El el segundo visionado,sabiendo lo que está por suceder con las escenas de la pequeña hannah una sensación de desasosiego me inunda hasta tal punto que se me hizo un mundo acabarla. Cuando se estrena la pelicula mi hija tenía 10 años. Ver las desiciones que toma Amy Adams respecto de su propia hija me hacen cuestionarme muchas cosas. Ahora que escribo esta crítica y tras un tercer visionado. Mi hija tiene 18 años y ver esas mismas escenas me causa un dolor inenarrable. No soy un sensiblero ni de lagrima fácil pero escuchar a Hannah decir "papá ya no me mira igual" es como una puñalada en lo mas hondo de mi alma. No puedo explicar cuanto me perturba el final de esta pelicula, y las preguntas que asaltan mi mente viendola.
Yo no se si habría tenido a mi hija si supiera lo que esa madre sabía.
De hecho gustandome muchísimo, dudo que vuelva a verla y desde luego no se la recomendaría a nadie que tenga hijos pequeños.
El dolor de lo inevitable es superior a lo que yo puedo soportar.
P.D. Gracias por escucharme, no imaginan cuanta falta me hace escribir estas lineas y los psicologos salen por un pico.