Como muchos, he sido fan de Star Wars casi desde que tengo memoria. He ido muchas veces al cine a ver estas películas y he vuelto a verlas una y otra vez en casa, sin dejar de disfrutarlas ni una sola vez. Desde esa perspectiva, cualquiera sentirá una gran expectación ante nuevo material de la saga y, además, habrá algunos que sean exigentes con este nuevo material y otros que estén dispuestos a ser más indulgentes, entre los que me incluyo.

Esta nueva entrega de la mítica (pese a quien pese) saga, nace con un importante condicionante: los muchos miles de millones de dólares que Disney pagó a George Lucas para hacerse con la franquicia. Nadie asume ese enorme coste para hacer una obra de arte, así que pongamos esta película en ese contexto y todo será mucho más fácil de entender.

Nos encontramos ante una película vibrante, con un gran ritmo (quizá algo confusa en algunos momentos), buena muestra del cine de aventuras de toda la vida (que, recordémoslo, nunca tuvo grandes pretensiones más allá del entretenimiento puro) y que, partiendo del abundante material que ya existía sobre la mitología Star Wars, juega sobre seguro en las fórmulas, la historia, los personajes, etc.

El gran acierto de esta película es alejarse de la naturaleza digital de la trilogía moderna. Aquí todo es físico: hay excelentes localizaciones en vez de fondos verdes, no hay diálogos con personajes CGI, y hasta el enorme trabajo digital de la película (que, lógicamente, también afecta a escenarios y personajes) está enfocado hacia el realismo mucho más que hacia la fantasía, lo que hace que esta película gane muchos enteros en su diseño y presentación, y supere en este ámbito a cualquiera de las de la trilogía moderna.

Por otro lado, el gran defecto que salta rápidamente a la vista es su falta de originalidad, fruto seguramente de la necesidad por justificar esa gran inversión monetaria y de la constatación de que aún quedan dos películas más (además de los spin-offs) y muchos años de merchandising por vender. Todos los elementos de la historia tienen el aroma de lo conocido y, sin que eso sea algo malo realmente, impide que la película sea brillante de verdad.

En cuanto a los personajes, otra vez hay cierta falta de novedad, ya que lo que Kasdan ha hecho ha sido tomar los dos rasgos principales de cada personaje de la trilogía antigua y repartirlos de forma discrecional entre los nuevos personajes. Así, cuando vemos a Han Solo, vemos algo del viejo Han Solo, pero también algo de... y también es fácil ver que a Leia le falta algo que ahora lo tiene otro personaje, y así sucesivamente. Harrison Ford se lleva de nuevo el gato al agua, seguido de cerca de Daisy Ridley, y los personajes de John Boyega y especialmente el de Oscar Isaac aportan poco o nada, a mi entender

Dicho todo esto, esta es una película que (sin ser memorable) se disfruta, que entretiene a raudales, con estupendas escenas de acción, y que trae un aroma a nostalgia que los fans condescendientes sabrán disfrutar.