Abrimos un paréntesis en la trama original y nos alejamos del reparto, del ambiente... ¡Incluso del estilo de conducción!
Justin Lin intenta traernos algo fresco desmarcandose de su trabajo anterior y la verdad, lo hace francamente bien.

Un argumento mal tratado que llega a ser insultante a la capacidad de raciocinio del espectador, esa sería la principal queja que tengo de esta película. Pero es que además de esto, la interpretación de Scarlett Johansson se reduce a la inexpresión y seriedad completa y absoluta durante el 80% de la película. Una mancha en el expediente de Johansson, sin duda alguna.

En esta segunda entrega se pierde la mayor parte del reparto que nos dejó tan buen sabor de boca y nos quedamos con la cámara enfocando a Paul Walker junto a una nueva incorporación (Tyrese Gibson) que a penas es capaz de dar la talla. Queda patente que sin el resto del equipo para darle chispa... Esta saga se hunde sin remedio.

Fast and Furious 6 es, con diferencia, la mejor hasta el momento. ¿Motivos?
1) Una némesis a la altura de nuestros heroes.
2) Un reparto de lujo en el que cada cual sabe el rol que desempeña.
3) Giros argumentales, acción y emotividad en su justa medida.
4) Una película que te permite relajarte y dejar que las imágenes entren por los ojos, nada complejo ni difícil de digerir.

He aquí un ejemplo de como renovar la trama de una saga, potenciar sus virtudes y recortar sus puntos flacos. Toretto y su grupo dejan los coches y se pasan a las armas de fuego. ¿El resultado? Un film de acción trepidante que te mantendrá pegado a la pantalla con los ojos como platos. Hemos de reconocer que Justin Lin le va cogiendo las medidas a "Fast and Furious" y cada película es mejor que la anterior.