La película funciona. La trama, los homenajes, los guiños, están bien.

Los actores resultan muy creíbles, y dentro de ellos me quedo con los secundarios del pueblo, tanto la mujer de Julio, que lo borda, como los extras con papeles mínimos pero de 10.

Mi crítica, constructiva, va en dos sentidos:

-Las escenas de sexo, demasiado explícitas, que parecen obligadas en el cine español, y sobran.

-El sonido, que en las conversaciones íntimas es malo. Casi no se entiende lo que hablan, y es también uno de los males del cine hispano.

La duración es la justa, y en conjunto resulta entretenida, que es de lo que se trata.

Lo de menos es el morbo. Aquí hay intriga hasta el final y un tema tan actual que perfectamente podría estar basado en hechos reales.

Las relaciones laborales aparecen en todo su abanico de categorías: amistad, envidia, traición, colegueo, ligues...

También resulta entrañable ver los incipientes comienzos de la tecnología de la información.

Buenas actuaciones y una película 100% recomendable pese a sus veintitantos años.

No vale como comedia, pues no hace gracia.

No vale como peli de terror, pues no da miedo.

No hay acción, intriga, nada.

Es un aburrimiento de principio a fin. Una de las peores películas que he visto en toda mi vida.

Pues sí, vale la pena esperar unos cuantos minutos a que avance la cinta, con la frescura de la simpática Manuela Velasco y los bomberos haciéndonos creer que esto va a ser un España Directo más (acertada referencia), para que la cosa empiece a calentarse...