Me encaminaba al cine con la ilusión de ver alguna buena obra de terror que desentonase de lo común que estamos acostumbrados a ver, y al salir de la sala no tengo muy claro si así ha sido o no.
La idea de la trama me parece simplemente regular, no la crítico, pero típica maldición que se traspasa de persona en persona y hay que hacer algo para librarse de ella.
Lo que sí que me parece brillante y que no se ha sabido aprovechar es ese juego psicológico que la cinta crea en ciertos momentos, especialmente al final, cuando ya no sabes realmente que está sucediendo y simplemente te paras a ver o intentar aclarar lo que ocurre. Porque también hay que reconocer que es bastante creepy todo el tema del "smile".
Sin embargo, en vez de seguir esta dinámica que nos hubiera dejado atónitos y descompuestos en la butaca, la cinta opta por meter sustos como yo digo "baratos" que no vienen a cuento, repetir recursos obvios de prevenir, momentos "chistosos" y ciertos escenarios o momentos que personalmente creo que le quitan toda la seriedad.
En definitiva, iba bien pero se quedó en el camino. Aún así la he disfrutado en parte.