Esta película no es sólo la peor película que haya visto en mi vida: es también una tragedia, por cómo es posible juntar tal elenco de actores para filmar semejante bodrio apestoso; y, sobre todo, una terrible experiencia personal, por 2 motivos: ver hacer el ridículo a mi idolatrado Robert de Niro, y perder el respeto de mi gimnasio. Es lo más interesante de la película, la historia de cómo tiré por tierra mi reputación por ver esto. Os lo cuento:
Vivo en Alcalá de Henares, pero una tarde la estaba pasando en Madrid con un amigo gay que tengo y que estaba pasando una mala racha. Al chaval no se le ocurrió mejor idea que invitarme al cine, opción que, si bien no me hizo ninguna gracia por las connotaciones que siempre ha tenido ir al cine, acepté por alegrarle la tarde al chaval. Hasta aquí todo normal, si no fuera porque el vendedor de las entradas resultó ser un conocido mío del gimnasio, que vio cómo mi amigo gay me pagaba la entrada para una película romántica. Al día siguiente, todo el mundo me miraba sospechosamente. Tanto, que me cambié de gimnasio.
Si esto me hubiera pasado con una película buena, hubiera tenido un pase. Pero para después ver a 20 actores hacer el subnormal durante lo que a mí me parecieron 3 horas... Comprenderéis que, para mí, sea la peor película de la historia del cine.