Lo primero, decir que me parece que Trainspotting es una película bien hecha. Buen argumento, no decae, McGregor lo hace razonablemente bien y...eh! Drogas! Suficiente para cautivar a un público bastante amplio.
Por otro lado, me parece que la película muestra bien el estado en el que un adicto a la heroína llega a encontrarse y todo lo que puede acaecerle; escenas desagradables (como la del bebé), mono y paranoias que sin llegar a lo absurdo, hacen que la cinta coja cierto carácter de documental.

Pero, volviendo al título de la crítica, ¿por qué me parece una película tan pesimista? Por esa elección que prácticamente nos obligan a hacer. Elegir la casa, el televisor grande que te cagas, el abrelatas eléctrico... en resumen, integrarnos en la sociedad (muy bien retratada por cierto) y optar por la rutina y la monotonía que nos condenan a ser todos iguales. ¿Y cuál es la otra opción? Pues la opción de Mark, el convertirnos en presos del jaco y acabar jodidos.