente a los amantes del Universo DC y del cómic en general, cualquiera que no sea fiel seguidor de ellos y que, por tanto, no disponga de suficiente background, no se sentirá perdido en la historia.
No obstante, aunque inicialmente presenta un protagonismo coral, los verdaderos protagonistas del Escuadrón son Deadshot y Harley Quinn. Esta última, encargada de dotar de color y humor al grupo, es un indiscutible reclamo para el público. Atrás queda su disfraz bicolor de arlequín y mazo característicos, sustituidos por un vestuario minimalista y un bate de béisbol que luce un poema a su amado bichito, el Joker. Quizá el anuncio de un spin-off del Escuadrón centrado en su personaje sea la razón de su protagonismo y, con ello, de su violenta y tortuosa historia de amor con el payaso que un día fue paciente suyo. El atractivo de Harley Quinn como heroína de acción capaz de tomar decisiones por sí misma se ve mermado por la fetichización del personaje y la sumisión de la mujer a un demente, principal razón de su inestabilidad.
Por último, es interesante la elección de la banda sonora que, con notas de míticas canciones como Bohemian Rhapsody y Sympathy for the Devil, acompaña a los villanos en su misión contra el mal, donde superhéroes como Batman y Flash disfrutan de unos segundos en pantalla.
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