Temía encontrarme con la peor película del año, pero lo cierto es que lo último de Alex Proyas es un entretenimiento realmente digno. Eso sí, quien busque fidelidad histórica que no se lleve a engaño: el guión se acerca más a una producción de Marvel que a Canal Historia. Pero el argumento engancha y la actuación de los protagonistas es más que decente, especialmente Gerald Butler en el papel de "Leónidas malo" que le ha tocado en esta ocasión.

En poco más de hora y media, los hermanos Safdie proporcionan un incómodo retrato de la Norteamérica olvidada y desamparada, esa que rara vez se asoma a la palestra en un Hollywood. Un film nada adecuado para relajarse con amigos tras un duro día de trabajo, pero sí para comprobar el caldo de cultivo del desencanto y desconfianza hacia el statu quo que llevó a Trump al poder.

La moda de poner a actores maduros como protagonistas de películas de acción no podía olvidarse de Mel Gibson, que demuestra estar en muy buena forma (física y actoral) en esta más que correcta pelicula donde se echa de menos un mejor aprovechamiento de William H. Macy y Michael Parks. Y el hecho de que dure menos de 90 minutos es una virtud en la que caen cada vez menos películas. Una serie B realmente digna que demuestra que las viejas glorias de los '80 y '90 aún pueden alargar unos añitos más su jubilación.