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Críticas ordenadas por utilidad
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8
3 de junio de 2012
3 de junio de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental que intenta mostrar al espectador cómo se percibe la vida desde la ceguera, sordera y el mutismo. Herzog abarca distintas edades y casos a través de personajes que mediante su cotidianidad nos abren las puertas de una realidad ajena. El asombro, principal efecto provocado por el film, es la señal de que el director logró atrapar, cual insecto siempre vivo en el ámbar, las imágenes que dan forma al país del silencio y la oscuridad. Creada para la contemplación, resulta una obra imprescindible por todas las interrogantes que provoca. No es un viaje directo a dicho país, sino una mirada lenta que va desde sus orillas (personajes ciegos y sordos, mudos, casi ciegos o sordos), hasta adentrarse en la oscuridad y el silencio (el joven de 22 años que no habla, no camina, no ve y no escucha) de ese lugar que a nuestro modo de conocer la vida resulta casi incomprensible. La memoria, el acercamiento al otro y la necesidad de aprehender algo de este mundo que privados de sentidos o no habitamos, son temas que rondan este documental. Como todo buen cine, hecho para verse y no para hablar de él.
29 de enero de 2010
29 de enero de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Encontré la pelicula en un rato de ocio, el titulo llamó mi atención, ni se diga de la sinopsis, todo pintaba felicidad hasta que me dispuse a sentarme en el sillón y darle play.
¿qué es lo que me encuentro? Una serie de cosas sin mucho sentido, que no logran atrapar mi atención. Eso sí, solté un par de carcajadas con ciertas escenas y esque le pudieron dar un toque de ironía cuando uno se imagina el suicidio como una medida adoptada por alguien que está triste, lleno de problemas, fuera de lugar, pero nunca irradiando felicidad, menos convenciendo a todos sus amigos, compañeros, que sé yo, de que se avienten desde una terraza, o que se tomen de la mano para lanzarse al mismo tiempo a las vías del metro.
Sangre por litros, sí, eso lo ofrece, aunque tampoco es que sean unas escenas impactantes o que dejen satisfecho. Daba para más el film y la pelicula se quedó corta, las ideas las tenía, pero no logro plasmarlas y nos queda este pobre film, que si se ahonda en él puede que se saque un mensaje sobre la sociedad y esa tendencia a imitar, la infuencia de la música en las personas, pero... ¿por qué no está ahi? es como si uno intentara agregarle ese significado, sé que en parte de eso se trata el cine, pero en este caso, es como hacerlo para buscar algo a favor de una película que nos deja hasta cierto punto sin nada.
¿qué es lo que me encuentro? Una serie de cosas sin mucho sentido, que no logran atrapar mi atención. Eso sí, solté un par de carcajadas con ciertas escenas y esque le pudieron dar un toque de ironía cuando uno se imagina el suicidio como una medida adoptada por alguien que está triste, lleno de problemas, fuera de lugar, pero nunca irradiando felicidad, menos convenciendo a todos sus amigos, compañeros, que sé yo, de que se avienten desde una terraza, o que se tomen de la mano para lanzarse al mismo tiempo a las vías del metro.
Sangre por litros, sí, eso lo ofrece, aunque tampoco es que sean unas escenas impactantes o que dejen satisfecho. Daba para más el film y la pelicula se quedó corta, las ideas las tenía, pero no logro plasmarlas y nos queda este pobre film, que si se ahonda en él puede que se saque un mensaje sobre la sociedad y esa tendencia a imitar, la infuencia de la música en las personas, pero... ¿por qué no está ahi? es como si uno intentara agregarle ese significado, sé que en parte de eso se trata el cine, pero en este caso, es como hacerlo para buscar algo a favor de una película que nos deja hasta cierto punto sin nada.

