"Wolves" es una película que, a pesar de no pretender ser un clásico, logra cumplir su propósito de entretener. La trama se centra en dos "limpias" que se encuentran en el escenario de un crimen, compartiendo el mismo objetivo, y, muy a su pesar, terminan colaborando. Este enfoque proporciona una dinámica interesante, donde la química entre los protagonistas es palpable y efectiva.

Los diálogos son rápidos y accesibles, evitando caer en clichés o frases hechas, lo que mantiene el ritmo ligero y fácil de seguir. A pesar de las sólidas actuaciones, especialmente del joven actor que brilla junto a nombres como Clooney y Pitt, la película carece de la tensión o el suspense que podría elevar su impacto. "Wolves" no busca ser profunda ni memorables; simplemente ofrece un entretenimiento simple y agradable, lo cual es suficiente para disfrutar de una buena sesión de cine.

Una comedia sueca que mezcla acción y violencia ligera, ideal para entretener sin mayores pretensiones. Aunque su trama es a veces predecible, con giros que se ven venir, mantiene el interés gracias a su ritmo dinámico y un humor peculiar. Los personajes son carismáticos y las escenas de acción están bien logradas, lo que ayuda a compensar los clichés propios del género. No es una película que sorprenda, pero cumple su función de entretener y hacer reír. Perfecta para quienes buscan algo ligero y divertido para pasar el rato sin complicaciones.

"Si fuéramos los últimos" es una película íntima y encantadora que recuerda a una obra de teatro: un par de escenarios y solo dos personajes, cuya relación es el verdadero centro de la historia. Aunque la trama ocurre en una nave espacial vagando por el espacio, el escenario es solo un marco que da paso a una exploración de la conexión humana, la intimidad, la confianza y el compromiso. A través de escenas llenas de complicidad, la película transmite la amistad, la voluntad de hacer sonreír al otro y el esfuerzo por sobrellevar juntos el aislamiento.
Una historia simple y curiosa que deja buen sabor de boca.

Se trata de un thriller psicológico donde el enemigo es una IA diseñada como asistente, pero la trama se siente exagerada y poco creíble. Los protagonistas, en lugar de reaccionar lógicamente al ver que la IA toma decisiones inadecuadas, actúan como marionetas sin criterio. La historia pierde potencial, ya que el tema de las IAs ofrece mucho más. Una manipulación más sutil por parte de la IA hubiera sido mucho más intrigante, dejándonos pensar "yo también hubiera caído". A pesar de sus fallos, es una propuesta entretenida que logra captar el interés.

Se trata de una película postapocalíptica que funciona como una obra de teatro, con pocos personajes y escenarios limitados. La trama se centra en una historia simple de supervivencia que explora elementos como la desconfianza, la mentira y el apoyo mutuo. Sin embargo, la falta de desarrollo de los personajes impide que el espectador llegue a empatizar con ninguno de ellos, lo que afecta la profundidad emocional del filme.
Aunque vi la película sin conocer su trama y me pareció algo entretenida, no es suficiente para deslumbrar. En resumen, no es para echar cohetes... pero puede valerte para matar el rato.