Otra vez otra serie es dinamitada para vendernos el ya cansino mensaje; Otra vez priman los efectos especiales sobre el guion (soso y previsible); Otra vez la profundidad de los personajes podría caber en 140 caracteres (narcisistas soberbios cuya total personalidad se basa en si tienen sexo con tal o cual género, y su motivación es "bueno borderline" o "egoísta interesado").

Ncuti se esfuerza y se le ve suelto; Lástima que pretenda convertir al doctor en él mismo en vez de ser él el que interprete al doctor. Al final aburre intentando tan obtusamente ser un pícaro malote, y repetir las mismas tonterías una y otra vez no le da más gracia.

Millie, la nueva "companion", es mona. Ya está, más personalidad y expresividad tienen los zapatos de los Cybermen.

Cuando ya lo hemos visto todo en ciencia ficción, por lo visto la mejor forma de añadirle al género algo nuevo es enrevesar las tramas con ridículos dramas humanos hiper-forzados.

El gran problema de esta serie es el nivel de pretenciosidad que se le da al tratar temas de índole emocional cuando has sembrado un marco de ciencia ficción que deliberadamente ignoran excepto cuando de Deus Ex-Machina se trata (además literalmente); Y esos problemas emocionales no se abordan con naturalidad, los personajes no interactúan como se esperaría. Hay tantos diálogos que consisten en un par de intercambios ligeritos de frases para terminar en puntos suspensivos y miradas intensitas a la nada que llega a aburrir.

Además se abusa de simbología sin significado más allá que la espectacularidad y la extrañeza. Se plantean muchos misterios para atrapar al espectador, pero sus respuestas suelen ser "es así y punto". Beben mucho de las más impactantes historias mitológicas, pero aquí se resuelven únicamente visuales y completamente vacías.

Por otro lado el gran olvidado de la serie: hay un conflicto abierto entre ateos y creyentes, pero nunca hay un debate, ni una argumentación ni nada; Los creyentes creen que hay un dios y los ateos creen que no; Coexisten sin mayor problema excepto cuando unos quieren una cosa y los otros la contraria, y claro, como no hablan entre ellos, como no debaten, como no se explora la profundidad de las ideas y como esas ideas definitorias son accesorias y no características de los personajes, surgen problemas porque simplemente se ven como enemigos según el momento.

Un personaje ficticio jamás será más listo que la persona que lo escribió, y ningún guionista de la serie parece muy ducho en ciencia, tampoco muy aventurado en los caminos de los dioses.

Coge la primera temporada y descomponla en sus elementos básicos; Retira los protagonistas complejos y grises de vidas atormentadas y destrozadas como motor de su personalidad y sustitúyelo por personajes molestos y cabrones que no rinden cuentas de sus acciones; Las relaciones interpersonales sobran, en su lugar añade la fórmula moderna para los conflictos: los personajes no dialogan ni interactúan, se cuentan monólogos los unos a los otros y se guardan información con el único propósito de parodiar una gran revelación más adelante.

Tampoco hace falta una historia épica o grandilocuente, pon un par de semanas de investigación sin mayor trascendencia donde la investigación sea lineal y las protas siempre vayan a estar en lo correcto. Añade tramas secundarias que no llevan a nada, ni tienen relación con el caso ni tienen influencia real en nadie.

Servir en caliente, con espectacularidad (aunque esté vacío pero adornado pretenciosamente para que pienses que tiene consistencia) y tomarlo rápido antes de que los sentidos empiecen a hacerse preguntas que puedan comprometer la fórmula del producto.

Y eso que cuentan con una fotografía muy buena. Lástima.