Entré al cine, dispuesto a ver una película entretenida sin pretensiones, que es lo que realmente ofrece, pero cual fue mi sorpresa cuando a los 10 minutos me di cuenta de que ya había visto, y en una película en la que el final lo es todo.
La original es "El secreto de Anthony Zimmer", un film francés protagonizado por Sophie Marceau, el cual me pareció mucho más interesante, a pesar de haberlo visto en la tele con anuncios y todo.
En mi opinión, Angelina Jolie podría haber sido sustituido por una estatua griega con voz en off, y Johnny Depp, aún estando mejor, tiene momentos de Jack Sparrow que no vienen a cuento.

Lo que más me ha gustado de esta serie no es su gran argumento, ni su magnifica animación, ni su genial banda sonora, sino que me ha entusiasmado como en su día lo hicieron series míticas como bola de dragón o caballeros del zodiaco, lo cual creía imposible perdida la ingenuidad de la infancia. A todo aquel que no la haya visto, NO SABES LO QUE TE ESTAS PERDIENDO.

Hace poco tuve la oportunidad de verla de nuevo, esta vez en pantalla grande. Lo primero que llama la atención es el poderío visual que desprende pese a su antigüedad, la belleza de sus paisajes, el diseño de las aeronaves, los magistrales títulos iniciales....
Se trata de una película de aventuras en la que el ritmo no depende de interminables secuencias de acción, sino de la densidad de una historia que te atrapa desde el primer momento. Todo ello acompañado de una emocionante banda sonora de Joe Hisaishi que acompaña con maestría las imágenes.
Una gran película para ser disfrutada tanto por adultos como por niños, yo la vi acompañado por mi hijo de 5 años y se lo pasó en grande.