Si lo intentas no lo cuentas, esta es una de las frases de la película que se me han quedado grabadas, y como no hacerlo cuando esta gran trama va acompañada de estos efectos especiales. Las películas basadas en libros normalmente tienen muy malas críticas, y aún más si ya hay una película anterior, pero cómo valorar esta película negativamente cuando hay tantísimos puntos a favor. Los actores sin lugar a duda te roban el corazón, cada personaje está hecho con la intención de que alguien se sienta identificado con él ergo sentimos una proximidad increíble con los acontecimientos, aunque sea ficción se siente como si estuviéramos nosotros mismos dentro del grupo de jóvenes. Además, las escenas, con las imágenes y la música, consiguieron que mi piel se volviera grumosa y sentí "algo" más intenso que con la película del 1990, sin duda es por la evolución del cinema y la división de la que sería una película en dos.
Es de saber popular que Stephen King encabeza la lista de mejores autores de terror ahora mismo, pero también lo hacía hace 10 años, y hace 20, 30 inclusive 40 y 50 años atrás, pero ¿que supone eso? Es muy fácil, en el 1990 el cine que nos ofrecían no tenía los avances del cine que nos ofrecen hoy, y créanme cuando les digo que eso marca una diferencia abismal, si ya todos teníamos pesadillas con el primer payaso, este no nos dejará ni reposar los ojos, ¿y saben que es lo mejor de esta película? Que no solo es un cuento para no dormir, también es una encantadora historia juvenil que te deja con ansias de más, que te hace reír y gritar. Es como disfrutar de una comida deliciosa con una compañía nefasta, un sentimiento agridulce.