Dejo el móvil y regreso a la pantalla, aparece en escena una mujer objetivamente guapa según los cánones falocentricos de la época.
Han pasado 20 minutos de film y la mujer no ha vuelto a aparecer, la echo de menos.
Tiene lugar la aparicion de un nuevo personaje inspirado en Charlie Sheen en una escena que como en las siguientes se hace exageradamente larga sin sucederse ningun hecho relevante.

Subo la vista, escena en una fiesta de Sheen en la que la musica adquiere importancia notable, me perdi gran parte de la escena por escribir esto pero lo sigo haciendo porque considero que mis comentarios son mas graciosos que la propia pelicula.
Vuelve a aparecer la mujer y se agradece, pienso en ella, me doy cuenta ahora y no antes de que es ciega, mi capacidad de atencion es reducida y el film proyectado no ayuda.
La pelicula transcurre con asombrosa lentitud, aparece nuevamente Sheen en su mejor forma, borracho. Me empiezo a plantear seriamente que la pelicula se hizo para verla en estado ebrio, si no no se explica que esto cause gracia.

La película continua, el tedio se hace cada vez mas visible en mi rostro, empiezo a pensar en mis quehaceres de la tarde, hoy lunes me toca pecho en el gimnasio, típicos lunes de pecho, monótonos pero necesarios, al contrario que esta película.
La compañera Judith se levanta para ir al baño, intenta abrir la puerta, no lo consigue, esa puerta siempre se atasca, la clase la empieza a mirar, ella se rie, nosotros nos reimos, consigue despues de 4 o 5 intentos abrirla, es mas maña que fuerza. Judith consiguió en un momento lo que no ha conseguido Chaplin de momento con su película, hacerme reír.

Me quedo sin folio, no queda otra que prestar atención a la pantalla mientras espero que pasen los minutos lo mas rápido posible, ojala los folios fueran mas grandes.