Un despropósito por completo. Da vergüenza ajena verla (si es que consigues terminarla). No obstante, tiene tres grandes méritos que hay que reconocerle:

1- Nadie ha sabido desaprovechar mejor un elenco de actores por el que media juventud en España suspiraba...y digo "suspiraba" porque, después de esto, creo que hasta los/as hormonas con patas de 15 años se habrán desencantado de sus ídolos, que aparecen patéticos hasta en las escenas de sexo, en las que ni siquiera hay que hablar. Y también es un gran mérito que actores como Hugo Silva, que se mofa contínuamente de lo que está bien y lo que está mal en televisión, deje una serie de éxito (en su momento) para encaminar su carrera cinematográfica...ánimo campeón, que vas bien!!.

2- Tiene mérito hacer este cuento para prepúberes salidos contando con todo el apoyo de estado, de la televisión pública, de una gran campaña promocional y ante todo, de la gran ministra de Cultura, que para más coña, es una de las guionistas...y que sin embargo, siga siendo una mierda descomunal.

3- Y finalmente, tiene un gran mérito que por primera vez (y mira que es difícil) todas las críticas estén de acuerdo en que este bodrio es una completa vergüenza que viene a contribuir a la imagen que se tiene del cine español.

Lo dicho, "Una mierda y bien grande". Le adjudico un uno porque no hay menos nota.

Puede que el personaje de Julia Roberts se encuentre a sí misma a través de su viaje espiritual, pero el espectador no hace más que perderse durante las más de dos horas que dura este tostón. No engancha ni motiva al que está sentado en la butaca...no es capaz de sumergirte en ese viaje espiritual de la protagonista, no es creible. Aburre.
Después de la campaña promocional que le han hecho a esta película (todo el veranito dando la matraca) tenía la esperanza de que, al menos, fuese una película entretenida. Pero ayer al salir del cine me di cuenta de que todo se había quedado en expectativas...falsas expectativas.
Lo siento por Julia Roberts, que me sigue encantando, pero ni cuando come, ni cuando reza, ni cuando ama es capaz de ganarnos como espectadores. Esta vez no.

Ni Woody Allen ni leches. ¿Qué pasa?. Ahora resulta que, por ser el gran Allen, no podemos decir que es una comedia que no tiene nada de gracia...algunos dirán que es humor inteligente. Resulta que tampoco podemos decir que los personajes son caricaturas de sí mismos y que algunos no pintan nada...algunos dirán que son personajes pintorescos y muy bien perfilados. Resulta que no puedo decir que es una película que no cuenta nada, absolutamente nada...algunos dirán que ahonda en las obsesiones de los personajes. Y resulta que tampoco puedo decir que es una película mal rematada y que deja cabos sueltos por todas partes...algunos dirán que lo de menos es el final.
Pues bien, pese a todos esos "algunos" que simplemente por el hecho de ser Woody Allen justifican la película más insípida, insustancial y soberánamente aburrida que he visto en años, yo no puedo dejar de pensar que este hombre nos ha tangao. Tocaba hacer una de sus películas y ya está, no hay más, sigue en su línea. La única de sus películas que sí me parece una obra de arte (Match Point) es precisamente la que no tiene nada que ver con su estilo. Sin embargo, en "Conocerás al hombre de tus sueños" no sorprende. Volvemos a esa atmósfera amarillenta y pasada de rosca que trata de retratar la venida abajo de las vidas de unos personajes que parecen monigotes. Naomi Watts está patética, Antonio Banderas no debería cobrar en esta película, Anthony Hopkins antes me daba miedo y ahora no da nada; y la pobre Gemma Jones es la única que puede salvarse con su paranóica adoración a las predicciones de una medium estafadora. No hay más.
Para todos esos "algunos": sí, ayer la sala del cine estaba completa, pero al finalizar la película todo el mundo salió acordándose de la familia de Woody Allen, así que ahora no me vengáis diciéndome que es una obra de autor o que hay que entender el estilo de Woody Allen. Entenderlo lo entiende cualquiera; otra cosa es que lo disfrute eL público y eso, precisamente, no lo consigue. Ayer estuve a punto de dormirme en la butaca. SOPORÍFERA

El trailer pintaba bien, pero al ver la película me di cuenta de que era lo mejor de todo. Ni las interpretaciones, ni el guión, ni el intento de musical resultan convincentes o, al menos, entretenidos. Me aburrí sentada en la butaca, algo que muy pocas veces me pasa en el cine. Y si una película no brilla ni siquiera en la sala de un cine (donde hay una magia especial que hace que te tragues las películas más infumables que te puedas imaginar), olvídate, es mala de cojones. Ni entretiene, ni divierte...ni siquiera tiene sentido. Las actuaciones de Angie Cepeda y Juana Acosta son sosas con ganas, los trozos de intento de musical son ridículos y no vienen a cuento y la historia...en fin. La única a la que se le podría indultar es a Miren Ibarguren, muy desaprovechada en esta película, ya que sólo sale en momentos puntuales, los únicos en los que puedes esbozar una sonrisa, aunque tampoco con mucho sentido. Aprovechando el tirón de su personaje en la serie "Aída", han explotado el lado más loco y gamberro de la actriz, que no ha brillado, pero funciona en el contexto de una película completamente soporífera.

Comedia romántica con tintes de acción made in America. ¿Los protagonistas?. Un chico y una chica de escándalo sin mucha química entre ellos pero dispuestos a ponerse en plan gamberro. ¿El guión? Bastante predecible, creo que han tomado prestadas algunas ideas de otras películas. Sin embargo, no decepciona. Cuando alguien entra a la sala de cine para ver este tipo de películas sabe a lo que va. Puede ser la mejor opción una tarde calurosa de verano en la que tampoco hay nada mejor para ver. La cartelera de verano es muy parecida a la programación de la televisión: pocas veces sorprende y a veces puede ser incluso insoportable, pero de vez en cuando entretiene con algo que hace más llevadera la espera de los mejores estrenos. Este es el caso de "Killers", una película de paso que no es un peliculón pero tampoco pretende serlo. Sales del cine con buen sabor de boca si lo que pretendes no es ver la película del año o algo que se le parezca, que no es poco. Símplemente hace pasar el rato sin tener que analizar demasiado la historia ni deprimirte con ningún dramón. En resumen, una película que no decepciona porque no esperas más de ella.