8.1
190,064
7
19 de diciembre de 2011
19 de diciembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fincher tira los dados y las caras, convertidas en ideas, se multiplican azarosa y absurdamente. Fight Club es un film que requiere concentración y ojos abiertos a la violencia. El guión aparece en gran parte como la conciencia del personaje principal y eso le concede un sentido más complejo a la obra. La suma de personajes perturbados y fuera de lo común le da un toque fantástico al argumento, sin embargo, el ambiente cotidiano de la ciudad otorga un realismo que si no fuera por el tono irónico de la película caería en lo grotesco.
Desde el inicio se presiente el caos y conforme el tiempo avanza el espectador se sorprende pues hay en la trama una evolución laberíntica que confunde y no deja vislumbrar el desenlace de la historia. El mayor logro consiste en la reflexión sobre la moral. El club de la pelea es una forma más de liberarse de la enajenación consumista. Hay en el ejercicio de la violencia un orden, los miembros aparecen primitivos y al mismo tiempo regidos por reglas y lealtad al creador del club.
Si la puntuación no supera los 7 puntos es porque a pesar del encanto el film aparenta más tiempo del que dura. Su contemplación es larga y aunque curiosa y arriesgada no deja de percibirse cierta arrogancia en su realización".
Desde el inicio se presiente el caos y conforme el tiempo avanza el espectador se sorprende pues hay en la trama una evolución laberíntica que confunde y no deja vislumbrar el desenlace de la historia. El mayor logro consiste en la reflexión sobre la moral. El club de la pelea es una forma más de liberarse de la enajenación consumista. Hay en el ejercicio de la violencia un orden, los miembros aparecen primitivos y al mismo tiempo regidos por reglas y lealtad al creador del club.
Si la puntuación no supera los 7 puntos es porque a pesar del encanto el film aparenta más tiempo del que dura. Su contemplación es larga y aunque curiosa y arriesgada no deja de percibirse cierta arrogancia en su realización".

7.8
123,433
10
2 de septiembre de 2021
2 de septiembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las bienvenidas cinematográficas al siglo XXI más contundentes. La actriz Ellen Burstyn, que había sorprendido antes por su papel como la madre de Regan en El Exorcista (1973), nos recuerda que fuera de lo sobrenatural, en el terreno de lo cotidiano, bien puede instalarse a sus anchas el terror. Me pregunto qué habrá sentido Julia Roberts al ver que le arrebató el oscar a una actriz de esta talla. Con todo, la decadencia física y espiritual será protagonizada en réquiem no sólo por Ellen, sino por cada uno de los personajes. Todos tienen en común elegir el sueño de lo sagrado, ir en contra de la monotonía de ser un ciudadano promedio. Esa realidad compartida por millones es la que no soportan y de la que huyen por medio del consumo de ilusiones (aparecer en un programa de televisión, destacar para hacer feliz a una madre, diseñar ropa interesante) y de drogas que faciliten la tarea. Una paz ruidosa, un éxtasis que no duda en cobrarles factura. El juego de estaciones y, por lo tanto, de luz; el soundtrack como anillo al dedo de la mano mutilada, así como los síncopes y la división de la pantalla que permite ver al unísono qué ocurre a cada personaje, convierten esta contemplación en una sobredosis capaz de afectar hondamente al espectador si este lo permite olvidándose de que únicamente está viendo "una película". Tendría que ver toda la filmografía de Aronofsky, pero me atrevo a decir que Réquiem por un sueño tiene un lugar especial por ser un retrato generacional que permite vislumbrar el peligro de las metamorfosis que acechan a la juventud y las edades donde la soledad es regla, una advertencia que como hemos comprobado se ha dilatado como la pupila de sus protagonistas. Las drogas y la tecnología perfeccionan su carácter trágico e insustancial. Para los que la han visto de principio a fin, para los que la dejaron porque los abrumó, Réquiem por un sueño es una película que nos recuerda que vale más un vértigo de imágenes cargadas de angustia que mil palabras. Ese silencio, esa tensión que guardamos como espectador, es el recordatorio de nuestra complicidad.

7.3
24,400
10
27 de diciembre de 2011
27 de diciembre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tono serio del film, sumándole el realismo grotesco de los personajes y la trama, hacen de la obra de Haneke una exquisita perturbación. Isabelle Huppert mostrándose impenetrable, dedicada a su profesión, sin dejar que exista intimidad entre ella y las demás personas. El protagónico le ha sentado bien. El alumno (Benoît Magimel) no se ha quedado atrás y con su aire simpático y divertido del comienzo afronta notablemente su inquietante metamorfosis. Hay en su ritmo lento y detallado el sentimiento como espectador de estar presenciando algo que de ser revelado dentro de la trama general, a todos esos personajes que transitan la escuela: estudiantes, miembros académicos, cambiaría su visión personal (respeto, miedo, admiración) de la protagonista. La Pianista nos muestra el juego de apariencias y convenciones de un modo cruel, puede la gracia ser corrompida por una vida cerrada donde el único escape consiste en unas cintas de pornografía y el deseo de convertirse en la víctima (¿no era eso el amor?) de algún desequilibrado sexual. Cada quien comprende el mundo desde la vida en la que se reconoce, las relaciones que establece, sus pasiones. La historia de cada hombre puede ser la más triste y la más aterradora, pero hasta que se mezcla con la vida de otro hombre desaparecen los límites sensoriales y puede el rostro que pensábamos cruel y detestable desaparecer en una mueca de piedad y asombro y el rostro tierno y bondadoso deformarse hasta la locura.
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