Serie de mafia rusa sin estridencias. Al turrón, muy buenos actores, trama sencilla, muchas localizaciones, buena ambientación, dosis suficientes e inesperadas de violencia. Se ve que se ha rodado con esmero, cuidando mucho el ritmo y los detalles. No soy muy fan de las series británicas, las cuales suelen estar muy sobre valoradas, pero destaca por su sencillez y contundencia. Esperemos que no se enrede en tramas de culebrón y en personajes absurdos y siga yendo con paso firme.
Lástima que se estrene en plataforma Amazon, la cual lanza productos de altísimo nivel, los cuales pasan desapercibidos por el público en general, incluso consumidores compulsivos de series. En esta serie, la BBC y Amazon dan en la diana y espero que no decaiga.

No lo entiendo. Ves a los guionistas, a Venga Monjas, a humoristas de cierto nivel y nadie se da cuenta del despropósito creado. He aguantado tres minutos con la esperanza de ver algo decente. Se me ha activado el sentido arácnido al escuchar a los narradores originales, pero era solo un espejismo.
Que humor más simple, rozando lo infantiloide.
Amazon y la comedia española parece ser que son del todo incompatibles. Quizá por un afán de emplear humor familiar libre de ofensas, ellos sabrán lo que producen. Es un producto bastante simplón.

No nos dejemos engañar por la crítica profesional. Tiene una gran historia, con cambios en el tiempo como ya ocurrió en la pasada temporada, infravalorada, pero colosal.
Esta temporada el guionista juega con el argumento mezclando las líneas temporales inicialmente inconexas, las cuales al unirse componen una potente historia, encajando sus piezas con gran maestría.
Los actores no son de portada, pero todos ellos provienen como secundarios de series de gran entidad, los cuales efectúan interpretaciones sobresalientes.
En esta temporada Sam Esmail se desmarca de su dirección, pero aún así deja su potente impronta, pasando a ser productor ejecutivo, aportando a todas luces su forma de trabajar.
La música forma parte del conjunto, acompañando las escenas, aportando el ambiente que merece, siendo muy digna de mención.
Planos secuencias, tomas de cámaras especiales, ambientación de estancias muy realistas cuidando los detalles, recordando constantemente a Fargo.
Esas letras grandes ocupando toda la pantalla, al estilo Mindhunter, las cuales anuncian el inicio de otro espectáculo narrativo, te refresca la mente, recordando que no es otra serie estándar sin alma.
Para mí, es otra serie sobresaliente, la cual pasará de puntillas por encima del gran público, sin pena ni gloria, de las cuales unos poquitos sabrán disfrutarla como se merece.

Al principio de ver esta serie no acaba de encauzar su línea argumental, divagando entre enredos cómicos propios de series de comedia de poco calado, todo ello durante la mitad de la primera temporada.

Poco a poco se va definiendo en un argumento simple pero bastante entretenido, el cual te hace empatizar con su protagonista. A continuación, en la segunda temporada ya está bien dibujado el personaje, el cual derrocha actitud muy positiva ante lo que vive, lo cual es donde la serie empieza a ser muy agradable y muy entretenida.

Se observan muchas estrellas stand up neoyorkinas y ambientes que hacen muy interesante este producto.

No es una serie que vaya a enganchar al público mainstream, y sin lugar a dudas, cuando toque cancelaciones, estará de las primeras.

Para mí es muy original y diferente a toda la broza que circula por las diferentes plataformas, las cuales se eternizan en temporadas infinitas, que es lo que realmente vende.

Comedia sin gracia y simplona, demasiado correcta. Los actores desarrollan diálogos sospechosamente parecidos a Días de Fútbol, a la cual no le llega ni a la suela de los zapatos. Los personajes no tienen ningún carisma, viéndose envueltos en una trama infantil (no confundir con surrealista).
No pude llegar al final, fue una gran pérdida de tiempo.